Al siguiente verano mi hermana me invitó unos días a su apartamento en la playa. Yo acepté pero antes decidí prepararme para el encuentro. Me depilé los testículos y parte del pubis dejándome un triángulo sexi como hacen las tías. Me depilé también el trasero.

Cuando llegué me enseño mi habitación. Le dije que iba a darme una ducha. Mientras ella preparaba el baño yo me desnudé por completo y procuré tener una media erección. Salí de la habitación desnudo y la busqué con la excusa de pedirle una toalla. Se quedó mirando y yo fingí naturalidad, pero su mirada sobre mi sexo me produjo una erección instantánea. Joder, dijo, que bien arreglado llevas el aparato dijo. Le contesté que también me había depilado el culo. Me dijo a ver. Me voltee, y noté su mano acariciándome el culo. Qué suave me dijo. Voy a buscarte una toalla y vamos a tomar el sol y bañarnos como en los viejos tiempos.

Mientras me duchaba dejé la puerta abierta y ella entro para pedirme opinión del tanga que llevaba. Iba sin sujetador. Sus tetas eran pequeñas y duras con grandes pezones. A mi se me volvió a poner dura. Veo que te gusta me dijo. Pero cuidadin que somos hermanos. Yo la veía más como mujer que como hermana así que salí de la ducha y le eché mano a las tetas. Que duras las tienes. No se incomodó, simplemente se rió y me tocó el pene. Tu también lo tienes duro, y que suave.

Sin dilación salimos hacia la playa nudista. Allí pusimos las toallas y ella se desprendió del tanga. Ella también iba completamente depilada. Me pasó la crema y me dijo, a que esperas. Como en los viejos tiempos, ponme crema. Se había puesto boca arriba mostrando todo su sexo. Yo me deleité en su pubis y en sus tetitas, mientras procuraba que mis testículos rozaran sus piernas. En cuanto acabé se dio la vuelta manteniendo las piernas un poco abiertas. Acaricié su culo poniéndole crema y también procuré que mis partes rozaran su cuerpo.

Tras media hora de tomar el sol decidimos bañarnos. Caminar hasta la orilla de la playa completamente desnudo al lado de mi hermana me encantaba. Me exhibía sin pudor alguno y ella tampoco mostraba vergüenza.

Ya en el agua se abrazó a mí, pegando sus tetas desnudas a mi torso lo que provocó una erección mayúscula que ella admitió con toda naturalidad bajando una de sus manos y acariciándome los testículos y luego mi pene.

Me gusta como estas hermanito me dijo. No vamos a tener relaciones sexuales pero me apetece que nos hagamos una paja mutuamente.

Salimos del agua y me dijo que lo haríamos en el apartamento. Dijo que como estábamos solos podíamos ir desnudos por la casa. Que le parecía excitante. Entramos a su habitación y nos pusimos uno frente al otro y empezamos a masturbarnos. Cada uno a si mismo pero exhibiéndonos el uno al otro. Nos corrimos y pasamos juntos a la ducha.

Le pedí que repasara mi depilación y el goce fue estupendo. Luego me untó crema aftersun y me dijo. Te toca. Hice lo mismo.

Toda la semana mantuvimos el pasearnos desnudos por el apartamento lo que hizo que cada vez nos viésemos con naturalidad.

Todos los días bajábamos a la playa y en el agua siempre me abrazaba y nuestros sexos llegaron a rozarse. Ambos gozamos de esos momentos aunque nunca nos planteamos hacer el coito.

Continuará…