Fue todo muy clarito,hasta entonces no había experimentado ningún tipo de contacto con hombres ni con mujeres.aunque si tenía fantasías con ambos sexos y me masturbaba casi todas las noches pensando en las mas diversas situaciones que me gustaría que me pasaran.

Ese día salí con mis padres a cenar y cuando fui al baño abrí la puerta de un baño individual y me topé con un hombre de unos 55 años que se estaba masturbando con todas sus fuerzas…me puse colorado,le pedí disculpas y cerré la puerta. Me quedé frente a los lavatorios y los espejos demorando a propósito mi regreso a la mesa…estaba muy confundido!, la gruesa pijota de ese hombre me provocó un deseo irresistible de probarla. Cuando el salió y me vió me dijo: «ah, no te asustaste», yo le sonreí timidamente y él me tomó de la cintura. Me corrió un escalofrío por la espalda y sin darme tiempo a nada me metió con él nuevamente al bañito y me pidió que se la chupe. Yo me puse re nerviosa por miedo a ser vistos, pero no me pude negar, me arrodillé ante él y se la comí como una buena chica.

Al cabo de unos minutos me lanzó un chorro de semen que me tomó desprevenido y lo tragué casi todo,se la chupé hasta dejarla limpita y él me decía «seee zorrita» si me extrañas buscame, y metió en mi bolsillo su número de teléfono.

Salió el primero,yo me arreglé un poco y volví a la mesa con mis padres.estaba como en una nube…y tres días mas tarde tomé coraje y lo llamé. Desde ese momento soy su hembra en su departamento casi todos los días y ya tengo mi ropita en un cajón de su placard.