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Anónimo

febrero 20, 2018

776 Vistas

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Un relativo lejano.

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              Este hombre me advertia «lo que veas aqui, lo miras y te callas» le conteste que no habia problema y que yo todo lo queria era solo trabajar para salir adelante. Arturo, al cual le llamo relativo mio era un hombre que le caia bien a todo mundo en la compañia y a veces una que otras mujeres me preguntaban «Oh! Arturo es familia tuya?» les explicaba de manera corta que Arturo era un relativo lejano que me habia ayudado a colocarme en su trabajo, pero algunas mujeres expresaban otra cosa que me imaginaba que Arturo ya se las habia cogido. Miraba como algunas de ellas lo buscaban para hablar con él, pero estaba advertida que lo que viere mi boca deberia permanecer cerrrada. A veces el se iba a trabajar con alguien de la compañia para ir ofrecer los productos al mercado y siempre lo acompañaba una mujer.

              Arturo se acercaba muy serio a mi solo cuando me queria preguntar si estaba entendiendo el trabajo y no decia nada con respecto a mi apariencia femenina como lo hacía con otras. Nunca antes me habia interesado Arturo como cuando comence a trabajar con él en la compañia pues su popularidad obrera era muy grande. Comence a ganar dinero y comence a vestirme mejor y con propocito usaba unos jeans que se me notaba la chepa que cualquier hombre se tenia que detener para mirarme en medio de mis piernas, algo que me ponia caliente de inmediato mas si era un hombre que me gustaba. Quise romper el hielo con él y a veces hacía poses atrevidas para que él se fijara en mi, pero nunca le vi interes de hacerlo. Él me tomaba muy en serio como ser relativo a él, pero algunas mujeres que hablaban con él solo me hacian pensar lo rico que tal vez Arturo podia coger como tambien me podia estar equivocando con él en que la mala de la pelicula podria ser yo.

             LLego un jefe y nos llamaba a su oficina para decirnos que Arturo y yo juntos iriamos al dia siguiente atrabajar al campo con muestras al mercado del publico. No mire contento a Arturo cuando escucho que yo seria su acompañante y le decia que yo tambien podia ser amena promoviendo articulos de la compañia en el mercado. «Puede ser Mariana, pero a veces ni yo mismo creo que tu trabajas aqui conmigo. En lo personal a mi me gusta el trabajo porque lo he hecho a mi manera y me divierto mucho» Me dijo Arturo y le conteste que no me tenia que decir porque yo lo habia notado «Te conozco desde los dieciseis y mira lo que eres, toda una mujer con dos hijos y un esposo al cual ayudas con este trabajo» me decia Arturo y me preguntaba cómo me sentia el saber que iba con él al campo del mercado, con la oveja negra de la familia. Ya sabia que a veces le llamaban asi a Arturo y le preguntaba si él era en verdad la oveja negra de la familia…Arturo se puso a reir y me decia «Te veo mañana Mariana» 

             Nos fue bien en el mercado del negocio y una tormenta de nieve que habian estado anunciando nos atrapaba en el camino de regreso a la compañia que nos era imposible continuar guiando mas y salimos de la carretera para buscar donde refugiarnos del la tomenta. Arturo llamo al jefe de la compañia y éste daba orden de buscar un hotel porque la tormenta continuaria toda la noche. Arturo me decia que nos teniamos que quedar en un hotel porque la tormenta de nieve iba para largo toda la noche. Mi corazon latio fuerte al escuchar lo del hotel porque nunca me imagine una situacion asi con Arturo en un hotel. Arturo guiaba despacio y llegamo a un pequeño hotel. Desde ahi llame a mi esposo para explcarle mi situacion y me dijo que él iba ir a buscarme para regresarme con él a casa. Estabamos a dos horas de camino, pero con la nieve, esas dos horas se harian siete horas en solo llegar al hotel. Mi esposo me pregunto si los cuartos estarian separados y le dije que si, Arturo en el suyo y yo en el mio y que la compañia pagaba por la noche en el hotel. Mi esposo me dijo que ya estaba nervioso y recordaba el apodo de Arturo «Recuerda mi amor que Arturo es la oveja negra de la familia» le prometia a mi esposo que estuviera calmado y que su cosita solo era de él y solo de él.

           Arturo abrio la puerta del cuarto y le preguntaba «Los dos aqui Arturo?» el me miro y me decia «Eso es lo que esta pagando la compañia o quieres tu hablar con el jefe para que te alquilen a ti otro cuarto» Yo le dije a Arturo «Dejalo asi y ya veremos» Nos acomodamos en el cuarto y habian dos camas separadas. Se sentian bien rico el ambiente del cuarto bajo la fuerte tormenta de nieve. Me asome a la ventana y todo se miraba feo afuera del hotel. Despues de cenar regresamos al cuarto y me nos bañamos por turnos. Arturo salia del baño con una toalla envuelto de su cintura para abajo, pero le notaba como su berga se pintaba bajo la toalla que tenia puesta en él. Yo me bañaba y pensaba en lo que podria pasar por el resto de la noche y cuando salgo del baño sorprendo a Arturo mirando porno en la television, pero al verme de inmediato apago el televisor y le dije que la dejara encendida. Yo no queria que la encendiera, pero para mostrar mi valentia de que una pelicula de porno no me iba a poner nerviosa le decia que la encendiera y que él siguiera mirando si pelicula porno.

Lo que empezó aquí puede continuar en privado. Ver ahora

           Me fui a la cama como una relativa de él y me ponia en posicion fetal contra Arturo y la television que con bajo volumen podia escuchar los gemidos de las mujeres en la pelicula porno. Yo estaba cubierta con una sabana de la cama y me encontraba desnuda porque habia lavado el calzon en el baño y lo habia dejado tendido para que se secara. Cai dormida sin darme cuenta y pensaba que Arturo podia llegar a mi cama, pero me equivoque y mire a la television y la pelicula habia terminado y cuando mire a la cama de Arturo, éste estaba desnudo durmiendo boca arriba y desarropado con una ereccion de berga que lo podia comparar con un periscopio que busca algo a su entorno. Mi mente cambio en ciento ochenta grados y mi corazon palpitaba muy ligero. Apague la television y la luz de la calle alumbraba un poco hacia dentro de nuestro cuarto. Me levante para ir al baño y me iba desnuda mirando la berga de Arturo haciendome que ya me la tragaba por la chucha.

           Termine de orinar y al salir del baño tropece con Arturo y sentimos los dos, nuestros cuerpos desnudos. Me quede ahi parada como estatua y Arturo me abrazaba en lo obscuro del cuarto. No queroa levantar mis brazos para responde al abrazo de Arturo y como si ya hubiese sido de él , éste se arodillo y me comenzo a mamar la chucha. Me guusto sentir su lengua en mi raja porque lo sabia hacer, poco poco yo abria un poco mas mis piernas y con culpabilidad mis sentimientos se hiceron a un lado y me ponia mas caliente me recorde de algo de Arturo «No solo me coloco en su trabajo sino tambien me iba a coger» Me puso contra la pared y me lamia el culo con todas sus ganas y eso me ponia mas bellaca de lo que mi esposo me ponia. Nos fuimos a la cama y me tocaba mi turno de mujer que comence con el sesenta y nueve haciendolo de lado. Eran la una de la madrugada y mi esposo llama preocupado para ver si estoy bien. Me saco la berga de Arturo de la boca y contesto pretendiendo que estoy ya dormida «Si papi, que paso?. Claro papi, estoy bien y muy segura con esta tormenta. Si, él esta en su cuarto y yo en el mio. No deberias de preocuparte que la oveja negra de la familia ya duerme porque mañana a buena hora salimos directo para el trabajo…esta bien, que tu tambien tengas felz sueño» Mientras hablaba con mi esposo, Arturo aprovechaba metermela en la chocha y me pisaba /cogia / Eran las dos de la madrugada y por fin los dos nos dabamos nuestras corridas despues de habernos conocido muy bien en la cama.

            Hicimos buena venta con Arturo que ahora viajamos juntos en el campo del mercado. Hacemos temprano nuestro rabajo y despues nos gozamos los dos cuando nos dan ganas de coger. Algunos en la compañia sospechan que Arturo me coje, pero no me preguntan nada porque no doy oportunidad de que pregunten. Arturo continua llegando a donde trabajo y ahora si me dice lo rico que me miro cuando sus ojos me miran el bollo dibujado en el jeans que llevo puesto y me dice en voz baja que le gusta mucho mi bollo…espero que nadie mas llege ahi para yo seguir trabajando con mi relativo, por mientras yo me lo gozo hasta que la magia de los dos se termine.

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3 respuestas

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