Recapitulando de personas que me rodeaban, Mariela es mi madrastra siempre le llame madre pues la veía como tal, una mujer sumamente hermosa, de cuerpo voluptuoso y rostro hermoso, Alejandro mi novio del colegio con quien pasaba la mayor parte del tiempo, aunque a veces es un poco torpe y niño robo mi corazón, Brayan el vago que sabía mi secreto, ya se veía grande vivido era el típico chico malo.

Ahora bien, ese mismo día después de salir de la casa de Alejandro y practicar mi primer sexo oral, me acompaño a mi casa, la conexión entre nosotros se hizo más fuerte, el ya había perdido la vergüenza conmigo, se comportaba de manera más cariñosa, en el camino platicamos normalmente como si de solo un sueño se hubiera tratado nuestra primera experiencia sexual, yo la verdad si lo había disfrutado, me hacía sentir más mujer tener la capacidad de complacer a mi hombre, fue mi manera de demostrar mi profundo amor hacia él. Para cuando llegamos a mi casa, abrí el portón, lo invite a pasar un momento, nos sentamos en la sala, le ofrecí algo de beber y me comporte servicial. Me comento que linda casa tenia, muy cómoda y limpia, me alegro que lo notara pues me esforzaba por ser ordenada y pulcra.

En la parte superior escuchaba sonido de agua, normal pensé que mi madre tomaba una ducha, así que esperamos un poco, mientras platicábamos en la sala, nos reíamos, jugueteábamos, todo con tranquilidad, en la sala solo sobresalían los rechinidos de los sillones de piel siempre que hacíamos algún movimiento, Alejandro de pronto toco el tema de lo ocurrido en su casa.

Alejandro – oye me gustó mucho lo de hace rato.

Valeria – a mí también. Se lo dije apenada e inclinando mi mirada, mientras me mantenía sentadita derechita con mis manos entre mis piernas.

Alejandro – crees que podrías hacerlo de nuevo?

Lo mire fijamente y le dije – tal vez, pero ahora no, mi madre está arriba no quiero que nada malo ocurriera.

Pude observar el desánimo de Alejandro pues yo creo que tenía en mente que al invitarlo a mi casa continuaremos con nuestros juegos sexuales, aunque si me gustaría seguir pues el tenía algo que me encantaba, además cuando le hice oral en su casa el eyaculo en mi boca y yo no, me aguante hasta sentía un dolor en el vientre, como me encantaría descargar a mí también, eso me mantenía ganosa, pero aun con todo me mantuve firme ante mi deseo. Para cuando reaccione seguía escuchando  la ducha, se me hizo raro que durara ya tanto tiempo, me dispuse a ir a ver si estaba bien mi madre, le pedí un momento a Alejandro, le di unos besos muy lentos y acaramelados, tome mi mochila y subí las escaleras.

Entre a mi cuarto deje mis cosas, me quite los zapatos del colegio, me puse unos huaraches planos mas cómodos, fui a la recamara de mi madre me asome, vi su ropa sobre la cama, se me hizo sospechoso pues ella era igual de cuidadosa con el orden, ella misma me lo había inculcado, así que la ayude a recoger un poco, doble su vestido y acomode sus zapatos en el closet, cuando estaba haciéndolo escuche un ruido proveniente del baño, como una respiración fuerte, como cuando te quedas sin aliento y tomas aire estrepitosamente, me preocupe un poco, me acerque a la puerta de su baño, la abrí lentamente, el vapor del agua caliente era demasiado, asome mi rostro por apenas la rendija que había abierto, entre el denso vapor y la puerta corrediza de la bañera vi una silueta, no le encontraba forma, tarde un momento tratando de descifrar que era lo que veía, hasta que los movimientos me hizo tomarle forma, me quede incrédula al distinguir a mi madre hincada haciendo movimientos con su cabeza y un tipo de pie, yo me quede callada no dije absolutamente nada solo me dedique a observar, el vapor se iba disipando lentamente mientras mantenía la puerta abierta, no podía creer, mi madre la mujer soberbia inalcanzable hincada chupando como desquiciada un pene, era imposible, era inaceptable.

Cada segundo el vapor desaparecía y podía ver con más claridad, mi cuerpo comenzó a responder, mi madre parecía ser experta chupándosela a un extraño, se notaban sus grandes glúteos posarse en sus pantorrillas para después elevar sus caderas y engullir todo el miembro de esa persona. Mi mano fue bajando para levantar mi falda e introducirla por debajo de mi ropa interior, cuando sin darme cuenta ya estaba masturbándome viendo a mi propia madre hacer seo oral con desesperación, no soporte más, me aleje de la puerta a la pared consiguiente, apretaba mis pechos por encima de la playera con fuerza, mis ojos estaban cerrados con la imagen en mi mente, con mi pene en mi mano jalándolo completamente erecto, aunque era pequeño y delgado, sentía una completa estimulación, estaba a punto de eyacular cuando la puerta del baño se cerró y rompió mi momento.

Voltee mi rostro y me incorpore completamente asustada, cuando fui subiendo mi mirada vi primero unos pies grandes, unas piernas peludas, subí mi mirada más pude ver un pene flácido aun de tamaño con muchos bellos rodeándolo, un abdomen marcado de una persona delgada, asustada me atreví a ver el rostro del tipo que hace un momento estaba siendo estimulado por  mi madre. Quede atónita, pues era Brayan, ese maldito vago que se había metido en mi vida, ese momento no me salieron palabras, pues no podía creer de quien se trataba, espere todo tipo de hombres menos él y con mi madre!

Brayan – eres una niña muy sucia. Dijo en tono burlo para después, recargarme contra la pared y de manera salvaje meter su mano debajo de mi ropa interior, me tenía sometida contra la pared, y sentía su mano masturbarme nuevamente como la primera vez, tapaba mi boca para que no hiciera ningún sonido, me masturbaba fuertemente, a veces me dolía mi pequeño pene, lo jalaba muy fuerte, con las ganas de descargar que estaba conteniendo, la imagen de mi madre hincada succionando el miembro de la persona que más odiaba en este mundo me deje llevar, no tarde mucho en comenzar a eyacular en la mano de Brayan, sentí que salió en gran cantidad y sentí un alivio, el dolor en mi abdomen se detuvo y mis piernas perdieron fuerza caí sentada en el suelo recargada en la pared agotada. Mire al tipo despreciable, lo mire seria e indefensa, el solo se burló de mí, mientras embarraba mi semen por todo su pene, lo dejo brilloso y húmedo, aunque no estaba erecto estaba flácido y grande.

Brayan – límpiame la verga. Lo dijo mientras con movimientos de cadera golpeaba su miembro en mi rostro.

Yo le dije que no en voz baja y me rehusé, pero me amenazo nuevamente con contar mi secreto, mi cara de enfado se hizo notar, me decidí y le dije que sería rápido y me largaría.

El acepto felizmente, al querer tomarlo con mis manos me lo impidió, me soltó un manazo.

Brayan – solo tu boca.

Me acomode y conoce a chuparle el pene, lo metí lo más que pude en mi boca, era muy grande apenas me cabía la cabeza y un pedacito del tronco, le di unas dos chupadas para continuar con el resto con mi lengua y mis labios, lo limpie rápidamente y le cambie ese brillo de mi semen por un brillo de saliva. Terminando me puse en pie cubrí mis labios con mis manos y Salí corriendo de la recamara de mi madre, baje a la sala, vi a Alejandro ahí sentadito esperándome aun, el me miro dijo.

Alejandro – que te sucede estas bien?

Valeria – si todo está bien. Sonreí, me acerque a él y lo abrace.

El me correspondió, pues solo quería que alguien me sostuviera después de lo que acababa de ocurrir, tomo mi barbilla con su mano la elevo y comenzó a besarme, no podía negarme ni rechazarlo, así que deje me besara apasionadamente.

Mi boca ese día había pasado por mucho y él podía sentir mi saliva un poco más espesa de lo normal, mis labios se deslizaban como si tuvieran una  capa de aceite lo cual en cierta manera hacía sentir el beso más sucio y más húmedo que de costumbre. Terminando de besarnos no quería que viera al vago ni a mi madre, así que lo acompañe a la puerta, me despedí rápidamente e hice que se fuera.

Cuando volví a entrar vi a Brayan ya con ropa saliendo por la puerta, lo intercepte en la cochera y comencé a cuestionarlo, mi  voz se sentía agitada y furiosa pero siempre en susurro.

Valeria – maldito idiota que haces aquí, lárgate de mi casa y mi vida! Le dije furiosa, confrontándolo invadiendo su espacio personal.

Brayan se burlaba de mí y mi enojo, me veía como un objeto de su colección.

Valeria – de que te ríes idiota de mierda! Te dije que te largaras y jamás regreses!

En eso mi madre salió en bata a la cochera.

Mariela – hola Valeria acabas de llegar? Me alegra que llegues en este momento, tal vez dijo eso porque bien sabía que unos minutos antes los hubiera encontrado fornicando.

Yo continuaba furiosa, estaba casi morada del oraje de verlos a los dos actuar como si nada. Cuando mi madre dijo.

Mariela – Valeria, habrás notado que hace tiempo estaba saliendo con alguien, pues *quedo callada un momento en su bata de baño, se le notaban sus pezones y su vagina peluda* te presento a mi novio. Cuando acabo de decir eso se sonrojo por completo, me lo dijo en tono de enamorada boba.

Al escuchar eso, el mundo se derrumbó detrás mío, mi enojo y euforia se calmaron, y solo camine por un lado de Brayan, pase atónita con mirada al frente por un lado de mi madre hasta llegar a mi cuarto y encerrarme, no era posible, no lo podía creer, el vago? Mi padrastro? Ese maldito lujurioso sucio asqueroso ser, con mi madre, la profesional, sensual, narcisista, inalcanzable, era una pesadilla, solo deseaba lo fuera.

Continuara…