Soy un chico de barrio, morochito, casi lampiño y a esta edad (tengo 14 años)mis hormonas son una revolución que no se sabe donde va a terminar…pero lo imagino)

Estoy con las tetitas bastante abultadas y cuando me masturbo imaginando estar con un hombre mis pezoncitos se erizan y me da vergüenza, por lo que uso casi siempre ropa deportiva y algo holgada, aunque en la intimidad juego mucho con mis tetas y me gusta verme femenina…mi cola es rellenita y parada como si fuese nena y mis rasgos suaves y labios carnosos facilitan cuando en la intimidad me pruebo ropitas de mi hermana mayor (20)me gusta ver lo femenina que puedo llegar a ser-.

Desde hace un tiempo, cuando empecé a aceptar que me gustan los hombres comencé a buscar algún hombre que me inspire confianza para entregarle la ardiente nena que llevo dentro.

Al principio empecé a fijarme en madros de la edad de mi padre (50) o mayores,y pese a que mas de una vez intercambié miradas con hombres así no me atreví a avanzar. Desde hace unos días se me ocurrió que el señor que atiende la boletería del ferrocarril era un candidato atractivo. Es un moreno colombiano de 38 años, mas de 1,90 y robusto…de mirada dulce. Empecé a saludarlo con confianza cada vez que sacaba boleto y a iniciar conversaciones que se hicieron cada vez mas picantes hasta que una tarde me dijo: Estás cada día mas bonita…no tienes nada que envidiarle a tu hermosa hermanita…

Yo me sentí ofendido y le respondí: Claudio, acaso estás insinuando que soy gay?…el se rió y replicó: No lo tomes a mal cariño, lo digo de verdad, mas de una niñita de tu edad desearía tener ese culito y esas tetitas…de verdad se te ve muy rica. Me ruboricé, bajé la vista y volví a mirarlo como dándole la razón, me guiñó un ojo y me dijo: «te atreves a pasar?…estoy solo y ya cierro la venta de boletos»…bueno, cedí, entré a su oficinita, el cerró con doble llave y bajó el postigo de la ventanilla colocando el cartel de «boletería cerrada» empezamos a besarnos y me dió a mamar su enorme semental negro…una delicia!!!