Después de haber recibido la primer mamada (y hasta ahora una de las mejores) de mi vida y acabado en su boca, ella se sentó a mi lado en la orilla de la cama y pregunto ¿te gusto, mi amor?, y voz y mis piernas temblaban y solo pude balbucear mu.. mucho, ella sonrió y se puso de pie frente a mi, tomo cada esas de sus deliciosas tetas con sus manos y me dijo -Ten mi amor son tuyas, quiero que me las chupes-, puso sus manos en mi nuca y me atrajo hacia ese hermoso manjar, me las tienes que chupar muy rico, pon tu mano aquí señalando su seno derecho y con tu boquita me chupas esta, ofreciéndome la izquierda, metí su teta en mi boca y comencé a mamarla torpemente ella solo gemía y decía así mi amor que rico, la excitación se apodero de mi y con mis manos temblorosas empece a acariciar sus nalgas, que eran un poco aguadas paro a mi no me importaba mi verga estaba erecta nuevamente y yo quería algo mas, el miedo y la vergüenza me habían abandonado y mis deseos y excitación me hicieron entrar en un estado de descontrol sexual que para esa edad y momento eran la mas sexual que había vivido, -así mi amor que rico-, en ese momento se aparto de mi y dijo ¿quieres verme toda desnuda?-, yo sonreí y le dije -si quiero verte tu panocha-, ella me vio con un dejo de sorpresa en su mirada y deslizo su calzón hasta que este callo en el suelo, que pinche momento tan cabrón estaba viviendo, la abuela de mi mejor amigo estaba parada desnuda frente a mi, yo tenia mi verga que me quería reventar por la excitación, tenia una panocha con algo de pelos negros y babosos bañados por la humedad de su panocha, -¿le quieres dar un besito?, estaba muy caliente pero nunca había mamado una, no respondí nada solo me fui acercando a ella que al verme se acostó en la cama y abrió sus piernas, al estar frente a su panocha, la primer panocha que veía, cerré los ojos los olores que despedía me dieron un poco de asco pero me aguante y le dio un tierno beso, sin poder hacer nada mas, me dijo -ven, híncate aquí-, señalando el lugar donde ella se había hincado para mamar mi verga, ella se sentó en la orilla de la cama y abrió sus piernas lo mas que pudo, -te voy a enseñar como lo tienes que hacer, ven métete aquí entre mis piernas, dijo- yo como un tierno gatito obedecí atentamente a sus ordenes, me enseño como debía mamarle su panocha, poco a poco los olores me eran agradables y mi lengua hacia mejor su trabajo, después de unos minutos soltó un, ummmmm al mismo instante que apretaba salvajemente sus tetas y su espalda se arqueaba quedando tumbada en la cama con sus ojos cerrados, yo me separe de ella y me puse de pie, ella me miro a los ojos, pude ver unas lagrimas correr hacia sus orejas y una sonrisa de satisfacción en su cara, rápido se levanto, me abrazo muy fuerte y puso mi cabeza sobre sus tetas, yo inocentemente le pregunte -¿te gusto?-, que no vez como estoy de contenta mi amor, me encanto me hiciste sentir muy rico, me tienes loca- me dijo, al momento que me daba un beso en la boca, y nos abrazamos como 2 novios adolescentes y nuestras lenguas empezaron a luchar con violencia, mis manos recorrían cada parte de su cuerpo, y ella me no apartaba su mano derecha de mi verga, -te la quiero meter- le dije nos dejamos de besar pero sin abrazarnos y mirándome a los ojos y con una sonrisa y un dejo de admiración. Se aparto de mi se acostó en la cama boca arriba con las piernas bien abiertas y me pido, me ordeno, casi me suplicaba -ven mi amor métemela- hasta este momento ninguna mala palabra o groceria había salido de nuestras bocas.

Rápidamente me acomode entre sus piernas, mi corazón latía a mil por hora, tomó mi verga con una de sus manos y la acomodo en la entrada de su vagina, era excitante sentir el calor de esa panocha deseosa de mi verga, no podía creer lo que estaba pasando o iba a pasar, ella suspiro con una voz muy tierna me dijo -metemela mi amor, metemela muy despacito, quiero sentir como me la vas metiendo toda hasta el fondo- obedecí al pie de la letra la enseñanza de mi maestra sexual, poco a poco sentía penetrar la vagina de la abuela de mi mejor amigo, mi cuerpo temblaba de emoción, apenas había entrado la cabeza de mi verga y pude aguantar mas y se la metí toda de un solo golpe, ella gimió y cerro los ojos yo estaba a punto de venirme no aguantaba mas para mi ya había sido demasiado, de pronto sus ojos se abrieron como platos y una sonrisa maliciosa y cachonda se dibujaba en su cara, yo no me movía sentía que estaba a punto de venirme, en ese momento me ordeno – muévete mi amor, sacala y metela rápido muchas veces-, volvía obedecer sus ordenes, ya no podía mas y una lluvia de sentimientos sexuales nuevos, inundaban todo mi cuerpo, veía todo nublado mi mente estaba en blanco, -hay, mi amor que rica verga tienes cogeme, cogeme muy rico, así, así papacito dame toda tu verga, me encanta.- susurró ella, algo que me hizo venirme de una manera bestial dentro de su panocha, di la ultima embestida apretando mi verga fuertemente contra su cavidad vaginal, ella arqueo su espalda y y dejo escapar un largo aaaaaaaaa, nos quedamos inmóviles, mi sudor se mezclaba con el suyo, yo seguía sin moverme colocado entre sus pierna, ella abrió sus ojos para incorporarse hacia mi me beso apasionadamente y -que rico mi amor, que bárbaro, me encanto, ven acuéstate a mi lado-, los dos nos acostamos y nos abrazamos para volver a besarnos apasionadamente, le dije -que había sido mi primera vez y que me había gustado muchísimo- me volvió a besar y me dijo -a mi también me gusto mucho mi amor, quieres que cuando estemos solos seamos novios y podamos hacer el amor?, claro que si, me vuelves loco respondí, ella cerro sus ojos y se acurruco en mi pecho y nos abrazamos fuertemente, después de unos 5 minutos le dije que ya me iba a acostar con sus nietos, me sonrío, nos besamos y me fui a dormir con mi amigo y su hermano.

Gracias a tod@ por leerme, y sobre todo por sus votos, mi correo es el.confesor@live.com para quien quiera hacer cualquier tipo de comentarios, nuevamente gracias.