Cuando llegamos mi madre con una mirada cómplice me dijo:- Ve a tu cuarto y esperame, yo hablaré un segundo con Vanessa.

 Cuando entré a mi cuarto, encontré sobre mi cama un conjunto de bombacha y sostén color azul celeste, unas medias blancas casi transparentes, una mini falda de jean y una blusa blanca sin mangas y con detalles de puntillas formando florcitas sobre relieve. En el piso unos zapatos tipo «Guillermina», bajos con una tirita para ajustarlos.

  Me vestí con gran alegría. Las medias llegaban hasta arriba de las rodillas, dejando descubiertos los muslos musculosos de bailarina que me hacían unas piernas divinas. La mini cortita, me tapaba el culito pero debía tener cuidado con mis movimientos para que no se viera mi bombacha. Al sentarme debía cruzar las piernas y taparme el triangulito con la mano.(Yo pensaba que también podía «descuidarme» y dejar que se viera mi bombacha). Cuando despidió a Vanessa, entró contenta a mi cuarto para verme. Me abrazó y me dijo:- Siempre quise que fueras una nena. Cuando naciste tuve una pequeña decepción, pero ahora soy muy feliz. Te ves preciosa. Faltaría un poquito de maquillaje, pero estás perfecta. 

  Como sabrás, me he separado. Pero esta casa es de él. Tengo apenas unos días para encontrar un departamento. Mientras tanto, vivirás con Vanessa unos días,porque no quiero que él te vea como nena.

  Esta noche te llevo a su casa y esta esta tarde compraremos más ropa. Mañana iremos a una doctora para empezar un tratamiento médico con hormonas femeninas y te vestirás de nena siempre. ¿Te gusta la idea? Me largué a llorar de emoción. Nos abrazamos, lloramos juntas.

  De pronto suena el teléfono, era Delia. Cuando la atiendo, me dice que Octavio la tenía loca para que le organizara un nuevo encuentro conmigo. Parece que lo has enamorado. ¿Cuándo, dónde podría ser?.

  Le cuento que viviría unos días con la profe y que me podría visitar en el departamento de ella. Pero también le digo que si bien me gustaba un poco, no estaba enamorada.

Delia se sorprendió que ya hablara directamente en femenino. Y me dijo, qué importa sino estás enamorada, lo que importa es que te coja. ¿ Te gustó debutar con él? Si, me encantó. Y me gustaría repetirlo para saber exactamente lo que siento.

¡Esa es mi nena! Yo organizo todo.

  Ya instalada en el cuarto pequeño del departamento de mi profe, que tenía un pequeño baño, le conté que tendría otra cita con Octavio. Me dijo que lo invitara a visitarme allí. Prefiero que estés haciendo aquí, lo que de todas maneras harías, antes de que pudieras caer en un lugar peligroso. Él es un poco chico, no creo que lo dejen quedarse a dormir, pero pueden verse a la siesta…y si alguna vez lo dejan, puede  quedarse a dormir, aunque tenés una cama de una plaza…Sí que lástima dije con picardía, tendremos que dormir muy juntitos. Ahh! Que picarona se ha vuelto mi nena, dijo y me dio un besito en la boca.

Ese besito nos encendió a las dos y tomándome de la nuca me volvió a besar metiendo su lengua en mi boca mientras me acariciaba las nalgas por encima de la falda. No tardó en levantarla y apretarme el culito. Me besaba el cuello, mientras yo me refregaba contra ella y también la tocaba. Me fue desnudando y me llevó a su cama. Me gustan las nenas y los hombres. Y vos preciosa sos una nena con algo,aunque poquito, de hombre. Me tiró en la cama mientras ella se sacaba la bombacha quedando totalmente desnuda. Yo estaba en bombacha y medias a medio muslo.

  Se acostó abierta de piernas y me ordenó chuparle la concha. Me guiaba para que pase mi lengua por su clítoris. Luego me hizo subir arriba de ella y me chupó mi «clítoris». Cuando ya estábamos a mil, hicimos «tijerita» con nuestras piernas y mi penecito se volvió a meter en su vagina. Terminamos juntas, Hacer el amor con ella era tan placentero como hacerlo con un chico, pero yo quería ser penetrada. Al día siguiente después de comer debíamos ir a danza. Yo iría con mi faldita de jean arriba de mi maya de baile y Vanessa me prestó un tutú de ensayo. Cuando estaba por ponerme la maya, tocaron el timbre. Vanessa me dijo te busca Octavio. Me puse la minifalda rápido, las guillerminas y me pinté un poquito más de lo que estaba  Yo me voy a clases sola y los dejo. Por hoy podés faltar. Hizo pasar a mi chico que estaba visiblemente nervioso, mientras ella se despedía diciéndonos:- Bueno, pórtense bien,

  Cuando cerró la puerta, Octavio me miró preguntando si estábamos solos. Yo le puse mis brazos alrededor del cuello y le di un piquito. Sí estamos totalmente solos. Me abrazó por la cintura , me apretó y me dio un beso en la boca, que parecía querer comerme. Me quedé con muchas ganas de volver a tenerte en mis brazos, dijo, no me importa que hayas nacido varón, hoy te siento una mujer y quiero que seas mi novia. Hay, que lindo eso. Si quiero ser tu novia. Quiero ser tuya…

Bajó sus manos lentamente por mis nalgas y me levantó la falda, acariciándome, sobre la bombacha.-Nos sentemos en el sillón-dijo-

-Yo tengo una idea mejor, querés conocer mi cuarto?- Contesté  y comencé a caminar. Él me tomó desde atrás, estrujando mis tetitas y pegando su cuerpo a mi culo, con su pija totalmente erecta. Ya en el dormitorio, me sacó la blusa y el sostén y se desvistió. Me chupó las tetas, y me dijo chúpame la pija , de rodillas. Me subí a la cama y lo invité a subirse y de rodillas, mirándolo a los ojos se la chupé un largo rato. Entonces me acostó, me sacó la bombacha y me besó las piernas y las nalgas. No te saques la falda, por favor, me pidió. Me subió las piernas hasta sus hombros , besándolas y tocándolas, con la falda subida en mi cintura. De mi mesa de luz saqué lubricante para que me ponga y se ponga. Me penetró lentamente, mientras me decía que era la nena más linda que había conocido. Yo me contorneaba y gemía. Me bombeó en todas las velocidades, lento, más rápido , hasta que ya desenfrenado lo hizo hasta acabar dentro mío. Me tocó el pene y casi en el acto acabé. Qué rico…que lindo….Me gusta ser tu novia, me gusta que me folles….

El se tiró sobre mi y me dio un largo beso. Yo le empecé a tocar su pija y le dije al oído- Quiero más…aprovechemos que estamos solos…

Me volvió a follar…Sos mía…me decía. Y yo lo empecé a querer en ese momento. Me sentía mujer de verdad, estaba feliz.