Yo llegué a conocerla a través de amigos comunes que poco a poco nos enredaron y acabamos en las redes del amor.

Ella aportaba su experiencia con otro novio anterior que la había iniciado en las artes amatorias.

A los 15 años ya era una experta .Los retozones , los besos en oscuros portales y en los parques le habían convertido en una profunda conocedora del dejarse llevar y aceptar de buena gana lo que llegara.

No creo que hubiera penetración , al menos así lo ha dicho , pero también me ha reconocido al menos un orgasmo. Según ella con un beso .

Nunca lo sabré . Lo cierto es que así ella me encontró totalmente  tonto e hizo de mi un hombre ilustrado y perfeccionista .

Leía lo que caía en mis manos sobre el sexo y mi placer era estimularla aún más.

Practicamos bastante a hurtadillas y ella se mostraba atrevida y gozosa.

Sus caderas , muslos y su incipiente escote eran objeto de mis deseos.

Ya en el matrimonio la niña se transformó en una hembra placentera.

Me gustaba exhibirla y a ella le iba la marcha.

Los juegos no eran inocentes y la picardía de ella combinada con la complicidad nos estimulaba y hacíamos juegos atrevidos frente a todos .

El más común era desprenderse ella de sus bragas y abrir las piernas en las terrazas y bancos públicos.

Más de uno cayó en la trampa.

Hay mucho mirón. Y mucha necesidad .

En el cine a veces enseñaba los muslos al de al lado esperando respuesta. Si era normal sólo miraba pero una vez tuvo un agarrón con bronca.

Nos iniciamos viendo porno y salíamos cachondos de los cines.Más de un orgasmo tuvo ella entonces.

Nuestras hijas crecían y ella también . Llegados los dos a los 40 ella estaba estupenda y le empezó a rondar un amigo común.

A menudo se enzarzaban en las cenas y se procuraban además de miradas divertidos arrimones y sus manos se buscaban.

En la oscuridad de la noche le frotaba al amigo mientras hacíamos sexo y ella llegaba al éxtasis mientras yo me corría.

Tanto usamos el recurso que ella se estimulaba recordándome aquel día que jugando se besaron con lengua.

Cerraba sus ojos y se acariciaba el clítoris mientras pensaba en él.

Llegó a ser una obsesión y un día tuvimos una larga charla donde los dos nos desnudamos con nuestros pensamientos más eróticos comunes.

Si bien ella demostraba pasión por el amigo yo desencadenaba morbo para añadir un poco de sal a la relación.

Planteamos ambos la forma y manera de satisfacer nuestros instintos , bien con él a solas o bien con la pareja.

Su esposa me gusta y a cambio de ceder la mía me gustaría complacer a la otra . Pero es más fría y le cuesta. He tenido con ella algún disgusto por nombrarle algo sexual que no le ha complacido.

Así que la apuesta era dura .Pero se presentó una ocasión de oro . El amigo se destapó . Empezó a mandar primero chistes subidos de tono por el móvil, pasó a videos y luego a mantener conversaciones sexuales proponiendo con jadeos una relación.

Estaba salido del todo y ella era la pieza a cobrar. No se debía notar pero le entró al juego y matenían conversaciones de alto voltaje .

Ella me las contaba y se ponía a cien por hora.

Era algo obsesivo y a la vez un reto. Le propuse una cita en nuestra casa un día que estuvieran las hijas fuera.

Y así fue . Una vez llegado a casa le pusimos las cosas claras . Yo estaba al corriente de todo y deseaba que ellos tuvieran una sesión de sexo para saciar ambos el furor que mantenían.

Ella se había vestido de froma apropiada y estaba sentada a su lado.

No hizo falta más . Yo en el sofá y ellos en el tresillo jugando con sus bocas, manos y cuerpo.

Retozaron y el amigo en un momento me miró y pidió permiso para rematar con penetración.Ella lo condujo a su vulva que esperaba ansiosa aquella polla admirable que complacía alegremente y chorreaba dejando la alfombra mojada.

LLegó el momento y su abrazo me llenó de placer , tuve la sensación de un orgasmo pero no derramé.

Su cara de felicidad y sus ojos cerrados me transportaban a pensar que estaba viendo una peli porno y la protagonista era ella.

Estuvieron largo rato con besos profundos y practicando mutuas felaciones y en la recta final ella se acarició su clítoris y estalló de placer, el amigo se corrió dentro de su vagina y descansaron durante largo tiempo y con besitos.

Los dejé a solas y cuando volví se había ido.

Ella me besó al igual que yo a ella y ya en la cama sellamos y firmamos un pacto .Ella era libre y nada de secretos entre los dos.

Seguría siendo mi musa y la amante de quien quisiera.

Y en nuestras relaciones sexuales aparecía de vez en cuando el amigo feliz.