Martin, un hombre formal y de caracter conservador me contrato con su esposa para limpiar su casa. Ellos de origen europeo tenian otras costumbres que al yo conocerla me parecieron chocantes. Los dos, Martin y señora caminaban desnudos por su casa de maner normal y lo hacian frente a mi sin malicia alguna. Es posible que yo haya sido la de la mente sucia y no ellos. La señora abogada en derecho y él un escritor. La esposa se iba a su trabajo sin ninguna preocupacion en que yo quedara trabajando sola en la casa cuando su esposo desde su privado trabajaba en sus escrituras. La primera vez que lleve cafe al Sr. Martin a su oficina, él estaba frente a su computadora ocupado en su trabajo y sentado desnudo en su silla de oficina. Le mire y note que su miembro estaba templado. Le dije que traia su cafe y él sin palabras me indicaba con su mano que lo pusiera en una esquina del escritorio. Asi lo hice y le prregunte si queria algo mas. El me contesto que no y nunca me miro y entendi de queria su privacidad. Ceraba la puerta y antes de que la puerta se cerrara le di una mirada mas a esa berga del Sr.Martin. Yo estaba nerviosa, pero entendi de que no debia estarlo porque en ningun momento Martin me habia insinuado lo que yo me imagine. Me fui a costumbrando a su sistema de vida. Me fui a comprar al supermercado y de regreso a casa de Martin, lo encontre con su esposo en medio de un polvo que los dos echaban en el sofa de la sala. Martin, estaba atras de su señora mientras ella tenia una de su pierna abierta sobre el respaldar

del sofa. Abri la puerta de la casa y ellos se detuvieron para ver quien habia entrado. Cuando vieron que habia sido yo. Sin problema alguno los dos siguieron cogiendo. Yo camine directo a la cocina y puse la lavadora de ropa a trabjar porque los gemidos de la señora Martin se escuchaban por toda la casa. Yo nunca sali de la cocina por una hora y ecuche cuando los dos se corrian en medio de gemidos tanto como ella y él.La señra Martin se acerco a la cocina para pedirme que le hiciera un cafe y luego escuche que los dos se bañaban. Los dos salian juntos y Martin me decia que él si regresaria en una hora para continuar trabjando en su oficina. Mi esposo me llamo y noto que me pasaba algo porque mi voz se sentia muy a deseo de sexo «Hum! Que rico se escucha tu voz mi reina..¿Tienes ganas verdad» Me pregunto mi esposo, pero yo le negue todo porque mi esposo ignoraba el estilo de los europeos al que yo les trabajaba. Martin, regresaba como lo habia dicho y note que habia ido donde el estilista porque esa noche tenia una cita con unos publicadores. Martin, se miro en el espejo y me pregunto cómo se miraba él y yo sin querer decirlo le decia que se miraba como lo desean las mujeres. Despues de haberle dicho eso, senti que todo mi cuerpo de extremecio. Martin, me miro y me daba las gracias y de haberlo dicho yo lo hacia sentirse mas seguro para la cita de esa noche. Pasaban tres meses trabajando con ellos y una mañana me sente en el sofa donde habia visto a Martin cogiendo a su querida esposa y cosas comenzaron aparecer por mi mente porque aquel cuadro de la señora Martin se me venia a la mente cuando la estaban cogiendo a ella. Martin, no estaba, habia salido. Misntras yo sentada en el sofa me baje el patie rojo hasta mi rodillas y comenze con mi dedo a jugarme el clitoris de mi panochita que me habia olvidado de rasurarla y el cuadro de la señora Martin en mi mente me daba tremenda paja. La puerta se abre de romplon y veo al Sr.Martin que entra y el me mira y no me da tiempo de subirme al pantie que aun lo tengo a la altura de mis rodillas. Por qué no fue a la cocina?. No, el Sr.Martin camino directo hacia mi sin sabel él como yo estaba y me encontro con mi pantie rojo a la altura de mis rodillas. Me dio verguenza y le pedi que no me botara del trabajo. Él se quedo de pie y me miraba y me decia que no me preocupara y me levanto la falda y me miro la panocha y me decia que nunca antes habia visto una panocha en vivo con pelos negros. Me quito el pantie y él se puso de rodillas y abria mis piernas. Mire como bajaba la cremallera de su pantalon y muiraba esa tremenda berga de hombre que me apuntaba a mi raja vertical. Me decia que me hiciera mas adelante hacia el filo del asiento del sofa y obedeci. Senti como su grosor de berga casi se atoraba en mi cueva y me decia que estaba muy cerrada de ahi, pero con pasiencia y pujidos que me sacaba logro penetrar un buen pedazo de su berga en mi. Una vez clvada en él, éste me levanto en su peso y me cargaba como su fuera su muñeca. El Sr.Martin me hizo correr y la leche corria a cantaros hasta llegar a sentir la de él. Me asuste cuando Martin le contaba a su esposa lo de nosotros dos y su esposa muy emocionada me decia que su esposo era maravilloso y de paso me invitaba a que me quedra con ellos dos a pasar la noche en la misma cama y se formo el trio sin que mi esposo lo supiera. Hoy en dia trabajo desnuda en la casa de Martin y señora y todo camina como si nada. A mi esposo le compre tremendo carro y aseguro de que tambien él se ha de comer mas de alguna panocha atras de mi, pero a los Martin no los dejo y ya voy a vacaciones a donde ellos van.