Cuando mi novio me quitó la bata, no podía con lo que veía, mis pechos adornados con un brallette de encaje lo tenían hipnotizado, los besos, las caricias y todo el contexto hicieron efecto en mi, poniéndome muy mojada, tanto que podía sentir como una gota escurría por mi muslo de mi vagina hacia mi rodilla, estaba más excitada que lo usual y era claro que la idea de tener la verga de mi chico en mi culo me ponía muy mojada, una noche antes me había masturbado pensando en ello y tuve un orgasmo increíble, repentinamente algo que me daba miedo o no parecía ser algo que llamara mi atención pasó a ser algo que empezaba a anhelar que sucediera

Mi chico me acostó sobre la cama entre besos, llego hasta mi entre pierna y se encontró con el rastro de aquella gota que recorrió mi muslo, no dijo nada y recorrió nuevamente aquel camino con su lengua y labios, besando y lamiendo muy despacio mi entrepierna. El siempre suele tomarse su tiempo dándome sexo oral, le gusta enloquecerme y hacerme pedirle que me haga venir pero en esta ocasión estaba tan desesperada que no quería siquiera tener un orgasmo entre sus labios y mojarle esa barba tan linda, quería que de una vez metiera su pene en mi culo y me hiciera su puta lo más pronto posible Mi novio retiró mi panty para devorarme y de repente se detuvo al ver que tenía puesto un plug anal color rosita, el cual me había regalado hace un tiempo, precisamente para esa ocasión…