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Anónimo

septiembre 5, 2025

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Suegraaa 🥵 part.2

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Quién conquistó a quién? Eso nunca importó. Como supe después, simplemente era un antojo que no pudimos negarnos.

En los instantes finales, su cara tuvo un rictus, …

… indescifrable, entre éxtasis y dolor. Insondable como una Mona lisa. Solo un leve quejido que se alargó mientras apretaba sus músculos pélvicos y se quedaba quieta. Yo bajé un poco el ritmo, dándole tiempo a que disfrutara. Pero aunque más lento no dejaba de envestir con más fuerza, pues mi eyaculación era inminente.

Ella rompió el silencio y me dijo -ven. Ven. Dame.

Y con esas palabras comencé a venirme ruidosamente. Deseando ampliar mi placer y que todos escucharán que estaba teniendo el orgasmo de mi vida. Algo así no se puede ocultar. No lo quieres ocultar. Luego la paz, los pequeños remordimientos, las dudas que afloran tenues mientras sientes ganas de esconder tu cara por que intuyes que vendrán reproches.

Pero nada. Solo silencio. Nos quedamos quietos un buen rato, y como sabiendo que ambos solo estábamos ahí por esa gran cogida, mi suegra me dijo:

 

-Yo creo que ya mejor nos regresamos al hospital ¿no crees?

-Sí. Contesté. Gracias!

Ella se movió rápido de la cama y de salida de mi recámara, me dijo:

-Esto no volverá a pasar. ¿De acuerdo?

-No te preocupes. No ha pasado nada.

Y comenzamos a movernos para arreglarnos y continuar con lo que deben hacer un esposo y una madre con la nueva mamá.

De ahí, ya no volvió a pasar nada. Siguió visitando de vez en cuando, pero toda su atención era para el bebé. Nunca volvimos a hablar del asunto. Con el tiempo me divorcié, perdí el contacto hasta hace un par de años. Casi 25. De la nada, ella me llamó para ver cómo estaba e invitar me a conversar, yo le dije que si, así que quedamos de vernos en mi departamento aún lo recuerdo bien, ese aroma y ese vestido pegadito que traía, rápidamente despertó en mi esa lujuria que sentí en aquel momento, después de hablar por un rato nos empezamos hacercar de un momento a otro tenía su mano en mi pierna y con un una voz susurrante me dijo,

haz me tuya de nuevo Yo sin dudarlo la bese, lentamente metiendo mi mano entre sus piernas y sintiendo como estaba de mojadita, lo que me prendió e iso que tuviera una erección, se dio cuenta y se inclino para darme la mejor mamada con un gose tremendo termine viniendo me en su boca pues el éxtasis de sentir sus labios en mi pene fue demasiado, procedí a ponerla en cuatro y quedando maravillado por el tremendo culo y con el vestido y una tanguita que solo me excitaba y solo quería penetrarla, así que le hice aún lado y empecé a introducir la lentamente para después empezar le a dar lo más duro posible y escuchar esos ricos gemidos que aún los tengo grabados en la mente….

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