Fui detenido por 2 policías quienes me llevaron a una carcel sin motivo. Al entrar hablaron con un guardia quien me llevó dentro a pesar de mis protestas.

Entramos a una habitación donde un hombre negro muy fuerte esperaba. Me miró y dijo: Quítate la ropa. Me negue y recibí una fuerte descarga electrica y caí al piso. Allí 3 hombres arrancaron la ropa y me pararon de espalda al hombre negro. Este dijo que me prepararan, traté de luchar y recibí otra descarga muy dolorosa.

Fuí llevado a unas duchas donde me bañaron y depilaron completamente, luego me obligaron a ponerme ropa íntima femenina muy sexy, tacones, me maquillaron, y me condujeron por los pasillos de la carcel. Aquellos presos se volvieron locos y me decían las cosas más soeces que había escuchado, describiendo lo que me harían. Yo temblaba de miedo.

Al volver a la habitación el negro preguntó si mi ano era virgen. No contesté y uno de los hombres puso un filoso cuchillo en mis testículos y dijo: Vas a contestar todo lo que te pregunte, si no te dejaré en el pasillo y liberaré a los presos, y en la mañana te juro que te capo. Sentí terror. Aquel negro preguntó si había tenido sexo con otros hombres, si había mamado huevo, si había probado el semen de un macho, y otras cosas sucias. Al saber que no me dijo que esa noche tendría todas esas experiencias. Entoces todos salieron y quedé solo con el.

Eran las 8 de la noche y el o tenía ningún apuro. Me dilató suavemente hablandome con ternura, me besó largamente, me tocó a placer, me hizo tocarlo a placer largo rato.

Al montarse sobre mi le dije que tenía miedo, pues tenía un pene muy grande y me haría daño, pero el rió y sin apuro deslizo aquellos 19 o 20 cm de sexo en mi ano, y me hizo el amor con suavidad, diciendome cuanto le gustaba, mientras yo levantaba y movía mi cola como el me pidió que lo hiciera. Al eyacular noté que mi pene se había erectado. Esa noche aprendí a satisfacerlo con mi cuerpo y con mi boca, y al acabar por 7ma. vez llamó para que trajeran el desayuno. Eran ya las 8 am, había pasado 12 horas disfrutandome a placer. Estaba agotado y yo también. Después de desayunar me abrazó por detrás y deslizó su sexo semi erecto en mi cuerpo y se quedó dormido. Poco después yo también me dormí. Desperté a las 5 de la tarde, el se movía eroticamente dentro de mi y acabó después de un rato. Nos bañamos mutuamente como lo hicimos varias veces la noche anterior y volvió a llevarme a la cama.

Por 10 días estuve allí preso, satisfaciendo los deseos sexuales de aquel hombre. Por fin al despertar el día 10 me dijo que me liberaría, pero que tendría que ir a visitarlo cada sábado.

Los policías me enseñaron varias fotos donde me veía con aquel hombre y los teléfonos de mi familia y varios amigos, y me dijeron que si los denunciaba enseñarían aquello.

Cumplí 18 años el día de mi liberación, los policías dijeron que había sido secuestrado. Pasaron 4 días y llegó el sábado. Acudí a la cita en la prisión y tuve sexo salvaje con el hombre que me convirtió en su hembra.

Por 2 años acudí a aquella cita y me enamoré de aquel negro que me trataba como a una reina. Cuando lo trasladaron no volví a saber de él.

Hoy llevo una vida normal, pero cuando estoy con una chica no puedo llegar al orgasmo si no fantaseo con ese hombre, a quien solo conozco por su apodo.