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Esculpiendo una ninfomaniaca. Parte 1.
Hoy es viernes, Macarena viene llegando del gimnasio, no es que sea una atleta pero le gusta mucho sacarse el estrés de la semana con algo de ejercicio los días viernes luego de la universidad, de pasada mantiene una figura que sabe atrae miradas, mide 1.65, heredo la voluptuosidad de las mujeres de la familia con unas medidas de 97-64-102, de piel trigueña, cabello negro y unos ojos verde claro. Como cada viernes, al llegar se encuentra a su padre Camilo y dos de sus amigos, Marcos y Cristian, que están tomando algo de cerveza y juegan a las cartas, se juntan hace por lo menos unos 15 años y se conocen desde hace aun mas, llevan tanto tiempo haciendo el mismo ritual, que las apuestas pasaron a ser pagadas con penitencias en vez de dinero, por ejemplo el padre de Macarena la semana pasada fue el ganador y sus dos amigos debieron limpiar su taxi toda la semana cada vez que volvían del trabajo.
–Hola papá, veo que no llevas muchas fichas-. Decía Macarena mientras con una sonrisa burlona le daba un beso en la mejilla a su padre, momento exacto en que sus dos amigos la miraban de reojo, se veía realmente sexy en ropa deportiva. La verdad es que su padre no tenia ninguna ficha, su derrota ya era evidente.
-Hola mi niña, si, estos dos me han estado haciendo trampas toda la noche, les dejo ganarme ya que me siento culpable de haber tenido el auto limpio toda la semana-. Dijo su padre mientras abrazaba a su hija por la cintura.
–Bueno, la verdad es que es primera vez que en el ultimo juego alguien no tiene fichas, deberíamos poner penitencias mas duras para casos así, lastima que no hayamos dejado claro eso en las reglas-. Dijo Marcos.
Habiendo terminado el juego, finalmente Camilo logro ganar una mano, aun así ya había perdido la noche y como lo dicta la tradición, solo hay un ganador y los otros dos deberán cumplir sus ordenes durante una semana, nada imposible de cumplir y que por lo general es un quehacer que el ganador se libra de realizar. Marcos pagara su penitencia dentro de un mes, ya que se ira de vacaciones, por otra parte, Cristian y como de costumbre cada vez que gana, le pidió a Camilo que lo lleve en su taxi toda la semana al trabajo, lo que mas le gusto a Cristian de esa penitencia es que Camilo siempre lleva a su hija en las mañanas, ya desde hace unos años que encuentra atractiva a Macarena pero solo desde que entro a la universidad que la ve de una manera diferente y con ese cuerpo no hay hombre que pueda reprochárselo, hasta el momento no había tenido oportunidad de verla como se viste para ir a la universidad ya que este era su primer semestre y Cristian había estado de vacaciones, la idea realmente le emocionaba.
Llegado el día lunes, Camilo paso a buscar a Cristian, por lo general cuando va con Macarena esta se cambia al asiento trasero y Cristian ocupa el copiloto, esto es por que ella baja antes y el continua el viaje con Camilo. Desde el primer momento que la vio supo que no se había equivocado, Macarena ya era una mujer y la universitaria mas sexi que hubiera visto jamas. Ya en el auto ocupo el espejuelo del auto para verla cada vez que podía durante el viaje tratando no ser tan evidente, era un monumento… tenia una vista privilegiada, un escote que invitaba a posar la vista y dios, esa entrepierna que de vez en cuando se asomaba, definitivamente debe estar depilada, no habría manera de ocultar nada bajo ese pequeño hilo que usaba por ropa interior, Cristian cada vez se excitaba mas y ya su erección comenzaba a fastidiar en el pantalón, en ese viaje lo decidió, debía cogerse a Macarena, paso el resto de la semana obsesionado teniendo ideas de lo mas locas que lo llevaban al dulce néctar y debido posiblemente a ese mismo ímpetu, finalmente dio con un plan que tal vez podría funcionar. Era momento de la fase 1: el anzuelo.
Le propuso a Camilo que salieran a algún bar ya que no se le hacia tan atractivo tener una partida entre dos el día viernes y así fue como terminaron bebiendo en un buen bar, esos que cuando salían de jóvenes a beber solo los miraban desde fuera. El plan de Cristian era sencillo pero eficiente, pretendía embriagar a Camilo y entregarlo a los brazos de una prostituta que tenia previamente contratada para seducirlo mientras el actuaria como el amigo razonable. Quizás y solo quizás, luego podría chantajearlo para ayudarlo a intimar con Macarena a pesar de ser su padre, la verdad es que lo estaba apostando todo, el no solo quería una noche de sexo y ya, el quería a Macarena como una adicta sexual, esa mujer debía hacerlo feliz a el y el quería compartir esa felicidad con tantos como fuera posible. De alguna manera todo durante el viernes en la noche sucedió como esperaba, se embriago, se fue con la puta a un motel y llamo a Cristian en la tarde del sábado, para pedirle por favor que no le dijera a nadie, cosa que Cristian como buen amigo acepto con mucho gusto. Era momento de la fase 2: la desesperación.
El día domingo en la tarde Camilo llamo a Cristian de manera desesperada, había recibido un email con unas fotos de una mujer ensangrentada y aparentemente muerta en el piso de un motel, era la prostituta con la que había salido, el mensaje citaba “uds lo hicieron, nosotros lo limpiamos, ahora deben cumplir nuestras instrucciones como acordamos”. Camilo estaba en pánico y no era para menos, ademas de las fotos de la mujer, estaba la foto de ellos dos y sus correspondientes familias, para Cristian todo iba tal y como se lo había imaginado, tenia a Camilo en sus manos y ahora lo haría caer en un espiral de inmoralidad que claro, involucraría directamente a Macarena. Cristian paso las siguientes 2 horas calmando a Camilo y haciéndole ver que lo mejor era esperar y ver que querían, por ahora la mejor apuesta era seguir las instrucciones, la otra vereda era tirar sus vidas por la borda, estaban juntos en esto y saldrían juntos, Camilo lo acepto.
Al siguiente día llegaron las instrucciones en una carta, que fue entregada supuestamente a Cristian por un desconocido, Cristian se la entrego a Camilo advirtiéndole que el no estaba de acuerdo y que la leyera con la cabeza fría, juntos idearían como salir de esta. Camilo a medida que leía la carta se le desfiguraba el rostro, en pocas palabras, se habían metido con unos tipos que hacían favores especiales y luego buscaban como rescatar la inversión de la manera mas rápida posible, en este caso, habían encontrado el negocio perfecto, Camilo debería filmar a su hija siendo seducida por un tercero mientras el manejaba su taxi, la situación debería terminar en sexo, incluso indicaba que debería haber sexo vaginal, anal y acabada en la boca, lo mas difícil era que la seducción debía ser real, tenían tres intentos para lograrlo, los cuales debían ser grabados y enviados a una direcciones de correo electrónico, para ayudar en tal efecto iban 10 pastillas de un color blanco, no parecían la gran cosa, eran pequeñitas, en las instrucciones indicaba que era una droga para aumentar el deseo y el placer sexual, así como al mismo tiempo que actuaba como un desinhibidor, pero que no alteraba en gran medida los demás sentidos o el raciocinio mismo, no tenia contra-indicaciones ni dosis peligrosa, máximo efecto en 30 minutos, dependiendo la dosis la duración es de 2 o mas horas. Las instrucciones también indicaban que si al tanto de los 3 intentos no lograban el objetivo, de todas formas quedarían liberados de la deuda, sin embargo Camilo jamas podría intervenir durante la filmación para que no se cumplan los objetivos y sera responsabilidad del tercero hacer todo lo posible para llevarlo a cabo… ese tercero debía ser Cristian, después de todo era el segundo chantajeado. Las ultimas instrucciones eran claras: dia 1 = 1 pildora, dia 2 = 1 pildoras, dia 3 = 8 píldoras, finalmente la amenaza, todos morirían en caso de no cumplir la petición, tenían hasta el viernes a la media noche para enviar el correo. también indicaba que ningún rostro saldría en el video. Camilo no dijo nada, solo miro a Cristian y se fue con la carta en la mano.
Mas tarde en el mismo día, Camilo llamo a Cristian,
-Antes que digas nada, estoy dispuesto-. Dijo Camilo antes que Cristian pudiera hablar, se le dibujo una enorme sonrisa en el rostro.
-No estoy de acuerdo, no puedo hacerlo-. Dijo Cristian, con voz seria, intentando ocultar su ansiedad.
-Nuestras familias morirán, no puedo proteger a una hija muerta-. Dijo Camilo con una voz alterada pero decidida.
Demoraron 1 hora donde hablaron del tema lo mas fríamente posible y como crearían la situación adecuada dentro del taxi. Estaba decidido todo y Cristian se sentía como en navidad, apenas y pudo dormir unas cuantas horas, esperando a la mañana del martes, y el primer intento.
Intento 1:
La situación se dio así, Camilo le dio la pastilla a su hija escondida en el jugo de naranja que se toma todas las mañanas, probo un poco con el dedo para saber si el sabor había cambiado, no noto nada raro, llenaron el taxi con cajas que supuestamente debía llevar Camilo a una empresa, dejaron el espacio suficiente para 1 persona cómoda atrás, dos era posible pero muy apretado e incomodo, así Cristian y Macarena entraron al auto, ahora tenían 45 minutos para intentarlo, Camilo miraba al frente serio intentaba no mirar hacia atrás pero era inevitable.
Habían pasado ya 5 minutos en el auto y Macarena ya tenia unos 25 minutos desde que se tomo el jugo, la pastilla ya debería estar en su máximo efecto, era momento de hacer la jugada, Cristian comenzó a moverse algo incomodo.
-Maca, crees que puedas sentarte en mis piernas? -. La tomo algo de sorpresa, habían pasado unos cuantos años desde que se sentó en las piernas de Cristian, sobre todo por que ya se había dado cuenta como la miraba desde hacia un tiempo, sin embargo por alguna razón esa situación le pareció en ese momento hasta algo atractiva, hacer sufrir un rato a Cristian con sus dones femeninos.
-Claro, voy súper apretada, gracias Cris-. Cristian no lo podía creer, había sido demasiado fácil, tanto que ni siquiera alcanzo a disimular su erección cuando Macarena se estaba montando en sus piernas, ella lo noto, en uno de sus muslos y claramente estaba preparado y listo, solo se sonrió
, ella misma se desconocía le parecía poco importante y muy atractivo que un hombre estuviera en esa situación, quizás podría jugar un poco. Cristian no se movía y a veces veía como Camilo lo miraba, ya habían pasado unos 35 minutos, debían continuar y rapido, para sorpresa de Cristian, Macarena volvió a simplificar todo, en un momento se acomodo y la verga de Cristian quedo justo entre ambos muslos, no lo podía creer, le daba la sensación que Macarena hacia pequeños y casi imperceptibles movimientos, no, no lo imaginaba ella estaba exitandose, era todo lo que necesitaba, había llegado el momento. Puso una de sus manos en el muslo de macarena, sobre la tela de la falda que llevaba, ella no dijo nada incluso cuando ya el estaba tocando sin descaro, Macarena no sabia que pasaba pero esa situación la tenia muy caliente, era como un juego, el pobre Cristian debería estar a punto de explotar, en ese pensamiento y viendo que ya habían pasado de la vergüenza y sin medir consecuencias ella hizo mas evidente su movimiento de caderas, Cristian no tuvo problemas en acercarse con su mano al cierre de la falta, este estaba a un costado, lo desabrocho y llego al paraiso, por fin sus manos tocaban esas nalgas perfectas, pronto descubrió que Macarena estaba totalmente depilada, sus dedos jugaban en su entrepierna, llena de jugos debido a la droga, Macarena no podía ni quería detener la situación, Camilo sabia lo que pasaba, no decía nada, era un verdadero robot sin expresiones. Cristian eyaculo en sus pantalones entre tanto roce y excitación, Macarena, por su parte tuvo el mejor orgasmo que haya tenido en su joven vida, de pronto Cristian saco su mano desde la entrepierna, Macarena lo entendió, ya debia bajarse, por alguna razón no se sintió avergonzada en ningún momento, al contrario aun estaba muy caliente, descubrió algo en ella que no conocía o al menos eso creía. Camilo y Cristian no se hablaron durante todo el camino, solo ya en la noche Camilo llamo a Cristian y prepararon el siguiente intento como si nada hubiera pasado hoy, seria la misma situación el día jueves pero Cristian iría mejor preparado y seria mas atrevido, eligieron ese día por que los miércoles Macarena no tiene clases temprano y se va sola en locomoción colectiva, tenían el tiempo en contra.
Intento 2:
Cristian estaba emocionado, esta vez venia decidido y con varias sorpresas, casi no podía esperar, solo faltaban unos minutos para que pasara Camilo, en eso recibe un mensaje de texto que citaba “no la tomo.”, no lo podía creer, no tenia detalles de lo que había pasado pero se sintió realmente decepcionado, pero bueno las cosas habían ido demasiado bien, no se podía quejar, esto solo era un retraso. Pasaron un par de minutos cuando llego el auto y para desgracia de Cristian Macarena se veia mas hermosa que nunca, con un vestido realmente corto, aun mas se decepcionaba.
– Hola, Cris hay poco espacio, entras tu primero así me voy en tus piernas-. Dijo Macarena mientras se acercaba a darle un beso en la mejilla a Cristian, este no lo podía creer, se supone que ella debería recordar lo de ayer y si no se tomo la pastilla ¿como podía no esta cohibida?.
– Dame un segundo, ya subo.- Decía Cristian mientras rodeaba el auto hasta donde Camilo y en voz baja le pregunto – ¿la tomo? -.
– No, tiene el jugo en su mochila en una botella, dijo que se la tomaría en un rato, hasta ahora no lo ha hecho – Le respondió Camilo en voz baja y con cara de confundido.
– Cris! Sea mas rápido y subase!-. Grito Macarena desde el otro lado del vehículo.
Cristian lo entendió todo, Macarena lo estaba haciendo por voluntad propia, al parecer había descubierto a una pequeña zorrita, nuevamente la suerte le sonreía, casi no se dio ni cuenta cuando ya estaba arriba del auto y de pronto lo sintió, ella se sentó exactamente en la misma posición que el día anterior.
Camilo por su parte se percato y comprendió con mucha incredulidad lo mismo que Cristian, este aun algo confundido llevo su mano cerca al tablero donde había un pequeño interruptor que claramente no pertenecía al auto, encendía un sistema de cámaras que Cristian había mandado a instalar para cumplir con la supuesta extorsión, estaban en las cajas, asientos, piso, techo y donde podría ocultar un lente, no quería perderse nada, tenia que guardar para siempre como convirtió a Macarena en una puta.
Apenas y Macarena estaba ya sentada en sus piernas Cristian no perdió mas tiempo y fue directo a sus piernas, la falda lo facilitaba todo esta vez, era corta y de una tela muy ligera, no demoro mucho en llegar a la diminuta ropa interior la cual no fue muy complicada de superar, ya estaba totalmente húmeda, la muy zorra se nota que había estado esperando el momento, Cristian sabia que no era ningún modelo de hombre, del 1 al 10, quizás algún día fue un 7, ahora con la edad un 3 lo describiría bastante bien, si esta hermosa muchacha era capaz de excitarse pensando en el, muy posiblemente podría ser capaz de coger con quien sea, solo la idea le fascinaba, tenia muchos planes para Macarena.
Cristian no demoro mas de 2 o 3 minutos y con un susurro en el oído le indico a Macarena que abriera el bolso, según el “habían unas sorpresas” , Macarena no tardo en agacharse un momento para abrir el bolso que se encontraba a sus pies, nunca detuvo el pequeño vaivén de sus caderas con el que pretendía tener excitado a Cristian y la verdad es que estaba muy caliente, cuando abrió el bolso, dentro vio 4 objetos que intuyo eran juguetes sexuales, uno era un vibrador o eso creía, tenia forma de un tampón algo mas grande, una cosa que eran unas pelotas pequeñas que estaban sujetas una junta a otra por una especie de goma, un pequeño consolador algo extraño que le recordó a un árbol de navidad y por ultimo un enorme consolador con forma de pene bastante clásico, pero definitivamente llamaba la atención, por dios! Era mas grueso que su antebrazo!. Cristian había dudado del gran consolador, ni siquiera sabia si podría usarlo sin ser demasiado evidente o si era muy pronto para superar ese limite frente a Camilo, lo cierto es que tenia unas ganas enormes de verlo en acción.
Fue la misma Macarena que mas que nada llevada por la curiosidad tomo las pelotas y se las acerco a Cristian, lo miro por encima del hombro con cara de extrañeza. Cristian tomo las pelotas y las comenzó lentamente a introducir en su ya inundada vagina, la primera, mas pequeña que todas sin ningún problema entro al igual que la segunda que la siguió casi de inmediato, Cristian las retiro en un rápido movimiento que hizo estremecer a Macarena, y volvió a introducirlas, esta vez introdujo la tercera pelota, Macarena sintió como ya la primera pelota estaba tocando sus paredes interiores y ciertamente había sentido entrar esa tercera pelota, ¿cuantas eran 4 o 5?, le tomo la mano a Cristian y saco rápidamente el juguete, casi y no puede contenerse de emitir un quejido, Cristian se acerco a su oído y le susurro:
-Saca el pequeño, ya volveremos con este mas tarde -.
Macarena le hizo caso, cuando esta se agacho Cristian aprovecho para subirle completamente la falda, tenia sus nalgas desnudas contra… ¿que era eso? Macarena lo supo, tenia su pene afuera y en posición para penetrarla, la verdad es que lo deseaba pero no iba a dejar que sucediera, le excitaba en demasía que Cristian solo pudiera jugar pero no realmente cumplir su deseo, no lo permitiría, se paro rápidamente y se puso de lado sentada en las piernas de Cristian – necesitaba cambiarme de posición, lo siento Cristian – Dijo Macarena, a modo de excusa y como advertencia de que esa zona aun no estaba permitida, no para Cristian de esa manera, esto no hubiera sido posible si hubiese tomado las píldoras, la verdad es que finalmente eran bastante potente, aunque ella hasta ese momento aun ni siquiera se entera que la primera vez, su actuar fue producto de las píldoras, el placer que sintió fue tanto, que incluso cambio su percepción de ella misma.
Cristian le sonrió, tomo el vibrador y se lo introdujo sin mayores rodeos, – ¿mañana sera el ultimo día que llevemos estas cajas verdad Camilo? –
Si, le respondió Camilo como un robot, realmente el no sabia que pasaba, ya estaba en otro mundo, no podía seguir mirando, solo se preocupaba de conducir.
Cristian le susurro a Macarena, – aun me queda la esperanza de la tercera cita, pero ahora se que debo esforzarme mas -. Lo prendió, sin avisar en máxima potencia, Macarena dio un gemido que logro disimular con un pequeño bostezo. – Deberías apoyar la cabeza en el asiento delantero y dormir, aun quedan unos 20 minutos para llegar -, dijo Cristian en voz alta, Macarena lo entendió, el quería que ella estando de costado se apoyara en el asiento delantero y así tener un acceso mas libre a sus placeres, lo hizo sin pensarlo, e incluso dándole un poco la espalda a Camilo en un muy mal intento de obstruir lo que pasaba atrás, fue un acierto, Cristian ahora tenia acceso también a sus enormes pechos, solo debió tirar un poco del escote para que uno saliera como una gran masa, Macarena ayudo con sacándola del sostén, era preciosa, un pezón ni muy grande ni pequeño y algo rosado, sin pensarlo lo puso en su boca, estuvo unos 30 segundos jugando, el vibrador no paraba, Macarena tenia su primer orgasmo, Cristian lo supo por la cara que ponía.
Cristian sin dejar si quiera descansar a Macarena, ni perder el valioso tiempo, tomo el consolador mediano, era un dilatador anal, y lo introdujo junto al vibrador en la vagina de Macarena, su intención era lubricarlo con sus propios jugos vaginales y quizás luego saliva. Macarena pensó que solo era un simple consolador, Cristian con la otra mano empezó a meter un dedo en su apretado culo con la ayuda de un poco de saliva, Macarena le retiro la mano con el brazo, en eso sintió que saco el consolador mediano, seguido de un dolor, el muy cabrón le había metido el consolador en el culo, no estaba metiendo el dedo, la estaba ensalivando. Macarena no emitió ruido, lo soporto y en el fondo muy excitada, era la primera vez que tenia algo mas grande que un dedo en su culo, dolía pero la situación la había superado, sin darse cuenta tenia el pene de Cristian en su mano, haciéndole una paja, eso seria todo lo que recibiría de ella hoy, después de todo no había sido del todo un caballero. Tenia los ojos cerrados, quizás no debió hacerlo, por que en eso Cristian introdujo el consolador gigante, o parte de el, en su vagina, estaba tan húmeda que a pesar del tamaño solo basto un buen poco de presión para que entrara casi la mitad, Macarena abrió los ojos tanto como pudo y vio esa enorme cosa salir de su concha, no sabia siquiera que pudiera expandirse tanto, le dolía, le gustaba, dejo de pajear a Cristian, tomo con ambas manos el consolador y lo empujo ella misma tanto como pudo y el dolor la dejo, casi había olvidado el culo ya, si no fuera por que Cristian en ese momento se lo saco y volvió a meter bruscamente, para Macarena era un nuevo orgasmo, Cristian lo sabia, era perfecta, el mundo era perfecto.
Macarena había tenido tanto pequeños orgasmos que ya estaba cansada y casi olvida donde estaba, debían quedar unos 5 minutos para salir de la carretera, en esa pose era visible para cualquiera desde fuera, bueno alguien mas ya lo sabia, al costado del auto iba un furgón de trabajadores que estaban viendo todo el espectáculo, quizás hace cuanto atrás que el chófer intentaba igualar la velocidad para satisfacer a sus colegas y ahí estaba ella, dándoles de primera plana como un enorme e increíble consolador empujaba un pequeño vibrador dentro de su concha, mientras un hombre de unos 50 a 55 años le metía y sacaba un consolador del culo, todo dentro de un taxi y el taxista ni se inmutaba. Macarena puso la cara mas cachonda que pudo imaginar y saco la lengua mientras con una mano hacia la forma de un teléfono, Camilo noto la situación y no sabia que pasaba atrás, pero sabia que esos tipos estaban disfrutando el espectáculo, se cambio de carril un par de veces y los perdió. Cristian no podía creer la clase de perra que era, de seguro podría tirárselos a todos, pensó, mientras cogía las bolas y se las metía en el culo, Macarena pensó que era el mismo consolador que había vuelto, hasta que nuevamente se acordó del culo cuando entro la segunda pelota, eso dolio, todo dolio, todo lo queria, Cristian empujo la tercera pelota, un orgasmo, lucho un rato por meter la 4, pero el dolor fue demasiado para Macarena y le aparto la mano para que dejara de hacer presión, 3 bolas dentro era lo máximo que su culo podía soportar.
Camilo miro por el espejo y lo vio todo, tenia 2 pelotas saliendo de su culo, osea que tenia 3 adentro de su muy dilatado ano y en su vagina un enorme tronco le salia, por dios era enorme, ¿y acaso ese no era el cable el control del consolador que le había mostrador Cristian? ¿También lo tenia dentro? Pero definitivamente lo que cambio a Camilo fue su rostro, su hija estaba teniendo el orgasmo mas largo y fuerte que había visto en una mujer, era un zorra, tenia la cara con lagrimas y estaba haciendo todo eso delante de su padre, como si no la viera. Camilo, ahora ya no veía a su hija, era solo un trozo de carne, que no merecía el respeto de ningún padre, el había fallado, no había vuelta atrás, su hija era una zorra y el lo aceptaría y la entregaría al mundo como lo que es, Camilo había enloquecido.
Cristian, le saco todo menos el vibrador, ya habían salido de la carretera y pronto llegarían a destino, se lo dejo encendido en bajo y le acomodo la ropa, mientras le susurraba – te lo dejas, no es necesario que lo traigas mañana o que me lo devuelvas -. Macarena asintió con una sonrisa algo cansada y muy muy muy sexy, que confirmaba que la usaría el resto del día o hasta donde las baterías duraran, lastima que nadie le dijo que las baterías en ese pequeño vibrador duraban mas de 2 días.
-Macarena, tengo las piernas dormidas ¿podrías tratar de sentarte en el asiento?-. No lo entendió, aun quedaban 5 minutos, ¿acaso no quería seguir?, no, no era eso, el quería una mamada, Macarena puso cara de que lo estaba pensando y se abalanzo, Cristian estaba en el cielo. Camilo en otro planeta veía como su hija hacia una perfecta mamada, por su cabeza pensaba que su hija era muy buena siendo una zorra así que desde ahora en adelante la trataría como lo que es y lo fomentaría, si su hija seria una zorra, seria la mejor. Macarena, macarena a estas alturas ya estaba tragándose una viscosa leche fresca, justo, ahora debía bajarse, aun se saboreaba mientras el vibrador seguía haciendo su trabajo. Esta vez su padre pasaría a buscarla dentro de unos 30 minutos, ella solo iba a realizar unos tramites administrativos de la universidad, así que pasaría a supuestamente dejar a Cristian y luego la pasaría a buscar para llevarla nuevamente a casa, se despidió como si nada de ambos, quienes la vieron alejarse hacia la universidad mientras de su mochila sacaba una botella de naranjada de la cual bebía.
– Emmm esa botella tiene la droga ¿verdad? -, menciono Cristian.
– No te preocupes, no necesita ninguna droga para ser una puta-. Contesto Camilo, decidido a todo, -Ademas, ya tenemos el oral, ahora solo falta todo lo demás, dudo que dejemos satisfecha a esa zorra solo con eso, pero ya veremos que hacemos para remediarlo -.
Cristian estaba feliz, no lo podía creer ni en sus mejores sueños este plan saldría de esta manera, pero lo disfrutaría y ahora con la venia de Camilo, la disfrutaría a ella todo lo que quisiera y como quisiera.
Continuara…
2 respuestas
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