Enseguida vino Delia para decirme que me llevaría a su casa para vestirme de «hombrecito» nuevamente, para poder volver a mi casa. Entonces se acercó la profe, y nos dijo que ella le había prometido a mi madre que me llevaría cuando termine la fiesta, ya que era ella quien le pidió permiso para que vaya y se hizo responsable de mi cuidado. -Me parece que no la cuidaste mucho – le dijo irónicamente Delia. Vanessa, la profe, contestó: – ¡Al contrario, ahora es una más entre nosotras y la pasaremos mejor que nunca!¿ No es cierto mi niña? ¿Te gustó que te hagan mujercita? – Si- contesté bajando la cabeza con vergüenza- pero mi madre se dará cuenta tarde o temprano y no se que le diré.

Vanessa, dijo:- Ya hablaremos- y nos hizo subir a su auto. Llegamos a lo de Delia para cambiarme y luego Vanessa me llevó, aunque no en dirección a mi casa. En el camino me dijo: Tu madre ya lo sabe. Me confesó que te veía tan contenta en mis clases que decidió facilitarte todo. Por eso me pidió si podía esta noche llevarte a mi departamento a dormir. Tu mamá está por separase y quería estar «sola» y me dio este paquete de ropa para que te pongas en la cama.( Yo sabía que las cosas no iban bien con mi padre, que en realidad era mi «padrastro» y sentí un gran alivio y una gran alegría)

Ya en su departamento, me entregó la ropa y me indicó que me cambiara en su habitación. La sorpresa fue la ropa que me mandaba mi madre: Un babydoll negro transparente, una bombachita negra con encajes y unas sandalias al tono. También crema corporal y una notita que decía escuetamente «Para que mi nueva hija empiece a vivir como más le gusta. Mamá».

Me cambié y me empecé a contemplar en el espejo. Llegó Vanessa y me dijo que estaba preciosa. Se cambió delante mío sin ningún pudor con un camizoncito cortito, sin sostén y sin bombachas. Tenía una sola cama, matrimonial, me invitó a acostarme. Dejó solamente la tenue luz de su velador encendida, que se regulaba con un botón para bajarla o subirla. La bajó al máximo. Me abrazó y se pegó a mi. Me besó el cuello,

mientras su mano recorría mi espalda y luego mis nalgas. Sos una nena muy hermosa me decía y me empezó a besar en la boca. Me tocaba las piernas, me besaba las tetitas, me sacó el babydoll y ella también se sacó su pequeño camisón. Me sacó la bombacha, y me indicó que le pasara la lengua por su vagina. Luego me puso de costado en la cama y se puso en tijerita con sus piernas entre las mías. Nuestros sexos se tocaban y yo disfrutaba mi primera vez con una chica, pero siendo chica también.  

Así en «tijerita» mi pequeño pene se metió solo en su vagina. Ella apretó sus piernas, y al aumentar el movimiento me hizo acabar  , terminando ella también. Nuestros gemidos habían inundado la habitación, y ahora la respiración de las dos que  fue calmándose lentamente.

Me abrazó y me dio un largo rico y caliente beso en la boca. Me dijo que me diera una ducha y me vista de nuevo. Finalmente ella se duchó conmigo. En eso escuché el ruido de la puerta y quedé paralizada de terror. -No te preocupes- me dijo- es mi novio. Viene a pasar la noche con nosotras…Rápido, ponete tu ropita…yo lo voy a recibir al living…Se puso su camizoncito y corrió a recibirlo. 

Él entró al otro baño y minutos después llegó en bóxer a la habitación. Vanessa le dijo:- Mi amor, te presento a Silvia, mi nueva alumna. Silvia él es Juan Carlos , mi novio. Él se acercó comiéndome con la mirada. Me dio un piquito en los labios y me dijo:- Sos muy bonita nena- para tomarme luego por la cintura acercándome a su cuerpo casi desnudo. Yo miraba sin entender a Vanessa. Ella nos abrazó a los dos y me dijo al oído: – La pasaremos genial los tres.

Empecé a sentir en mi vientre el pene parado de Juan Carlos y sus manos acariciando mis nalgas. Las manos de Vanessa se prendieron del pene de su novio, que creció aún más. Yo gemí y Juan Carlos aprovechó para besarme en la boca. Nos empujó lentamente a la cama y nos tiró en ella.

Se sacó el bóxer y su enorme pija saltó liberada: – Ahora perras, a mamar-dijo- A ver quien es más tragona. Vanessa se abalanzó primero y se la metió toda en su boca.-Vos perrita- me dijo- Chupame los huevos. Lo hice y luego cambiamos de manjar. Se la chupé hasta que me tocó la garganta. Vanessa me tomó una mano y la llevó a su concha para que la pajee. Ella hacía lo mismo con mi pijita. Estábamos arrodilladas ante nuestro macho. Él se agachó para tocarme el culo. Después se acostó y me dijo que siguiera chupando yo sola. Vanessa se había quedado desnuda y se sentó sobre el pecho de su novio que le puso su lengua en la concha.  Nos sacó de repente de encima a las dos y nos ordenó ponernos de «perritas». Me bajó la bombacha y me ordenó abrir bien las piernas. Me pasó crema por mi rajita y mi agujerito, ya desvirgado, pero por una pija más pequeña. Me empezó a penetrar lentamente, mientras me decía:- Que hermoso culito tenés putita, me gusta cogerme una nena como vos , con un culito redondito , firme como toda bailarina y bien apretadito. Yo gemía y pedía más. Vanessa se puso abajo mío y me empezó a chupar mi pijita. Luego me la sacó y se la puso a Vanessa, alternando un rato con cada una , hasta que estando dentro mío empezó a bombear más rápido y luego de una especie de convulsión sentí cómo me dejaba toda su leche dentro .Vanessa puso su concha en mi boca y me dijo que le pasara la lengua. Mientras a Juan Carlos se le normalizó el pene y lo comenzó a sacar, Vanessa empezó a apretar mi cabeza sobre su vagina hasta que acabó con fuertes gemidos. Juan Carlos comenzó a masturbarme y pronto acabé yo también. Quedamos estirados y desnudos en la cama. Juan Carlos al medio, nos acariciaba y nos decía:- Qué hermoso es coger a dos putitas juntas. ¿les gustó? Yo contesté en broma ,pasando mi mano por su pene:_No sé, tendría que probar de nuevo, no estoy segura….Ah, dijo Vanessa- ¡había resultado más puta de lo que pensábamos! Hoy ya tuvo dos pijas adentro y todavía quiere más…Juan Carlos dijo entonces:- Bueno, es tu alumna y parece que aprende rápido,habrá que darle más…Y así seguimos toda la noche. Me sentía muy puta y me gustaba. Definitivamente era una mujercita y me enloquecía ser cogida.