Después de terminar con Vale jr, decidí seguir con mi vida como antes. Pero Vale no quitaría su dedo del renglón, claro que no… esto apenas comenzaba.

Vale comenzó a mensajearme (además de comentármelo en el trabajo también) explicándome que su hija no sabía bien lo que quería pero que la esperara un tiempo hasta que recapacite, porque no lo expliqué muy bien en la primera parte, pero la que tomó la iniciativa de terminar la relación fue Vale jr, al final también lo quise, pero ella tomó la decisión primero.

Vale me mensajeaba mucho respecto a eso hasta que un día que salimos a platicar a un parque me dijo algo así como: “mi hija aún no sabe la clase de hombre que tuvo” y yo así de: “ah si? Pues que clase de hombre soy?”. Esa pregunta desató una serie de cumplidos y adulaciones hacia mi persona y al final remató con un “sabes qué? Total no tengo nada que perder… te amo”. Francamente no sabía que que Vale me miraba de esa forma y tampoco le di mucha importancia, hasta que tuve un chispazo: es mi oportunidad para dejar de jalármela solamente y sentir una vagina. Al cabo se notaba que esa mujer me quería comer completito, y no solo eso, también me amaba.

Nos despedimos porque me empecé a sentir algo incómodo e impresionado al mismo tiempo. Volví a mi casa y empecé a fantasear mucho respecto a Vale y yo cogiendo. La imaginaba abierta de piernas entregándome su vagina de MILF que además se mojaba por tenerme dentro. Les diré algo, nunca he tenido mala suerte con las mujeres; digamos que tengo lo mío. Pero saber que Vale a sus casi 40 se mojaba por mi, me hacía sentir muy bien. Alimentaba mi ego. No nos demoramos ni 2 días en planear una visita a un hotel. Porque no quería motel (hasta después aprendí la diferencia entre hotel y motel). Nos citamos para un día saliendo de la iglesia y no dormí bien toda la semana solo de pensar que probablemente me la iban a mamar ese fin. Ah si, nuestra cita fue saliendo de la iglesia. Ella me estaba esperando fuera del templo con un vestido que la hacía ver muy guapa a la par que puta. Eso me encantó y también me hizo pensar que ese sería de los últimos días que visitaría esa iglesia. Sabía que me iba a sumergir en el pecado y mas precisamente; me iba a pegar una sumergida en el culazo de esa mujer.

Por más que intento resumirlo me salen y salen palabras, pero es que Vale fue una experiencia muy cabrona en mi vida. Subiré tercera parte en este mismo rato para ya contarles como fue nuestra primera cogida y como es de cerda mi ex amante. Solo escribiré una cosa más antes de terminar: Vale tiene el culo y las piernas más cogibles que he visto hasta el día de hoy (tengo 30).