Cuando en esas visitas que nos hacian mis suegros mi mujer me dijo que vendrían así que preparamos todo para calentar a mi suegra. mi esposa me decía q observé cuando helena, mi suegra llegaba ella apoyaba sus tetas sobre su madre y esperaba su llegaba para observar eso y yo que siempre la persuadia para q la disfrute caliente.

Mi suegra llegó y carina mi mujer la abrazo y apoyaron sus enormes tetas entre si y se quedó largo tiempo y agarraba su cintura, yo durísimo, siempre le ofrecía una banqueta que ella le gustaba, y entre las piernas podíamos disfrutar de esos labios vaginales abiertos con una calza blanca metida adentro totalmente, q, tenía la costumbre de subirsela y se le metía más adentro, carina me dice estoy toda mojada diciéndome al oído, ayer mi mamá me dijo que tenían las dos las mismas tetas y ella le dijo que a mí me gustaban más las de ella por qué los pezones eran grandes y la aureola enorme, así que miraselas que se va a calentar.

Yo la sentaba arriba a mi mujer y helena cruzaba las piernas muy caliente ya que su hija se movía como comiendomela, siempre mi mujer se IVA con su padre al almacén para dejarme la sola, y después me preguntaba que le hice. La lleve caminando hacia el jardín abrazada con mi mano en su cintura, cerca de su culo que al caminar su glúteo subía y rosaba mis dedos, le dije estás hermosa así vestida pero a mí me encanta esa calza roja te tienes, era la calza q carina decía q era la que más se le metía adentro, llegó el momento de despedir a mis suegros y esa parte nos exitaba mucho ya que mi mujer veía como la besaba apretando su cintura y en 4 o 5 abrazos antes de irse.

Empezamos nuestro morbo, empezó a chuparmela y como siempre me decía con quién querés q te masturbe?, con la concha de helena, y me decía, te gusta mucho mi mami, quiero q la cojas, que hermosa trajo la concha para q la disfrutamos. Tenías razón me dijo que cuando le miramos la concha mira para otro lado para q la disfrutemos, si querés que la cojamos tenés q cogerla vos primero.

Tenés que ir a mi casa fijarte q la puerta esté cerrada y agarrarla de atrás métele los dedos en la concha, ella te va a decir q no, le cajas la calzo reclinala en la mesa y metecela q está muy alzada con vos, yo le cuento como coges y la tenés enorme, es la única hembra q te dejo que te cojas, todos los días si querés, somos tus hembras y nosotras nos deseamos desde que yo era pequeña, hablaba con su madre por teléfono y yo le chupaba la concha, y nunca le ví los labios vaginales tan hinchados