Nuestras tardes festivas las dedicabamos al sexo y tenía una afición desmedida .

A mi me alegraba porque lo paso muy bien .

Tras tres años de sexo sabatino iniciamos con porno .

Los dos pegados y las manos temblorosas satisfacían nuestro apetito.

Y un buen día después de un buen polvo me preguntó si me gustaría verle con otro

hombre como en el porno .

Me cogió de sorpresa y no supe qué decir .

Continuamos la charla y le comenté que era uno de mis sueños , verle cogida con otro.

Trasteamos en la cama un poco más y me dijo , quiero ofrecerte una sesión que te ponga.

Y tengo candidato , hay un vecino soltero que me mira mucho y a mi me gusta .

Déjalo de mi cuenta que esto lo arreglo yo.

Y al cabo de dos semanas me anunció de víspera que ese sábado ya tenía cita con él en su casa.

Y puedes venir a ver .

Todo tan deprisa que ni me salían las palabras .

Después de comer dijo que la cita era a las cuatro y. debía prepararse .

Fue a nuestro cuarto y se engalanó con lencería pícara .

Tomó mi mano y dijo , vamos .

Tocó el timbre y apareció el hombre nervioso y ella le dió un sonoro beso.

Aquí estoy dijo ella , mi marido viene de mirón . Así que cuando quieras .

Tenían todo pactado , valía todo , siempre con condón y besos , chupetones y lo que salga .

El hombre muy prudente me dijo si lo sabía todo y así lo afirmé.

Me puso una butaca al lado de la cama y los dos empezaron la fiesta .

Una hora larga de sesión , un beso de despedida y posible cita posterior.

Así empezaron mis sesiones donde yo miraba y ella gozaba aún más .