tener sexo con un amigo con ventaja.

Era tarde cerca de las 01:00 de la madrugada, las calles oscuras y poca gente. Me encaminé a paso rápido hasta un paradero de taxis y suspiré con alivio cuando vi a uno parado allí.

El tipo era un hombre de unos 50 años, no muy alto y con cara de mono.

Me abrió la puerta y subí, le dí la dirección que era cerca y él me dijo:

«Usted anda escapada de su casa, ninguna niña decente sale a esta hora!»

«Eso a usted no le importa!» Respondí altanera.

«Ah! la señorita cree que soy poca cosa para darle un consejo, bien ya verá!»

Bajó los seguros y partió en sentido contrario al que yo le había indicado.

«Oiga no es por este lugar! ¿Es tonto o sordo?» dije enojada inclinándome para tocarle su hombro.

Frenó, me tomó del pelo y me ordenó:

«Pásate al asiendo delantero putita, si no quieres que te de una paliza!»

«Ayyy, bruto, suéltame» grité, pero finalmente con el tironéo ya estaba con medio cuerpo adelante, así que como pude me terminé de pasar, el tipo se inclinó y me esposó una mano al apoya cabeza.

Sin mirarme volvió a manejar hacia unos parques alejados de la ciudad, en el intertanto con la mano libre me sobaba las piernas y me presionaba la conchita con sus dedos.

Yo lloraba y le suplicaba que me fuera a dejar a mi casa, pero fue inútil.

Pasé de los ruegos al enojo, le pegaba con la mano libre y trataba de patearlo, cada vez que lo agredía se reía y me pellizcaba la concha!

Llegamos a un lugar solitario y echó hacia atrás el asiento donde yo estaba, salió del auto y se sacó todo menos la camisa, entró al auto por la puerta trasera y me empezó a desnudar.

Yo gritaba a todo pulmón, me dió un par de palmetazos en las tetas que ya las tenía al aire, a pesar del brazo que estaba atado.

«Sácate la faldita y los calzones» me ordenó, yo no hice caso y me agarró los pezones y me los retorció, así que gritando de dolor hice lo que me mandaba. Estaba a su disposición desnuda y asustada.

Se montó arriba de mis tetas y dijo:

«Seguro ibas a culear con algún niño, debes saber mamar, eso vas a hacer y sin morder porque te puedo asfixiar y te boto aquí» y acto seguido me apretó la cara y abrí la boca y me metió su pico hasta el fondo, literalmente me culeó la boca, cuando lo tenía duro, lo sacó se hizo a un lado y subió mis piernas dobladas sobbre mi pecho, y sin miramientos me enculó!

«Ayayayayay, no por ahí no, auuuuu!!» gritaba yo, pero ya lo tenía más de la mitad adentro.

Y sin más trámite me lo metió todo y me lo sacaba y volvía a meterlo a lo bruto y yo del llanto y los quejidos empecé a jadear y a gozar.

Me reculéo varias veces, me dejó el culo lleno de su leche.

Empezaba a amanecer y yo estaba asustada pues se darían cuenta que no estaba en mi cama.

Se descargó por última vez y guardó mis calzones y mi corpiño.

Soltó mi mano y me ordenó ir mamándolo en el viaje de vuelta, se llevó mi celular también.

Terminó adentro de mi boca justo cuando estábamos en la puerta de la casa vecina a la mía.

«Vas a llamarme al celular tuyo desde tu casa y te voy a decir dónde te espero esta noche, cuidado con lo que haces, pues les mando a tus papitos tu ropa interior que tiene tus jugos putita, ahora me perteneces!»

Alcancé apenas a cubrirme y entré por la reja de atrás, ya que mi casa es esquina, y me acosté sintiendo que mi culo estaba hinchado al máximo.