En mi trabajo no suelo usar mucho vestidos ni faldas ya que no me gusta mucho, se me hace más cómodo llevar pantalones pero en una ocasión cuando era un convivio en el trabajo decidí ir con una blusita escotada y con una falda no tan corta pero lo suficiente para que se pudiera quitar o levantar sin problema, esa vez mi marido me fue a dejar a la fiesta y de vuelta ya no me pudo ir a recoger por lo que pediría un Uber, en la fiesta no sucedió nada en si pero lo bueno viene cuando decidí regresar a casa en el transporte porque quería lucir como iba vestida en la calle y obvio que mostrarme a los hombres que me pudieran morbosear; de mi trabajo a la estación de metro más cerca tengo que tomar un camión o caminar unos 15 minutos que por lo regular no hago nunca, subí al camión y ya ahí fue cuando me di que tal vez y solo tal vez en esa ocasión iba mostrando más de la cuenta y esque los tipos que iban sentados en el camión no me quitaban la mirada de mis piernas, me desnudaban con la mirada y como iba sentada se me dificultaba taparme para que no me vieran por ahí, esos pocos minutos en el camión me sentí mas putita de lo normal y bueno no tenía ni idea que eso apenas era el principio.

Ya en el metro como siempre estaba esperando el tren y estaba a punto de subirme al vagón que es exclusivo de mujeres pero me arrepentí porque ya me estaba haciendo ojitos con un tipo como de 30 años muy bien vestido y alto, el no pudo entrar al vagón porque había mucha gente y pues yo dejé pasar la oportunidad de irme porque quería ver si podría llegar lejos está interacción, me acerque poco a poco y me puse frente a el ya que estaba recargado en una pared esperando el siguiente tren, me meneaba de un lado a otro moviendole las nalgas y alzando el culito para que me lo viera, le di un reojo para ver si en verdad me veía y mis piernas temblaban cuando le ví la cara viéndome directo al culo y relamiéndose los labios, solo le sonreí y me quedé justo donde el vagón abriría las puertas, como era de esperarse el tren próximo llegó sumamente lleno y bien supuse que no entraría ni de broma, por poco me arrepentía de seguir el juego con el hombre por más guapo que estuviera pero cuando ya me hacía para atrás para irme al vagón de las mujeres alguien me empujó hacia delante muy fuerte y a la fuerza nos hizo entrar a ambos, la gente enfrente incluso insulto al aire por la incomodidad de ir tan apretados, yo sabía al instante que era el tipo con el que coqueteaba hace pocos minutos porque sentía a alguien muy alto y que olía rico detras de mi, el tren no cerraba las puertas por alguna razón y nos quedamos ahí durante diez minutos, todo el tiempo el con la verga pegada un poquito por arriba de mis nalgas, el tipo era muy alto que yo al ser muy bajita su verga estaba casi por mi espalda por lo que arrimón arrimón no era pero si le sentía su cosa moverse ya bien dura, me quería voltear a sentirla o tenerla de frente pero no me animé, fue hasta que el tren avanzo muy lento que sentí una mano pasearse de mi espalda baja hasta una de mis piernas, me apretaron una nalga y me asusté porque no sabía si era el, no podía moverme aúnque quisiera pero deje que mi instinto me guiará y dejé que esa mano curiosa siguiera tocando, poco a poco me iba acariciando más y más y llegó un punto donde quería meterme mano por debajo de la falda, yo puse resistencia al principio pero no dejaba de insistir, recuerdo que habíamos llegado a la estación de Juarez y le gente no se bajaba para nada osea que seguíamos apretadisimos, solo tenía que llegar a Hidalgo para trasbordar pero se alargó el viaje más d ella cuenta porque ese día llovió lo cual era muy mala combinación, cómo sea esa mano seguía acariciando una de mis nalgas y cuando el tren cerró las puertas empezó a avanzar muy lento casi a vuelta de rueda y frenando muy brusco y de repente y fue en uno de estos movimientos que esa mano que me venía manoseando levantó mi falda y me puso los dedos rozando mi parte baja, empeze a sospechar que no era para nada el tipo alto con el que coquetie, pero como saberlo no me podía voltear ni de broma, cómo sea este individuo extraño ya tenía la mano por debajo de mi falda tocando de todo, yo volteaba a ver quién carajos era pero no le veía gestos raros a los que estaban cerca, pronto me empezó a meter los dedos en medio de mis nalgas pero aún mi cachetero impedía que me dedeara, pero no duró mucho esto ya que esté tipo sinvergüenza me recorrió la prenda y me dió una dedeada que no olvidaré jamás, me recorría con sus dedos más largos de arriba a abajo y los pasaba por mi ano, me moje en muy poco tiempo y no soportaba no gemir, me los metía y sacaba sin parar, ya en ese punto me estaba corríendo poco a poco, sentía líquido escurrir por una de mis piernas y pronto empeze a arremeter mis nalgas contra el tipo de atrás con la esperanza de que fuera el, no respondía a mis movimientos y la mano que me tocaba sin más se detuvo solo cuando la agarre por la fuerza para parar, pero tan rápido como le tome la mano llegó otra mano sinica y siguió con lo que hacía la otra, fue cuando me di cuenta que en efecto si era el tipo alto de la estación, ya no podía pararlo y con forme el tren avanzo por unos minutos el paro y me saco los dedos del culo y de la vagina, no termine peor me dejó con las piernas temblando, el maldito incluso sentí como se limpio en mi ropa sus manos húmedas, empeze a sentir un olor un poco raro usual cuando uno coge y pues era yo que ya estaba bien húmeda por las piernas y en mi ropa interior, tan pronto llegue a Hidalgo mucha gente me empujo para salir y el tipo lo pude ver viéndome a unos metros, sabía que me quería decir algo pero tan pronto la gente se disipó y el se quería acercar yo me subí de nuevo al tren y me fui dejándolo ahí parado, como siempre eh dicho cuando tengo una interacción como está eso ahí se queda en solo una interacción en el vagón y ya, hui y pocos minutos después regrese a la estación de Hidalgo con la esperanza de ya no verlo, mis piernas estaban débiles y sentía muchas ganas de cogerme a alguien, discretamente me limpie lo húmeda que estaba y me fui a mi casa para que mi marido me cogiera y me quitará esas ganotas que me dejó el tipo alto.

Me encantó como me forzó y me hizo sumisa a sus manos, esa ah sido de las únicas veces donde me han tocado de esa manera tan brusca y a la fuerza pero ojalá se repitiera.

Está anécdota es de Octubre del 2023 recuerdo bien la fecha obvio por el motivo que se trababa el día