julio 11, 2022
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Seduciendo a los trabajadores de la bodega
Soy de piel clara, tengo el cabello castaño, me gusta traerlo largo me llega casi a la mitad de la espalda, soy delgada, tengo una cara bonita y ojos color café claro me gusta maquillarme ligeramente y usar labiales rojos. Considero que tengo bonita figura ya que me gusta hacer ejercicio solo para tonificar mis piernas y glúteos, mis senos medianitos pero redondos y miz pezones son claros y como montañitas. Conservo una cintura definida y un trasero no muy grande, pero si muy bien formado sobre todo cuando uso jeans se me marcan muy bien mis nalgas levantaditas y al juntar mis piernas se me forma un huequito en la entre pierna apretando mi zona intima, tengo piernas estilizadas que me gusta mostrar cuando uso minifaldas pues tengo la piel muy suave. Me gusta ser muy femenina, seductora y vestir provocativa, aunque siempre procurando mantener una buena imagen ante las personas que me conocen. Soy divorciada sin hijos y vivo sola en un departamento de interés social que rente hace poco por la zona industrial.
Recientemente trabajo como auxiliar en un despacho contable, así que para llegar a mi trabajo debo tomar transporte publico ya que no tengo vehículo. El microbús me deja a cuatro cuadras de mi trabajo, y las primeras calles son un camino algo solitario pues casi no hay casas solo son terrenos, algunas construcciones abandonadas y hay una bodega de materiales para construcción, y necesariamente debo caminar frente a ese lugar para llegar a mi trabajo. Desde el primer día que tuve qué pasar por esa bodega pude ver que había aproximadamente seis trabajadores todos ellos de entre 40 y 50 años, me llamo la atención que no usaban camisa solo vestían pantalón de mezclilla con cinturones de cuero y botas de trabajo desgastados, algunos traían paliacates en la frente para secar el sudor y sus cuerpos polveados con cemento pues iban cargando bultos para subirlos a un camión. Al verlos decidí cambiarme de banqueta y pasar lo más alejada de ahí para que no me fuera a ensuciar pues había polvo así que seguro pase desapercibida para ellos.
Mas tarde al salir de mi trabajo eran como las siete ya cayendo el sol, al pasar frente a la bodega pude ver que ya habían terminado de trabajar y estaban sentados en unos bultos de cemento ahí adentro y tomando cervezas, lo que me dio un poco de miedo pues esa calle está sola y es un tramo muy largo, en la banqueta de enfrente hay un terreno muy extenso sin ninguna construcción en toda la cuadra, y a los lados de la bodega solamente hay otras bodegas abandonadas con portones viejos y un terreno muy grande en la esquina y las primeras casas comienzan casi al final de la siguiente cuadra o sea que ahí nadie podría ayudarme ni oírme aunque gritara, así que camine un poco más de prisa para evitar que me vieran pero de pronto escuche que me comenzaron a silbar a modo de piropo y yo solo camine ignorándolos y sin mirarlos, y ellos comenzaron a decirme cosas muy sucias como: “hay que buena estas mamacita“ que ganas de meterte la verga en tu culito“ “ no corras que no muerdo nomas te cojo chiquita” y otras cosas que no alcance a escuchar, típico que ven a una chica sola, desprotegida y le dicen vulgaridades, eso me puso muy nerviosa en ese momento el camino se me hizo eterno hasta que por fin salí de esa calle y di vuelta en la esquina para llegar a la parada del camión, lo aborde y llegue a casa.
Esa noche no podía dormir por estar pensando que diario tendría que estar pasando por ese lugar y que estarían ellos, lo que me daba algo de miedo, pero al mismo tiempo recordando las cosas que me dijeron, me hicieron sentir deseada, que un grupo de hombres quisieran hacerme suya, eso que escuche sobre meterme la verga en mi culito, cada que recordaba eso sentía una sensación en mi parte íntima que me ponía húmeda, solo pensar que esos hombres cuando me vieron pasar se imaginaron penetrándome y disfrutando de mi cuerpo. Todos los días al bañarme toco mi cuerpo pensando en gustarle a alguien desde que me separe de mi pareja porque me fue infiel, y a decir verdad en mi trabajo y con mis amistades he conocido hombres que me pretenden, pero ellos no me causan atracción, a mí siempre me han gustado los hombres rudos y trabajadores. Así que se me ocurrió que en lugar de tener miedo y evitarlos, trataría de disfrutar de esas vulgaridades que me dirían y sentirme deseada por esos hombres fuertes y sucios, que me veían con tantas ganas de cogerme.
Al día siguiente decidí ponerme una blusa negra de tirantes ajustada, unos jeans a la cadera que me quedaban muy entallados y que apretaban mi zona íntima levantando mis nalgas y me puse unos tacones negros. Así que yo sabía que si quería correr no podría, y tendría que caminar con seguridad. Les juro que mientras me vestía no dejaba de pensar en que esos hombres me verían pasar, prácticamente estaba arreglándome para ellos. Me maquillé como siempre y me puse perfume con aroma a frutas exóticas.
Camine rumbo a mi trabajo y cuando faltaban unos 30 metros para pasar por la bodega pude ver que uno de ellos me miro y les aviso a sus compañeros mientras cargaban unas cubetas con arena, así que me prepare para pasar por ahí, pero esta vez decidí pasar junto a ellos para confrontarlos e interrumpirlos en sus labores. Al llegar ahí se me quedaron viendo con una mirada lujuriosa directamente a mis senos pues estaba escotada y a mi entrepierna la miraron como si quisieran meter su lengua en mi parte intima, de inmediato sentí como me temblaron las piernas y un vacío en el estómago de los nervios, pero continue y uno de ellos me dijo adiós señorita, lo que me hizo sentir un tanto aliviada pues hubo un poco de respeto, así que le conteste adiós buenos días y los demás replicaron adiós que le vaya bien. Unos metros después pude escuchar que dijeron “hay mamacita que ganas de comerte tu colita” “sí yo sí me la cogía” “que ganas de enterrarle mi verga hasta el fondo “después de oír eso supe que definitivamente esos hombres querían cogerme y hacerme de todo y que cada que pasara seria lo mismo y me éxito muchísimo todo el día en la oficina no deje de pensar en eso y solo miraba el reloj esperando fuera mi hora de salida.
Cuando salí de trabajar ya sabía que estarían tomado cerveza viendo a la calle así que decidí hacer algo que nunca había hecho, provocar a seis hombres a propósito, mostrándoles más de lo normal. Para ello antes de pasar por la bodega, me oculte detrás de un arbusto de esos que crecen en los terrenos por capricho de la naturaleza, para quitarme el brasier, me toque los senos suavemente y pellizqué poquito mis pezones para excitarme, también me toque el clítoris durante unos dos minutos pues necesitaba sentirme muy cachonda para lo que iba a hacer, por lo que mis pezones se pusieron duros y se marcaban en la blusa como dos montañitas, también jale un poco hacia abajo mi blusa para mostrar más mis senos, justo antes de que se comenzaran a salir mis pezones. Estando tan excitada y nerviosa camine de forma muy femenina, y cuando iba a llegar a la ventrada de la bodega, me sentí tan cachonda y ruborizada que estúpidamente en el último momento baje uno de los tirantes del hombro para verme sexy lo que dejo ver ligeramente uno de mis pezones, de inmediato me arrepentí e iba a subirlo de nuevo pero entonces uno de los trabajadores se asomó a la calle y se me quedo viendo, su cara reflejaba un morbo evidente pues no dejaba de verme los senos, ya no supe cómo reaccionar y deje el tirante abajo, vi que les hizo una señal con la mano para que salieran y en unos segundos ya los seis trabajadores estaban afuera obstruyendo la banqueta y con sus cervezas en la mano listos para ver el espectáculo. Al llegar me dijeron: “hola señorita ¿cómo esta?” mientras me comían mis tetas con su mirada, y eso me hizo ponerme húmeda. Entonces me dijeron “hace poco que pasa por aquí verdad” y les conteste que sí, ya que comenzaba a trabajar por ahí cerca, por cierto, me llamo Ruby le dije, y ellos se presentaron diciendo eran “Carlos, Jorge, Alfredo y los otros tres no recuerdo bien sus nombres. Pude ver como uno de ellos Carlos el más grande de edad se veía como de cincuenta años se comenzó a tocar el pene sobre su pantalón como excitándose, eso me puso nerviosa y les dije bueno ya me voy, porque se pone oscuro y me da miedo, y me contestaron “no se preocupe nosotros aquí la protegemos, a ver qué día nos acepta una cerveza” y les pregunte ¿en dónde nos la tomaríamos? Y me dijeron “pues aquí si quiere, o usted diga” pregunte que si su patrón no se enojaría, y me dijeron: “no porque el anda ahorita de vacaciones, y además el casi no viene siempre estamos solo nosotros, él nada más nos habla por teléfono para ver cómo va el negocio” y yo toda nerviosa y excitada, me paso por la mente de inmediato la posibilidad de estar ahí yo sola con esos hombres tomando una cerveza, me pareció excitante y le conteste que entonces mañana podría ser a esa misma hora mientras me acomodaba el cabello y subía el tirante queriendo hacer ver como que no fue apropósito y se había bajado solo, pero mis pezones estaban duros y excitados yo toda nerviosa, creo que lo hice más evidente, así que me despedí de beso en la mejilla comenzando por Carlos, el que se atrevió a tocarse su bulto frente a mí, y seguí caminando sintiendo mucha excitación en mi vagina, mientras ellos seguían murmurando y viendo mi trasero bien formado, podía sentir sus miradas a mis espaldas.
Al día siguiente en la mañana decidí no ir a trabajar, en lugar de eso fui directamente a la estética para que me depilaran, me puse uñas, entre al centro comercial y me compre un brasier y una tanguita negros muy eróticos marca Victoria´s. Quería que fuese un encuentro que marcaría mi vida pues serian seis hombres a los que invitaría a penetrarme y por el tipo de personas se veían fuertes y rudos que estarían ardiendo de lujuria por hacerme suya y lo harían todos al mismo tiempo. Yo sabía lo que me podía pasar y aun así quería hacerlo, estuve muy nerviosa todo el día. Cuando regrese del salón de belleza pase por un centro comercial en donde hay una sexshop, nunca había entrado a una pero ese día yo solo estaba pensando en sexo así que decidí entrar y me atendió una chica y le comente que estaba buscando experimentar algo nuevo con mi pareja que si me recomendaba algo y me pregunto ¿qué tipo de sexo practicaba? y le dije pues normal y sonrió y me contesto que todo era normal pero que si había practicado el sexo anal, le dije que no pero que si me gustaría, solo que me parecía algo sucio. Entonces ella me contesto que por eso había que hacer limpieza con un enema que era un artículo que ella me podía vender ahí y un lubricante con anestésico para que no me doliera la penetración. Así que una vez me explico esto fui a mi casa y me aplique los lavados anales, quede muy limpia y eso me dio mucha más confianza para practicarlo, hice un calentamiento con un plug anal que me vendió para ir dilatando mi ano y que estuviera relajado, me gusto por que tenía un adorno como de corazón, y me ayudaría a estar dilatada por si esos hombres querían hacerlo así no me fueran a lastimar, eso creía yo…
Faltando unas horas me bañe con un shampoo y jabón aromáticos que dejo mi piel muy suave e hidratada, me puse una crema Victoria´s que olía frutal, me depile completamente, mi cabello alaciado, me puse un vestido negro muy ajustado que se adaptaba perfectamente a mi figura, tenia un escote abierto que permitía ver entre mis senos y mostrarlos según cuanto yo quisiera bajarlo o subirlo, era un vestido de tela muy corto y flexible como licra, por lo que podía bajarlo a la mitad de mis piernas o subirlo a tres dedos debajo de mis nalgas según yo quisiese, sin que se notara arrugas o que yo lo hubiera forzado por lo que era ideal para salir de casa como una dama y llegar a la bodega con el vestido más levantado como una puta con tacones negros altos. Me maquille y me puse perfume como si fuera al encuentro de mi vida. Moria de los nervios, sabía lo que podía pasar, pero no dejaba de excitarme, como me lo harían, si me dolería, bueno mil cosas pasaron por mi cabeza…
Llegando el atardecer, antes de salir de casa dilate mi ano con el plug anal, metiéndolo y sacándolo suavemente de mi ano pues era muy doloroso, sentía una punzadita, pero después de rato solo era placer, cuando sentí que ya estaba lista lo deje dentro de mi ano y acomode el vestido jalándolo un poco para que me llegara a media pierna, algo decente por así decirlo, aborde el microbús y todos los hombres me miraron con ganas de cogerme, el chofer no dejaba de voltear por el espejo, tome asiento junto a un joven que no dejaba de verme las piernas de reojo, y yo sentía un poco de dolor pues traía el plug anal puesto y me lastimaba cada que el camión pasaba un tope, llegado el momento me baje del camión y me dirigí a la bodega caminando muy femenina y sintiendo como el plug anal entre mis nalgas me lastimaba un poquito a cada paso, podía sentir mi vagina caliente y lubricada durante todo ese largo camino que de nuevo estaba completamente solo, y como ya se me estaba haciendo costumbre antes de llegar levante un poco el vestido para dejarlo a tres dedos por debajo de mis nalgas para mostrar mis hermosas piernas y dar una forma más sexy a mi trasero, me vea guapísima. En ese momento decidí no mostrar más mis senos pues eso lo quería dejar para cuando estuviéramos platicando.
Ya estaba ocultándose el sol, y el alumbrado público en esa zona es muy tenue, cuando llegue a la entrada de la bodega ellos ya estaban tomando, apestaba a humo de cigarro y se les veía cubiertos de polvo de arena y cemento, ya relajados de jornada de trabajo y eso me gusto pues yo quería un encuentro con hombres rudos. Entonces Carlos el más grande, se acercó para recibirme y lo saludé de beso en la mejilla mientras sentí como me tomo la cintura con su mano derecha y me dijo en el oído, “te ves guapísima Ruby”. Y fuimos a donde estaban sus amigos y me saludaron también de beso en la mejilla, mirándome de pies a cabeza casi babeando con una cara de lujuria que no podían con ella, me llovieron halagos sobre lo hermosa que me veía y que les acompañara con una cerveza, me dijeron que me sentara junto a ellos y me acercaron una silla, mientras ellos estaban sentados enfrente sobre unos bultos de cemento, comenzamos a platicar sobre nuestros trabajos, la rutina hasta que llevábamos unas tres cervezas uno de ellos dijo “¿cómo ven saco el tequila?” a lo que sus amigos dijeron “si wey tráetelo” y me preguntaron que si quería y les dije que sí, yo sabía que lo que buscaban era alcoholizarme, comenzaron a servir en vasos desechables y lo tomaron solo, así que decidí seguirles el juego y lo tome igual, pude sentir rápido el efecto, me sentí muy cachonda y desinhibida, pues tenía el plug anal puesto y es como ser penetrada por el ano todo ese tiempo.
Así que decidí tomar la iniciativa y les pregunte que era lo que más les gustaba de mí, porque el primer día que pase escuche me habían silbado y dicho cosas sobre mi cuerpo, y que yo quería me dijeran la verdad, sin pena que no me iba a ofender al contrario quería saberlo, a lo que ellos me respondieron “pues la verdad si estas muy guapa Ruby, esperamos no haberte ofendido, pero si quieres que te digamos pues es que tienes unas tetas muy ricas y pues tienes un culo bien formado, la verdad que estas bien buena pues” al escuchar eso se me estremeció el abdomen, no podría creer que estaba frente a esos hombres escuchando halagos tan declarados sobre mis atributos femeninos y observe que uno de ellos Carlos, el más grande de edad tenía un tatuaje en el brazo y ahí fue cuando supe como comenzaríamos a coger, tenía que dar el primer paso yo, pues como estábamos platicando en muy buen plan estaban siendo muy respetuosos, entonces le dije a Carlos que me gustaba su tatuaje que si podía verlo, y me dijo “claro mira” entonces yo me levante de la silla y me fui a sentar justo en medio de todos ellos, sabía que me iba a ensuciar de polvo de cemento pero eso no me importo, así que lo hice pero al sentarme sobre uno de los bultos de cemento pude sentir como el plug anal que traía puesto me lastimo un poquito, pero me éxito mucho sentir eso junto a todos ellos, así que comencé a tocar el tatuaje de Carlos como acariciándolo con mis dedos y jugando en su brazo con mis uñas, y le di un besito en el brazo para mancharlo con mi labial rojo, fue cuando les dije que si les gustaría ver un tatuaje que yo tengo en la espalda, y me dijeron que sí, entonces les dije bueno pero primero les voy a molestar si me permiten pasar a su baño, mientras ustedes sirven los otros tragos, y me dijeron que el baño estaba atrás a la izquierda, un baño por cierto que olía a orines, muy sucio, pero yo tenía que orinar las tres cervezas que me había tomado, pensé en orinar sin tocar la tasa, ya saben de “aguilita” pero estaba tan cachonda que preferí sentarme y tocar con mis nalgas la tasa sucia de orines, fue algo sucio que me éxito mucho, enseguida fue cuando retire el plug anal de mi ano y lo limpie con papel y note que tenía poquita sangre, lo que considere normal pues me había estado lastimado poquito y era primera vez que me penetraba con algo por el ano, saque el lubricante anal con anestésico y me lo aplique, también puse un poco de lubricante en mi vagina era de olor a sandia, estaba en mis días fértiles lubricando mucho y no había tomado anticonceptivos y menos comprado condones, estúpidamente no se me ocurrió. Mi vestido que ya estaba muy corto lo levante más para que ahora dejara ver un poco de mis nalgas y mis caderas, me quite el brasier y lo puse en mi bolso, me frote mis pezones y los pellizqué un poco para ponerlos duros y se me marcaron como montañitas, algo que me gusta de mí son mis pezones rositas, pues me existe mucho sabiendo que mis senos serian lo primero que les mostraría. Desde ahí alcance a escuchar comentarios entre ellos sobre mi decían: “no mames wey está bien buena “hay que cogérnosla“ “pues dile tu wey” “no mames si le digo se vaya a ir y le llama a la poli wey” entonces confirme que sucedería lo que yo esperaba, me iban a coger entre todos ellos, pero yo tendría que dar el primer paso.
Sali del baño y me voltearon a ver con mucho morbo, se veía la lujuria en sus caras, fui a sentarme de nuevo junto a ellos y les pregunte por mi tequila, me lo dieron y lo tome de un solo trago, para tomar valor. Les pregunte ¿en qué nos quedamos? a sí, que si querían ver mi tatuaje y me dijeron de nuevo “sí a verlo, muéstranoslo” mi tatuaje en la espalda eran unas gaviotas pequeñas, que estaban tatuadas en la parte baja de mi espalda como a 15 centímetros arriba de mis nalgas o sea que tendría que bajar el vestido descubriéndome por completo los senos, me quedaría desnuda prácticamente de la cintura a la cabeza, así que tome mi cabello castaño claro y alaciado lo dividí en dos y lo coloque al frente tapando mi pecho para poder bajar el vestido sin que se fueran a ver mis senos ya que mi cabello largo los tapa perfectamente. Le dije a Carlos, me ayudas por favor a bajar el zíper del vestido de la parte de la espalda, se voltearon a ver entre ellos y note sus caras de lujuria les dije a los demás vengan atrás de mi para que vean, entonces se levantaron y ya estando detrás de mi comencé a bajar los tirantes del vestido lo fui deslizando muy lentamente hacia abajo y ellos se quedaron callados no podían ni hablar de lo que estaban viendo y yo con mis senos firmes y los pezones duros, que en ese momento estaban tapados por mi cabello sobre ellos, seguí bajando el vestido sintiendo como mi piel se erizaba al ir quedando desnuda hasta la cintura. Les señale con mis manos temblorosas la parte baja de mi espalda que comenzaba a mostrar mis nalgas y les pregunte ¿les gusta mi tatuaje? Y me contestaron que sí, que estaba muy bien hecho, que si me había dolido y les dije que me había dolido mucho que hasta llore pero que me gusto, a veces las cosas más placenteras tienen que doler.
Entonces permanecí con el vestido abajo para que vieran que no me interesaba vestirme de nuevo que quería ser cogida por todos ellos, así que les dije que cuantos segundos aguantaban tomar tequila directo de la botella, que yo podía tomar hasta diez segundos, que ¿quién me lo daba? Y Carlos el mayor me dijo que el me lo daría se puso atrás de mi tomo la botella, entonces en ese momento mi corazón comenzó a latir muy fuerte y me puse muy nerviosa por lo que iba a hacer, tome mi cabello que estaba cubriendo mis senos y lo recogí llevándolo hacia atrás para poder sujetarlo con una mano, al hacer eso mis senos quedaron totalmente expuestos ante esos seis hombres, me sentía tremendamente excitada y le pedí al otro hombre “Alfredo” que me tomara del cabello entonces se levantó y fue atrás de mi para sujetar mi cabello en ese momento los otros cuatro hombres fueron a bajar la cortina de la bodega para quedar encerrados, me dio un poco de miedo sabia que estaba a su merced y harían conmigo lo que quisieran, la bodega se oscureció, y encendieron unas luces algo tenues, le pedí a Alfredo que cuando yo le dijera me jalara del pelo para que mi boca quedara hacia arriba y Carlos me diera diez segundos de tequila desde la botella y que no me soltara hasta que terminaran, y a los otros cuatro hombres les pedí que se acercaran frente a mí, recordé que dos de ellos me habían dicho que les gustaban mis tetas y a los otros dos les gustaba mi culito, así que les dije que cuando comenzarán a contar los diez segundos, dos de ellos me comieran mis senos a lengüetadas, y los otros dos me acariciaran las piernas y tocaran mi vagina, a lo que ellos respondieron: “sí mamacita te comemos lo que quieras” entonces abrí mis piernas para ellos y le dije a Alfredo que estaba lista y el jalo de mi cabello, yo quede con mi boca hacia arriba y con mis senos levantados como montañas, mientras Carlos me daba ese chorro de tequila y de pronto sentí como los otros hombres se pegaban a mis senos y comenzaron a lamerlos y succionarlos, mientras los otros me acariciaban las piernas y hacían a un lado mi tanguita negra para meter sus dedos en mi vagina fue algo tan delicioso y excitante estar rendida y expuesta ante esos hombres me sentí indefensa y tan vulnerable, hasta que terminaron los diez segundos y comencé a sentirme muy alcoholizada, les pedí que me hicieran suya, literalmente les dije “ quiero que me hagan suya, cójanme como quieran, por donde quieran, querían meterme su verga en mi culo verdad pues háganlo hasta cansarse” no termine de decirles cuando fueron a la parte de atrás de la bodega y sacaron un colchón viejo y mugroso, y lo dejaron en el suelo a la mitad de la bodega y me cargaron mara recostarme ahí, me quitaron el vestido quede solo en tanguita, uno de ellos me la quito de un tirón y me sentí tan vulnerable, tan excitada y desprotegida.
Estaba desnuda totalmente solo tenía puestos los tacones que por cierto me dejaron porque uno de ellos dijo que le gustaba como me veía con ellos. Se desabrocharon los cinturones, cuando vi eso sabía que era cuestión de segundos para que estuviera siendo penetrada por uno de ellos y se veía que tenían un morbo y lujuria tremenda, quedaron totalmente desnudos con sus vergas morenas erectas, tenían mucho bello púbicos veía que jamás se lo rasuraban, pues eran trabajadores de la construcción y rudos. Carlos se apresuró y me abrió las piernas e introdujo su lengua y comenzó a comerse mi vagina depilada a lengüetadas, no paraba mientras los demás abrían mis piernas y las acariciaban, otros me comían los senos y mordisqueaban mis pezones duros, de pronto uno se acercó y me arrodillo, me tomo del cabello y me introdujo su verga en la boca me atragantaba pues lo hacía hasta el fondo, y así se turnaron para que les diera la mamada de su vida, de pronto Alfredo quien tenía la verga más grande me dijo: “ahora si chiquita te voy a meter la verga” como la quieres me pregunto, y le conteste que quería sentirme cogida, hagan de mi lo que se les antoje solo no me golpeen, no me pidan permiso solo, cójanme duro desahoguen todas sus ganas en mi eso quiero.
Apenas le dije me puso en cuatro y me empino dejando mis senos y brazos sobre el colchón sucio, mi espalda quedo curveada hacia abajo y mis nalgas sobresalían empinadas como un corazón bien formadito, mi piel tan suave y mi vagina y anos rosas, estaban siendo entregados a ese hombre, me sentí tremendamente excitada, en unos segundos tendría una verga gruesa y morena dentro de mí después de meses sin hacerlo. Alfredo se fue atrás de mí y puso verga en la entrada de m vagina, con sus manos grandes y toscas me abrió las nalgas y de un empujón, me penetro hasta el fondo, mi vagina no pudo poner resistencia estaba tan lubricada que entro completamente, me la metió muy fuerte y rápidamente, tal como yo lo quería, cada que me penetraba podía sentir un golpe dentro de mi vientre, así continuo cerca de veinte minutos, hasta que de pronto sentí que iba a tener un orgasmo me estaba viniendo y se lo dije, y el acelero el ritmo y fue una penetración violenta pude sentir como eyaculaba dentro de mí al mismo tiempo que yo me estaba viniendo fue algo muy excitante sentir el chorro caliente de su semen dentro de mí junto con mis fluidos, mientras sentía mi piel sensible, los pezones durísimos, me temblaban las piernas y el abdomen se me contraía. Me sentí plena en ese momento, un hombre desconocido se había corrido en mi interior y me hizo sentir tan vulnerable, como es que yo estaba encerrada en una bodega para ser cogida por esos hombres, aun no lo podía creer.
Continuaron cogiéndome todos en mi posición de cuatro, y como ya estaba muy cachonda y sentía semen escurriendo de mi vagina, introduje mis dedos en mi vagina y mes los lleve a la boca para saborear su semen y era algo que antes con mi pareja me daba asco pero con ellos en ese momento me gusto el sabor dulce del semen, volví a mojar mis dedos en mi vagina y después comencé a introducir uno de mis dedos en el ano y sentí que estaba dilatado y era placentero y solté algunos gemidos, al ver ellos esto me levantaron y Jorge me llevo hasta unos costales de cemento y los acomodo como a un metro de altura, y me dijo inclínate para romperte el culo hermosa. Yo estaba tan excitada que estúpidamente les dije: ¡esperen! es la primera vez que me van a penetrar por el ano, así que les quiero pedir que aunque me duela, grite y llore no se detengan y les pedí a los demás que ellos me sujetaran de las manos y por nada me soltaran, y que quería que cuando Jorge terminara se turnaran ellos y no me soltaran hasta que todos quedaran satisfechos, yo sabía que estaba sola en esa bodega con esos hombres y nadie me podría ayudar, y peor aún les acababa de dar indicaciones de que me penetraran todo lo que quisieran, así que le dije a Carlos que antes de que lo hicieran me dieran más alcohol, Carlos fue por la botella y antes de darme tequila me dijo hay hermosa te va a doler mucho pero si eso quieres, y le dije si eso quiero, para desquitarme de mi pareja que me fue infiel, entonces tome directo de la botella, mi corazón comenzó a latir y mi estomago se me contraía y sentía un fuerte vacío, una sensación de mucho miedo y excitación.
Estando yo de pie con mis tacones negros aun puestos, frente a los bultos de cemento, Jorge me hizo inclinarme curveando mi espalda hacia abajo y reposando mis senos sobre los costales, que rosaban miz pezones. Abrió mis piernas quedando expuesto y abierto mi culo y coloco su verga en la entrada de mi ano, me tomo de la cintura y me jalo hacia atrás al tiempo que el de un solo empujón me penetro analmente hasta el fondo, pude sentir por primera vez la sensación de que una verga entrara por mi ano, sentí una fuerte punzada, un dolor que nunca había sentido en mi vida, cuando su verga topo en mi interior sentí que me rompía, todo era dolor por dentro en ese momento y grite mucho quise zafarme pero ellos no me dejaban ya que me sujetaban de los brazos, Carlos que estaba enfrente de mi podía ver mi cara de dolor y mis lágrimas, y lo que hizo fue acariciar mis senos, y pellizcó mis pezones, lo que en ese momento solo me causaba más dolor, comencé a arañar los bultos de cemento con mis uñas, y quería patalear pero no podía porque ellos estaban siguiendo mis ordenes de no soltarme, me sujetaban las piernas y las acariciaban y Jorge siguió penetrándome analmente muy duro, cada que me la metía sentía como topaba dentro hasta el fondo, comencé a llorar gritando que ya me soltaran pero no lo hicieron en ese momento me arrepentí, deseaba no haberles pedido eso, mi corazón latía muy fuerte y sentía reventado mi ano, hasta que termino. Lo supe porque sentí, como derramaba su semen caliente dentro de mí, eso fue algo que me hizo sentir un poco aliviada, y me éxito saber que un hombre se había satisfecho conmigo de esa forma.
Cuando Jorge retiro su verga aun erecta, sentí como se escurrió entre mis piernas su semen, y yo estaba descansando un poco del dolor, y escuché que dijeron: “no mames mira su culo que rico se le ve, le dejaste abierto el ano” literalmente yo podía sentir como mi ano estaba abierto, pues era algo que nunca había experimentado y sentía como si tuviera mi ano muy relajado en ese momento, trataba de contraerlo, pero no podía hacer fuerza estaba tan adolorida que era mejor seguir relajando mi ano.
Tan solo después de unos segundos siguió Alfredo, el que tenía más gruesa la verga y ya me había hecho tener un orgasmo vaginal, sabiendo yo que era él quien me iba a coger, quise relajarme y entregarle mi culo sin resistirme, entonces él se puso atrás de mí y sin preguntarme solo coloco su verga en la entrada de mi ano, me tomo de la cintura y me jalo muy fuertemente contra él y me penetro hasta topar en mi interior, sacándome un grito muy fuerte y llanto, Alfredo era más fuerte que todos, y me jalaba de las cintura para ensartarme más fuerte solo escuchaba el sonido de nuestros cuerpos chocando, me sentía tan lastimada en ese momento sin poder hacer nada, las piernas me temblaban y se me doblaban, perdí la fuerza en todo mi cuerpo, era un sentimiento de vulnerabilidad, pero poco a poco fue pasando y sentí como mi ano estaba más relajado, seguía doliendo cada impacto por dentro pero ya estaba comenzando a disfrutar, cada vez que me la metía sentía más cálido y quería lo volviera a meter, Alfredo duro mucho tiempo era un hombre que tardaba mucho en venirse, hasta que comenzó a cogerme mas duro y fuerte, supe que ya estaba por eyacular dentro y sentí mucha excitación de nuevo, pues lo escuchaba quejarse del placer que sentía de estar por venirse, yo solo me relaje y disfrute lo que estaba por pasar, hasta que sentí como la saco un poco para darme un ultimo empujón hasta el fondo y quedarse dentro de mí, apretándome fuerte contra él durante unos diez segundos, lo que me lastimo mucho por dentro, mientras me decía: “hay mamita que rico venirme adentro de ti, estas bien rica” me abrazo y apretó mis senos, y me beso el cuello, en ese momento comencé a llorar entre dolor y de sentimiento femenino, sentí un orgasmo, mucho calor en mi vientre y mi piel erizada y sensible pues ese hombre duro mucho penetrándome y me sentí suya, deje de resistirme, ya mi cuerpo estaba rendido, mis lagrimas eran de placer. Después de unos segundos retiro su verga de mi ano y se derramo su semen entre mis piernas, y los que estaban observando dijeron: “no mames este wey se lo dejo bien abierto, no se le cierra el ano” y Alfredo volvió a meter su verga unas cuantas veces para que vieran como la podía meter y sacar y mi ano ya estaba muy dilatado y no se cerraba. Luego escuche que uno de los hombres que no recuerdo su nombre dijo “oye wey está escurriendo todo lo que le echaste ahí dentro, pero esta medio rojo” y Carlos el mayor me limpio con una servilleta y dijo “hay es que como era virgen por ahí pues como que le ha de haber lastimado y sangro“ cuando escuche eso sentí miedo de que me fuera a pasar algo, pero les dije no se preocupen ustedes sigan, es lo que yo quería, que lo hicieran fuerte.
Yo sabia que eso no había terminado, pues faltaban cuatro hombres así que les pedí que sacaran más lubricante anestésico de mi bolso y me pusieran, eso me causo ardor, pero después se me adormeció y los hombres que faltaban siguieron cogiéndome analmente ya no era necesario me sujetaran yo ya estaba muy relajada y alcoholizada, solo me recosté sobre los costales y empine mi culo para que lo siguieran disfrutando, ya no dolía solo sentía el ir y venir de sus miembros y lo disfrute mucho.
Después les pedí que me llevaran al colchón por que no podía mantener el equilibrio, y ya acostada les pedí que continuaran y que me siguieran cogiendo que todo estaba bien, así que uno de ellos dijo y si nos la cogemos por los dos lados al mismo tiempo, y uno se acostó y me monto sobre el penetrándome por la vagina, y Alfredo se puso atrás de mí y me acostó sobre el otro hombre y me penetro por el ano de forma que comenzaron a cogerme entre los dos vaginal y analmente, los demás me mordían y lengüeteaban las tetas, y se las mame, así se turnaron todos hasta cansarse, después de rato ya me dejaron en el colchón y ellos se fueron a fumar un cigarro, no supe en qué momento me quede dormida pero después desperté como a las 2:30 de la madrugada y Alfredo era el único que se había quedado en la bodega para cuidarme, después de que me hizo sufrir tanto fue el más lindo que me cuido, antes de irme tuve sexo con el otra vez pero fue más suave me acariciaba y me decía que me trato así porque yo lo pedí y le dije que estábamos bien, que gracias, le dije que tenía que irme y me dijo pero es noche, y le conteste ¿qué es lo que me puede pasar? y me sonrió.
Cuando salí de la bodega, me sentía muy adolorida, excitada, cogida y sobre todo muy desinhibida por el alcohol, sentía que podía hacer lo que fuera, y como el alumbrado público era muy tenue, la calle sola y faltaba un tramo muy largo como de unos 10 minutos a pie, en la zona industrial, quise hacer algo que me excitara, quería seguir divirtiéndome así que en plena calle me desnude, guarde mi la ropa en mi bolso y quedando solo en tacones, para sentir la sensación morbosa de estar desnuda en una zona publica, expuesta a que si por alguna razón alguien pasara por ahí me podría ver, lo cual no era muy probable por que casi no pasan personas por ahí, pero me pareció muy excitante recorrer la calle por la que acostumbraba ir a mi trabajo pero ahora en la madrugada y con mi cuerpo expuesto ante quien pudiese verlo, así que me baje de la banqueta y camine a la mitad de la calle hasta la esquina, yo seguía muy cachonda y alcoholizada, ya me habían cogido seis hombres vaginal y analmente, se las había mamado y disfrutaron cada parte de mi cuerpo, así que yo me sentía una mujer capas de satisfacer no a uno sino a los hombres que fueran, pues yo me había minusvalorado porque mi pareja me dejo, pero la realidad es que soy una chica muy guapa y que cualquiera se excita con verme.
Cuando llegue a la esquina volví a ponerme el vestido y mi tanguita, deje el vestido muy corto mostrando ligeramente mis nalgas y baje el escote para que se alcanzaran a mostrar mis pezones rosas, pues como ya era de madrugada no pasaban camiones y sabia que tendría que tomar un taxi, después de unos diez minutos por fin paso un taxi y lo aborde sentándome en el asiento trasero, el chofer se veía de unos 52 años y con un poco de canas, fornido pero no era gordo, tenía barba con canas y cumplía con mi perfil de hombre rudo, pues el taxi olía a gasolina, aceite de coche y grasa, así que le di instrucciones de llevarme a mi casa, el taxista no dejaba de verme las piernas y los senos, supe de inmediato que era un hombre muy morboso así que fui coqueteando con el en el trayecto, platicándole que había ido con unas amigas a tomar unos tragos y haciendo evidente que estaba muy ebria y dándole a pensar que podría hacerme cualquier cosa si el quisiera, ya que quería me siguieran cogiendo más hombres.
Me hice la dormida y poco a poco sin que el lo notara baje los tirantes del vestido y casi sin mover las manos jalaba un poquito de mi vestido simulando que me estaba acomodando en el asiento trasero, hasta que vi que mis pezones ya eran visibles, entonces le pregunte que si me podía acostar tantito en lo que llegábamos por que se me habían pasado las copas, y él me dijo si acuéstate yo te despierto cuando lleguemos, volteo y pude ver que miro mis senos que estaban ya más descubiertos con mis pezones rositas ligeramente visibles. Así me quede dormitando esperando que algo pasara, hasta que escuche que se estaciono y apago el coche, abrió su puerta y se salió del vehículo, en ese momento de reojo pude ver que estábamos en una calle sin luz pues el alumbrado público estaba apagado y se veía como camino de terracería, de nuevo sentí miedo y mucha excitación al mismo tiempo pues ahora estaba a merced de otro hombre desconocido, y yo aun podía sentirme adolorida por la cogida que me habían dado.
Entonces escuche que estaba hablando con alguien por teléfono, pero no logre entender lo que decía. Se aproximo a mi puerta y fingí estar dormida, de pronto sentí como se me acerco y me dijo “ levántate, ¿estas dormida?” y yo le conteste fingiendo que estaba más ebria y le dije que quería dormir, ahí fue cuando el comenzó tocar mis piernas pasando su mano ligeramente sobre mi piel, al parecer él pensaba que yo iba a reaccionar y a gritar o algo así, pero en lugar de eso guarde silencio y eso le dio a el más confianza, y acaricio mis piernas con más ganas y cada vez se acercaba más a mi entrepierna, y yo apenas podía evitar agitar mi respiración, el puso su mano en mi vagina, y al tocar la tanguita que traía, me la comenzó a quitar tratando de no ser muy brusco para no despertarme, yo sentía como me iba despojando de mi tanguita, y me sentí muy excitada comencé a lubricar pues otro hombre me estaba mirando desnuda y era cuestión de minutos para que me penetrara.
Yo estaba recostada boca arriba en el asiento, cuando ya había retirado mi tanguita por completo, el hombre abrió mis piernas y empezó a frotar mi clítoris y acariciaba mi culo muy rico, cuando de pronto se escuchó otro vehículo que se estaciono junto a nosotros, escuche que era otro hombre, seguramente al que le había hablado por teléfono. Resulto ser otro taxista, pude oír que le pregunto por mí, que quien era yo, y mi chofer le contesto que yo era una pasajera, pero que estaba muy ebria y que no habría problema, y su amigo dijo “está muy buena la chica, ya se me puso dura la reata nada mas de verla” yo me sentí muy cachonda al escuchar eso, ya sabía lo que me esperaba, así que el amigo se acercó hacia la puerta del otro lado y la abrió, comenzó a frotar mis senos sobre el vestido, y después con cuidado me bajo un poco el vestido hasta que mis senos quedaron expuestos totalmente, eso despertó esa sensación tan excitante en mi pues ahora un octavo hombre estaba desnudándome, sentí como se me acerco y comenzó a lamer mis senos, lo hacía muy rico, y succionaba mis pezones, de pronto mi chofer que estaba en la otra puerta abrió de nuevo mis piernas e introdujo sus dedos en mi vagina y fue inevitable en ese momento empecé a gemir y el se dio cuenta que yo lo estaba disfrutando y continuo haciéndolo, llego el momento en que decidí abrir los ojos, yo seguía tan desinhibida por el alcohol que me sentía libre de hacer cualquier cosa, así que les dije vamos afuera del vehículo, ellos se apartaron para dejarme bajar.
Ya estando fuera del vehículo, le pedí a su amigo que me bajara el zíper del vestido, y me desnude por segunda vez en vía pública mi cuerpo estaba completamente desnudo en la madrugada, en un camino de terracería y al aire libre camine con mis tacones y pude ver que estábamos en una zona despoblada, oscura solo se veían a lo lejos pasar vehículos en una carretera deslicé mis manos sensualmente sobre la lamina del coche y pude sentir que el cofre estaba muy caliente, así que me senté en el cofre abriendo mis nalgas para calentar mi ano, de inmediato sentí como mi ano se quemaba fue algo doloroso pero lo soporte quizá por el alcohol y la tremenda excitación de tener mi cuerpo desnudo al aire libre, me abrí de piernas y les pedí que me penetraran mientras abría mi vagina rosa para mostrárselas y no se hicieron esperar, mi chofer seria el primero se desabrocharon los cinturones y se bajaron el pantalón, se puso enfrente de mí y le pedí me follara con todas sus fuerzas, y así lo hizo tenía una verga muy gruesa, pero yo ya estaba muy dilatada y todo era placer, sentí como me penetraba muy rápido y fuerte, hasta que iba a eyacular y le dije que me los quería comer, así que me baje del cofre y se la mame hasta que eyaculo y me trague todo su semen, era tan dulce y blanco, me sentí feliz haciéndolo.
Ahora había llegado el momento de que mi ano recibiera placer de nuevo, así que le dije a su amigo que me penetrara analmente, camine hasta estar enfrente de la llanta delantera derecha y me incline sobre el cofre para que mi culo quedara empinado, abrí mis piernas y puse mis senos sobre la lámina caliente del cofre, lo que sentí muy rico, le pedí me ensartara su verga de un empujón, este hombre tenía la verga gruesa y larga de hecho un poco más gruesa que mi querido Alfredo el de la bodega, entonces el sujeto tomo su cinturón de cuero y me lo puso en el cuello como si fuera su perra y tal como se lo pedí, me penetro muy profundo empujándome contra el coche al mismo tiempo que me jalaba del cuello con el cinturón arqueándome la espalda, hasta sentí como se movió el coche, sentí nuevamente ese impacto dentro de mí, era la punta de su gruesa verga que se abría paso en mi interior, este hombre era mas alto y pesado así que cada que me penetraba sentía como me empujaba y aplastaba contra la lamina del coche, así me penetro fuerte y profundo durante un buen rato, me dijo esto no va a terminar pronto hermosa te lo voy a hacer lento para que sientas mi verga un buen rato, estoy segura de que me cogió aproximadamente media hora por el ano, hasta que sentí ese chorro de semen caliente dentro de mi culo, le pedí que no me la sacara y se quedara dentro de mi un par de minutos, yo quería seguir sintiendo esa verga dentro de mí, hasta que perdió la erección y la retiro.
Justo cuando había terminado de cogerme el amigo de mi chofer, pensé que habíamos terminado pero mi chofer se aproximo y antes de que me despegara del cofre, me ensarto su verga y me cogió, muy fuerte también por el ano, podía sentir de nuevo esa sensación de estar muy dilatada pues cada que la sacaba y la metía, podía sentir que mi ano se quedaba abierto. Y su amigo se acerco y me dijo eso a ti ya ni te duele verdad ya no sientes, puedo ver que se te queda bien abierto, y me pregunto “¿te gustaría sentir algo más grueso?” yo seguía tan cachonda y ebria que no ponía resistencia a nada.
El amigo de mi chofer camino a su vehículo, y abrió la cajuela, de donde saco un bate de beisbol, de aluminio. Me estremecí cuando lo vi, quería decir no, pero algo en mi quería ver si podía resistir algo así de grueso, así que le pedí me pasara mi bolso y me puse lubricante con anestésico en el ano, y le aplique un poco de lubricante al bate de beisbol, me dispuse a poner mis senos sobre el cofre caliente de nuevo y abrí mis piernas dejando mi culo empinado, estaba muy nerviosa pues no era una verga lo que me iban a meter sino un bate de beisbol, cuando le puse lubricante trate de cerrar mi mano alrededor de el y vi que era muy grueso no tenia nada que ver con un pene, así que en esta ocasión sentí mucho temor, de pronto escuche que el hombre le dijo a mi chofer que le ayudara, que me abriera las nalgas para que pudiera entrar mejor, entonces el abrió mis nalgas y sentí la piel y mi ano estirarse y eso dolía un poco pero me gusto así que le pedí que me las abriera con mas fuerza me sentí tan cachonda ahora con el culo abierto totalmente esperando que me metieran ese bate.
Estando abierta completamente de mi culo, con mi chofer abriéndome las nalgas, le dije a su amigo que podía comenzar. Como les dije era un hombre mas grande y pesado, así que puso el bate en mi ano y fue empujándolo con su peso poco a poco, sentí una punzada como la primera vez, ahí supe que me iba a volver a doler pues mi ano no estaba acostumbrado a ese grosor todavía, sentí como se iba abriendo mi ano, la punzada era fuerte otra vez volví a derramar lágrimas, pero no me resistí solo relaje mi cuerpo pues quería tener eso dentro de mí, el hombre me comenzó a decir cosas como “ hay mamacita te voy a romper el culo mi amor “ “ prepárate te lo voy a meter hasta donde te quepa” y mi chofer le dijo “ “si ya rómpeselo si es lo que quiere “ al oír esas cosas me sentí de nuevo deseada, cachonda, quería darles un buen espectáculo a esos hombres pues podía notar el morbo con el que lo estaban haciendo, y le dije a mi chofer que me abriera mas las nalgas con sus manos y ellas abrió más fuerte y sentí mi piel estirada y adolorida, yo quería sentir placer en todo mi cuerpo así que me toque los senos, estimule y pellizque mis pezones, y al sentirme muy cachonda le dije a su amigo literalmente “ya mi amor rómpeme el culo “ apenas le dije eso, sentí como empujo el bate con su peso, y mi ano se abrió tanto que pude sentir una fuerte punzada y ardor mayor a lo que antes había experimentado, sentí como el bate entro hasta el fondo y topo en mi interior, hasta el vehículo se movió en ese instante grite, y comencé a llorar teniendo el bate dentro, y el hombre dijo ya estas bien abierta mi amor era lo que me pediste, entonces sentí que me lo iba a sacar y le hice una señal con mis manos temblorosas, para que no lo moviera, porque no podía hablar del dolor. Entre en un llanto de ese que no te deja hablar bien por que da sentimiento y le pedí que no lo retirara, que empezara a cogerme con el bate, y el me obedeció, suavemente lo comenzó a sacar y a meter, le pedí lo sacara y que mi chofer me dijera como se veía mi ano, y el me dijo “ se te ve bien abierto preciosa, esta de color rosa” le pedí que siguiera abriendo mis nalgas y su amigo comenzará a cogerme con el bate de beisbol de nuevo pero sacándolo por completo y metiéndolo a fondo varias veces en mi ano abierto. Me cogieron a si durante una media hora y yo quede sobre el cofre rendida y gozando de ser cogida analmente con ese bate tan grueso.
Unos minutos después ellos ya se habían recuperado, así que me arrodille y se las mame hasta que se vinieron en mi boca, me trague todo su semen y les sonreí con mi cara toda escurrida de rímel por mis lágrimas. Nos despedíos de su amigo, me vestí y mi chofer me llevo hasta mi casa, no me cobro por el servicio, me pidió mi número de teléfono y nos despedimos. Entre a mi casa totalmente cansada, y quede rendida de inmediato.
Al día siguiente amanecí muy adolorida, pero me sentí muy bien, plena, satisfecha, absurdamente querida y deseada por los hombres, y cada fin de semana visito a mis amigos de la bodega para “tomar una cerveza” bye…
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Una respuesta
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