Por

Anónimo

septiembre 30, 2011

6819 Vistas

septiembre 30, 2011

6819 Vistas

Servicio completo con una aficionada

0
(0)

Para esto, debo decirles que siempre me he sentido atraído por las mujeres maduras, al menos más grandes de edad que yo. Soy luchador profesional y mi nombre de batalla es �Gigolo�, tengo porte atlético (como luchador) y tengo 28 años, asi que mi público son mujeres principalmente. En una ocasión en medio del show y en un inter, la gente me pidió que bailara, lo cual accedí, subiendo a una aficionada que estaba en primera fila, le hice un breve baile y ella me correspondió quitándome la playera (tiempo después supe que esta señora era mamá de uno de mis compañeros luchadores, un niño de 12 años).

Posteriormente, yo llegaba a los entrenamientos, ya en mi faseta como practicante y no como luchador, y ella a veces estaba esperando a su hijo que terminara su entrenamiento, ya que al terminar la clase de los niños, iniciamos los adultos. Las pocas veces que tuve oportunidad de coincidir con ella en el gimnasio, me veía de una forma extraña, como entre coqueta y avergonzada, por lo que solo nos decíamos ¡buenas tardes! y ya no cruzábamos más palabras, en fin, a los pocos días por agluna razón su hijo dejó de ir a practicar, asi que dejé de verla por un buen tiempo.

Un año después, en mi camino a mi trabajo la ví que venía sobre la misma acera que yo, no pude controlarme y al tenerla justo en frente, nuestras miradas se detuvieron, como si ya nos conocíamos y no recordáramos de donde, yo sí tenia bien presente de donde la conocía, pero ella no lo recordaba, yo la saludé con un beso en la mejilla, muy cerca de la boca, ella trató de no seguir el juego, en esa ocasión me limité a preguntarle porqué ya no había ido su hijo al gimnasio?, como estaban? Y que cuando se daban una vuelta?, ella solo se limitó a decirme que tal vez un día volverían. Cuando llegué a mi oficina, estuve pensando todo el día en ella, reclamándome a mi mismo porqué no se me ocurrió pedirle su número de teléfono y entablar comunicación con ella posteriormente, en vista de que me era muy difícil volverla a ver, ya que no sabía ni donde buscarla, nisiquiera se me ocurrió preguntarle su nombre.

Un par de semanas después, cuando iba de regreso a mi casa, después de un día pesado de trabajo, cerca de la parada de autobús, veo venir a lo lejos a esa señora, con la que ya había tenido fantasías de todo tipo, desde aquella vez que la había vuelto a ver, no me la podía quitar de la cabeza; en cuanto cruzamos camino, la recibo con un abrazo y un beso ahora si casi casi en la boca, ella reacciona y me dice �porqué me saludas tan efusivo?�, a lo que solo se me ocurrió responderle, porqué no sabe cuanto gusto me da volverla a ver. Recordé que en esa misma semana, tres días después yo tendría una lucha, asi que fue el pretexto ideal para invitarla y de paso pedirle su número celular. Ella me pasó su número y yo quedé en confirmarle la hora y el lugar de la lucha, debo confesar que hasta ese día conocí su nombre, me dijo ¡me llamo Melissa!.

Ya teniendo su número, empecé a mensajear con ella, con coqueteos de mi parte, cumplidos y demás. Ella al inicio trataba de evadir mis comentarios en los mensajes, pero poco a poco fue cediendo y hasta que finalmente yo le dije que me atraía y ella me dijo que para ella eso era un halago, al sentirse atraída por un hombre mucho más joven, atractivo, etc.

Todos los días yo le enviaba mensajes de texto, por la mañana y por la noche, hasta que un día que le pregunté que como estaba? Me respondió que mal, que había sufrido una caída y que se sentía adolorida de todo su cuerpo, a lo que me preguntó que qué era bueno para eso, yo inmediatamente empecé a fantasear con ella, a lo que le dije que un masaje sería perfecto, que si requería de mi ayuda, yo estaría dispuesto a dárselo. La respuesta fue una sorpresa para mi, al decirme que un dia antes se había peleado con su novio y que yo que le proponía al respecto, en ese momento mi corazón empezó a latir a mil por hora, yo le dije que me permitiera consentirla un poco, que se sentiría bien y que no se preocupara, que su novio no sabía lo que tenía. Finalmente acordamos vernos en un centro comercial a las 7:30 pm. Yo llegé puntualísimo, nos estuvimos buscando por unos minutos, hasta que nos encontramos, yo la recibí con un abrazo fuerte y un beso que me quedaron fluidos bucales en mis labios, me dijo, a donde me vas a llevar?, yo le contesté ven, acomompáñame a mi casa.

Yo tenía mil cosas en la cabeza, mis instintos empezaron a divagar, no recuerdo las cosas que me iba platicando en el camino. Al fin llegamos a mi casa, le dije que pasara. Al entrar le dije que me esperara unos minutos, que iba a tomar una ducha, que no me taraba. En eso, ella me dijo, si no sales en 5 minutos, entro por ti. Me bañé lo más rápido que pude y al salir, me preguntó si le daría un leve masaje, le dije que se recostara boca a bajo, a lo que ella, en esa posición puso en evidencia que tenía unas lindas piernas y unas nalgas bien paraditas. No pude concentrarme en el masaje, solo de estar viendo sus encantos y fantaseando con su cuerpo, para esto ya tenía el pene bien erecto.

Para concluir con el masaje le dije que se sentara, le empecé a mover el cuello, ella se relajó y cerró los ojos, en ese momento, me agaché y le robé un beso, ella me correspondió y no paramos por un buen rato, la recosté en la cama y me subí en cima de ella, empecé a tocarle sus senos, que eran firmes y de buen tamaño, le besé el cuello, las orejas, bajé por sus senos, su vientre, sus piernas, sus muslos, ella se sentía desconcertada, pero era más lo caliente que se estaba sintiendo, en esos momentos no sabía quien estaba más cachondo, si ella o yo. Despues de esto, inesperadamente me dijo: si apagas la luz, haremos lo que tu quieras. Sin dudarlo me incorporé y concedí su petición.

Volví a la cama con ella y empecé a desnudarla, su cuerpo sin ropa era mucho mejor de lo que yo me imaginaba, sus piernas mostraban que le gustaba cuidarse, bien torneadas, sus senos firmes y unos pezones que empezaban a ponerse duros, le quité su calzón y vi que su panochita la tenia depilada, eso me calentó más. En ese momento me levanto de la cama y me dice, ven, a donde vas?, yo sin contestar, cuando vuelvo, traigo conmigo un yogurth, a lo que le digo, que se lo unte en las partes del cuerpo que desee que yo explore, ella se puso yogurth en el cuello, los senos, el ombligo, las piernas, las ingles y la panochita, asi que empecé a besarla y a chuparle todo, ella se estremecía de excitación, gritaba. ¡Siiiiiiii, papasitooooo, asiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!, yo seguía lamiendo todo su cuerpo y ella cada vez me pedía más y más ¡me lo haces bien ricoooooo papacitoooooo!!!!!!!, cuando ella tuvo sus primeros orgasmos, yo todavía no la penetraba. Ella misma me dijo, ¡¡¡ahora quiero complacerte a ti!!!!!, qué quieres que te haga? Yo había tenido siempre una fantasía por sobre todas las demás, y era que me hiciera sexo oral, a lo que me dijo que no le gustaba, pero por tratarse de mi, lo haría con gusto, empecé a untarme yogurth desde la cabeza, la base del pene y hasta mis testículos, ella me la empezó a chupar de una manera indescriptible, lo hacía como una diosa, como cleopatra se la mamaba a sus soldados después de terminar una batalla, me lamía una y otra vez, se introducía todo mi pene hasta la garganta, a mi me excitaba como la tenía a mis pies, probando mi miembro� sentía muchas ganas de venirme y echarle toda mi leche en su boca, sin embargo ella y yo queríamos algo más, asi que le dije que en qué posición le gustaría que se la metiera, me dijo que la tomara como yo quisiera, asi que para entrar en confianza, me subí en cima de ella, con la posición más común, la del misionero, estando frente a frente gemía una y otra vez, me diecía ¡métemelooooooo, maaaaaaas, sigueeeee, sigueeeeee papacitoooooo, no dejes de hacerme tuya!!!!!! Ya que estaba bien caliente, la recosté de lado y yo detrás de ella, le levanté una pierna y se la empecé a meter por atrás, yo sentía lo redondo de sus nalgas como se movían, con una mano le tocaba el clítoris y con la otra le tocaba los ricos senos, que con el vaivén del movimiento, hacia que ella se viera como una experta en el arte del sexo.

Cuando estaba a punto de terminar, ella me decía que ya no podía más, que estaba temblando y que quería que se la dejara ir toda, asi que para comernos la cereza del pastel, lo haríamos en mi posición favorita, le dije que se pusiera en cuatro y la penetré por detrás, sentía como su culo rosaba mis testículos y mi pene entraba y salía de su hermoso culo, ella a su vez se movía de manera extraordinaria, yo le tomaba sus nalgas con mis manos y la atraía hacia mi, ella segúia con gemidos, gritando de placer, yo que también estaba sumamente caliente, le dije que ya iba a terminar, asi que empecé a acelerar más mis movimientos, ella también mevía más aprisa sus nalgas y de esa manera le aventé toda mi lechita, tanto ella como yo lo disfrutamos muchísimo.

Despues de un rato, nos vestimos y fui a llevarla a su casa, acordamos que no sería la única ocasión y que no mezclaríamos sentimientos�

Espero que les haya gustado mi relato

Recibo todo tipo de comentarios.

Mi correo electrónico es

Keane2151@hotmail.com


¿Que te ha parecido este relato?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este relato.

2 respuestas

  1. nindery

    Cоmpré lencеríа sexy nuеvа. ¿Quierеs vеr? – http://analsex4.fun

  2. helenx

    Stop jerk off. I know a site where thousands of single girls are waiting to be fucked. Look at them: http://xnice.fun/rt

Deja un comentario

También te puede interesar

Una aventura que empezó por twitter

calientico2

12/01/2017

Una aventura que empezó por twitter

Mujeres mayores

administrador

15/02/2025

Mujeres mayores

La señora Ysabela y yo (7)

anonimo

23/11/2015

La señora Ysabela y yo (7)
Scroll al inicio