Hola, mi nombre es Candela, hoy tengo 25 años. Mido 1.67, pelo castaño, y tengo un cuerpo muy llamativo pues mis lolas y mi cola son bastante atractivas y curvilinea.

Lo que les contaré paso cuando tenía 16 años, y aún no tenía mucha experiencia de tipo sexual.

Sucedió que nos invitaron a mí y mi familia al matrimonio de una prima el cual se haría en su casa.

El ambiente estaba muy lindo, habían armado una carpa en el patio trasero para recibir a los invitados sin embargo el espacio se hizo chico y estábamos todos medio apretados.

Después de la comida empezó el baile y algunos se metían en la casa a bailar, yo me sente en una banca a esperar que se me pasara un poco el efecto del alcohol pues había tomado dos tragos y me había mareado un poco.

Yo llevaba puesto un vestido negro, a medio muslo, suleto, y no me había puesto sujetadores pues se marcaban mucho. LA verdad es que me veía hermosa y todos los que pasaban incluidos tíos y familiares me miraban mucho.

Al rato me fije que frente a mí, cruzando la improvisada pista de baile,i estaba el vecino de mi prima, amigo de la familia desde hacía mucho, el tipo tenía unos 45 años, no muy alto, menudo, se veía incómodo con corbata y traje. Su esposa al lado, una mujer como de la edad de él, rellenita y baja, ni fea ni linda conversaba como loca con mi mamá y ni se fijaba que su marido tenía los ojos clavados en mis piernas. Y claro al estar sentada quedaban mis generosos muslos completos a la vista de él que sentado veía más de lo que debía.

Yo traté de acomodarme un poco pero fue peor, de pronto noté que un tipo que estaba borracho algo le decía algo al oído al vecino que se llamaba Miguel. El viejo sonreía, y me miraba con descaro las piernas, Miguel el vecino le dijo algo y se puso de pie y vino hacia mí.

-Permiso , dijo y se sentó al lado ., muy apegado a mí. De todas formas mucho espacio no había por lo que empezó a rozar su pierna sutilmente a la mía. Me dí cuanta que el borracho al frente se reía.

De pronto se paró trastabillando y me invita a bailar, me toma del brazo y me tironéa, yo me niego y en eso Miguel me toma de la cintura y me dice:

-Ven conmigo. Me llevó dentro de la casa y yo no sé porque me dejé, adentro más vacío no estaba por lo que él aprovecho para apegarse a mi mientras avanzavamos, pude sentir como se apoyó por la espalda. Yo me dí vuelta y el casi cayó encima mío apretando todo su cuerpo contra el mío.

-Hablaba tu mama de lo grande que estás dijo casi de apuro mirando por mi escote que dejaba asomarse mis pechos

-Gracias dije media mareada aún.

La música sonaba y el me toma de la cintura para bailar, la verdad a mi no me gustaba el tipo, pero estaba no muy bien y me dejé llevar. El me apretó contra su cuerpo, y empezó a decirme cosas al oído. Yo sentía sus manos gruesas porosas en mi suave espalda y no sé porque me daba cosquillas. El cada vez me apretaba más, y ya podía sentir su bulto. De repente en medio de toda esa gente casi nadie veía lo que pasaba cuando alguien apagó la luz. Sentí en la oscuridad que el me tomó la mano y me la llevó a su bulto, yo sentí aún a través del pantalón su cosa dura El me seguía tomadndo de la cintura y de repente me empezó a besar el cuello, y a acariciar la cola.

-Estás preciosa me decía,- Yo no sé porque no hacía nada, y aunque la luz volvió casi de inmediato note que estaba agitada y retiré de apuro la mano de su pantalón. Él me sujeto con firmeza.

-Tranquila, me dijo, su aliento estaba pasado a trago. � No pasa nada, insistió.

Yo intranquila y no puedo negar un poco excitada, aunque no me atraía el vecino, me solté y le dije que debía ir al baño. El me dejó, pero me siguió.

-Yo cuido la puerta, me dijo. Hay muchos borrachos que pueden querer entrar y el seguro de la puerta no funciona agregó sonriendo. Yo no me había dado cuenta y no podía creerlo pero ya no aguantaba así es que entré. Me bajé mi pequeña bombacha y me senté en el baño. De repente la luz, que estaba afuera el interruptor se apagó, �no otra vez� me dije, pero se prendió casi de inmediato, sin embargo casi doy un salto cuando veo que Miguel estaba dentro del baño.

-Sorpresa , dijo.

-escuche mejor salga que está toda la familia afuera, le dije.

-Solo quiero ocupar el baño también y prefiero esperar adentro, si no te molesta�dijo y arrastró un mueble pequeño para trancar la puerta. Yo abrí tremendos ojos cuando e´l se empezó a bajar los pantalones y sacó una pija muy grande afuera.

-Apúrese que y no aguanto dijo sonriendo. Yo miraba de reojo la tranca que tenía afuera. Me pare me seque y cuando iba a salir me tomo por la espalda y levantándome el vestido me apoyó con fuerza mi cola.

-Tranquila me dijo. Yo sentí su pija apoyada en mi cola y sus manos rápidamente subieron a mis pechos. Yo traté de liberarme pero me fue imposible.

-Te va a gustar putita me dijo. Y eso me calentó, no sé porque. Sentía sus manos asperas acariciar mis pechos bajo el vestido.

-mmmm sin sujetador putita, te gusta calentar no??. Te gusta lucirte con los tíos me decía al oído.

.Yo te voy a enseñar a portarte bien. Me soltó la boca que tenía sujeta para que no gritara y bajo a acariciar mi cola y luego corriendo la bombacha mi conchita que estaba un poco húmeda aún por la orina.

-Te gusta putita me dijo y llevó mi mano a su pija. Se sentía caliente y aunque no tan larga era muy gruesa. Me empujó contra la muralla y siguió apoyándome, mi vestido estaba casi a la altura de mis costillas.

-Basta, déjeme le decía yo con la mente media nublada por el alcohol y la excitación. Sin darme cuenta que aún tenía su pija en mi mano. Sentía como se hinchaba cada vez más cuando él empezó a forzar mi entrada con uno y luego dos de sus ásperos y gruesos dedos. Yo imaginaba a su esposa regordeta y entendía como se había puesto de loco al sentir a una chica como yo casi virgen. Me sacó de mis pensamientos sus dedos que ya dentro urgaban mi conchita.

-Basta dije y me dí vuelta, pero el aprovechó y me empezó a meter la lengua en mi boca para luego rápidamente bajar y empezar a besar mi conchita. Yo ahí perdí la noción de todo, nunca me habían besado la concha y eso me puso a full, me mojé muy rápido y él se dio cuenta.

-Ya putita, tan jovencita y tan caliente balbuceaba mientras me comía la concha.

Alguien golpeó la puerta lo cual me excitó más aún, Miguel se apuró me tomo de la cintura y me sentó en el baño, yo que de a la altura de su pija y el sin preguntar me apretó la garganta y al abrir yo la boca para respirar me introdujo de golpe su pija hasta la garganta.

-Chupa puta chupa dijo fuera de sí tomando con brusquedad mi cabeza y empujando. Sentía su pija palpitar en mi lengua y yo sin experiencia mamaba como podía esa gruesísima verga.

Estuvo cerca de un minuto bombeando dentro de mi boca, luego la sacó me tomo con un brazo de la cintura y levantándome me dejó caer sobre su verga y penetró de una sola vez en mi concha lubricada. Yo creí morirme, realmente era gruesa, gemí y el me tapó la boca, golpeaban de nuevo�

.Toma yegua me dijo y empezó a bombear como loco, yo sentía su pija en mi estómago y me ardía la concha pero aguante sus embates, hasta que empecé a sentir que me venía. Me aferré a su espalda y bombeó con todo, se vino el primero, sacando su pija a tiempo y lanzando su leche en mis lolas luego metió sus dedos en mi concha y me vine yo.

Golpearon de nuevo y el levantándose los pantalones se encaramó y aranco por la ventana del baño.

-Chao sobrina me dijo. Yo aún en shock, me acomodé la ropa y salí a la fiesta.

Miguel se había ido.