
Por
Anónimo
Me hice pasar por niñera… y terminé con el padre dentro de mí
Vi el anuncio por casualidad: “Se busca niñera cariñosa, flexible y con disponibilidad por las tardes”.
Le escribí, aunque no tenía experiencia. Lo que quería era otra cosa. Y él… también.
La entrevista fue en su casa. Él estaba solo. Era más joven de lo que esperaba, atractivo, con mirada dominante. Yo me presenté con un escote generoso y una sonrisa traviesa.
—¿Sabes cambiar pañales? —me preguntó. —No, pero sé cómo hacer que un papá se relaje —le contesté, acercándome.
Me tomó por la cintura. Me levantó sobre la mesa y me besó como si me hubiese estado esperando. Me desabrochó el vestido con los dientes. Yo me bajé sus pantalones y me lo metí a la boca sin dudar.
Terminamos en el sofá, sus dedos en mi garganta mientras me follaba tan profundo que gritaba su nombre. Me llenó dos veces. Me fui con las piernas temblando y un pago en efectivo.
Desde ese día, soy su niñera fija. Pero no cuido a su hijo. Lo cuido a él
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