
Por
Anónimo
A mi novia por el culo
Esa ex, mayor que yo por 12 años, tenía la costumbre de discutir mucho conmigo. Siempre que discutíamos, le decía que se calmara y que hablábamos en un rato para que ella se relajara y demás. Pasaron como 20 minutos tras esa discusión muy fuerte por chat, cuando tocaron la puerta de mi cuarto (ella entraba a mi casa sin ningún problema) y era ella.
Ella estaba ahí, con los ojos hinchados de llorar y furiosa, pero era más la rabia que yo tenía. Ella entró a mi cuarto y no decía nada. Inmediatamente yo la empecé a tocar, ella me rechazaba diciéndome que no quería nada. Forcejeamos unos segundos y la pude poner boca abajo en mi cama. De inmediato le bajé el pantalón que llevaba puesto y yo hice lo mismo con los míos.
Ella era, o es, no sé al día de hoy, una mujer que se vuelve loca por el sexo anal. Forcejeó un poco más. Puse mi pene erecto en la punta de su ano tras haberle echado un poco de saliva y se lo dejé ir de un solo tirón, ella simplemente se quejo con un «aggghhh», agarró las sábanas en forma de puño y puso su cabeza boca abajo. Yo la estaba penetrando durísimo, ella a cada entrada de mi miembro simplemente sollozaba. Pasados unos segundos, le dije al oído que se abriera las nalgas (la seguía teniendo boca abajo y penetrando su ano), a lo que ella se negó, le dije: «ah, ¿no te las vas a abrir?» Me dijo que no, entonces lo hice yo con mucha fuerza y empujé con más intensidad mi pene. Seguimos así por unos segundos… La tomé del cabello, quería ver su rostro, cuando lo hice, estaba llorando. Me excité mucho más y seguí con la misma fuerza de embestida.
Mandé mi mano a su vagina, estaba SÚPER MOJADA, creo que nunca la había sentido tan mojada allá abajo. Le dije: «¿No que no querías que te culiara? Ella no dijo nada. Seguí con la arremetida, ella seguía con sus ojos llorosos. Le dije: «ahora sí llora por algo» y «pa, que dejes de estar peleando».
Posteriormente me vine, todo mi semen dentro de su culo. Saqué mi pene, le di una dura palmada en sus nalgas y le dije: «Ve y límpiate ese culo». Ella se quedó acostada unos segundos más, luego se sentó y me miró muy molesta, le dije: «No me mires así que tú sabes que te gustó y mucho».
No me dijo nada. Se fue al baño, seguramente a sacarse el semen del culo y a limpiarlo. Volvió a mi cuarto. Es como si no hubiera pasado nada. Todo estuvo bien ese día desde ese acto. A los días le dije: «¿Por qué te gusta tanto por el culo?» Simplemente respondió: «No sé, pero me gusta más por el culo que por la vagina».
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