Pensamientos (H48) Publicado por anónimo el 18/11/2022 en Poesía erótica

"Este es un pequeño cuento que escribí."

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El día de hoy, quiero que pienses en mi cuando te acuestes en tu cuarto.

Quiero, que al sentir las sábanas en tu piel, imagines que mis manos están acariciando tus senos por encima de tu playera, mientras mis labios buscan los tuyos, para darte un beso en que sientas mi deseo por ti.

Al sentir mis labios en los tuyos, imagino que tus pezones se endurecen al toque de tus –que quisiera fueran los míos- dedos, haciendo círculos a su rededor y sintiéndolos más calientes por el roce de la piel, aun por debajo de la ropa.

Imagina, por tu parte, que tus manos recorren mi cabello cuando me besas, y bajan y se quedan en mi pecho, sintiendo sus vellos rizados y plateados. Imagina, por favor, que tus manos sienten cómo se acelera mi corazón al besarte, al sentir tu piel y tu calor junto a mi cuerpo.

Mi mano baja despacio y se dirige a tu espalda. Acaricia tu columna, la recorre lentamente y siente como se eriza tu piel a mi toque. Escucho también –cómo me gusta y me prende- tu respiración agitada, mientras nuestros labios siguen saboreándonos, deseándonos.

El calor que sientes bajo las sábanas aumenta. Puedes casi sentir mis manos apretando tus nalgas, después de haber recorrido tu espalda hacia el sur. Una se queda ahí, sintiendo tu piel, mientras la otra baja aún más, a recorrer la larga distancia de tus piernas.

Imaginas también, que en tanto te acaricio con ansiedad, tus manos dejan mi pecho para abrazar mi espalda, atraerte más a ti, que sientas mi piel desnuda por encima de tu ropa, por encima de tus sábanas y mi calor atravesándolas.

No soportas más el calor de las sábanas y sales de ella. Sientes como te humedeces al sentirme junto a ti. Sientes también, cómo mi pene duro palpita por ti.

Mis manos suben a tu playera y te la quitan, dejando libres tus hermosos senos. Sientes como mis labios dejan tu boca y bajan besando tu cuello, tus hombros y se dirigen atraídos como siempre, a la punta de tus pechos. Con mi lengua acaricio tus pezones duros, mientras dejas escapar un gemido de tus labios: primero beso uno, mientras mis dedos aprietan el otro… lo meto completamente en mi boca y lo siento endurecer en mis labios, mientras mi lengua hace círculos y mis dientes contienen las inmensas ganas que tienen de morder suavemente tus senos.

Distraído como estoy en tus senos, mi mano, con voluntad propia, baja lentamente hasta tus braguitas… te acarician por encima de ellas y comprueba tu humedad. ¡Siento tantos deseos de probarte!.

Mientras tus manos acarician mis nalgas, sienten mi dureza, cómo está creciendo más al roce de tus dedos.

Mis labios abandonan tus senos y se dirigen al sur de tu cuerpo. Buscan desesperadamente saciar su sed de ti, probar tu néctar, sentir tus labios. Tus bragas se lo impiden por el momento, pero siento tus manos acercarse a ellas y quitarlas en un solo movimiento, dejándome saciarme de ti, dejando que mi barba huela a ti.

Impaciente, completamente sin control al escucharte gemir mi nombre, al llamarme tu papi, me levanto y coloco en tu puchita húmeda y caliente, mi pene duro por ti… acaricio tu entrada y siento como tus piernas y tus manos me empujan dentro de ti, sintiendo el dulcísimo calor de tu piel contra la mía: ¡Me aprietas tan rico!. Mientras entro en ti, te veo a los ojos y veo tu deseo reflejado en ellos, veo tus labios como se aprietan, cómo empiezas a respirar más fuerte y gemir al oído que quieres ser mía, que quieres que te dé más duro.

El ritmo de nuestras caderas, el calor y humedad de tu vagina, la dureza de mi pene, hace que estallemos en un gemido ahogado, mojándonos juntos, sintiendo nuestros cuerpos cansados y satisfechos.

Deseo tanto verte cansada y rendida en tu cama, desnuda, mojada… mientras entre mis manos se escurre mi deseo por ti…

Esto lo deseo no sólo hoy, sino todos los días..

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Acerca de este relato

Autor anónimo
Categoría Poesía erótica
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Cantidad de palabras: 778
Tiempo estimado de lectura: 4 minutos