Un día me escape del colegio con un compañero que, según él, era muy cabron y bueno para coger. Como yo andaba caliente decidí darle su chance. Él sabía que su casa estaría sola esa mañana así que nos las ingeniamos y nos escapamos de la escuela.

Acabo siendo una decepción jaja. No la tenia de mal tamaño pero no sabía coger y aguanto como 5 minutos y se vino jajaja. En fin por eso prefiero más grandes y experimentados.

Él estaba tan avergonzado que me rogo que no le fuera a decir a nadie de la escuela. La verdad me dio lastima y le dije que sí. Aun eran como las 11 am y decidí volver a mi departamento, a ver si con suerte mi mamá no estaría.

Vivíamos en un departamento que estaba en la planta baja, no muy grande, de dos cuartos pero pues solo éramos mamá y yo así que era suficiente.

Mi mamá era vendedora de seguros y en realidad trabajaba desde casa pero a veces salía seguido a citas con clientes y entregar papeleo. Pero era muy común que recibiera clientes en el depa.

Desde que llegue vi el carro de mi mamá estacionado y atrás estaba otro. Ya conocía ese carro era del “inge”. Así le llamábamos a un cliente de mi mamá que era ingeniero civil y le había comprado un par de pólizas de seguros.

Me desanime al ver los carros porque pensé que tendría que ver cómo perder el tiempo para no llegar y que mi mamá no supiera que me había escapado. Se me ocurrió esconder la mochila en las plantas que estaban debajo de la ventana para no estarla cargando.

Me acerque en silencio y la ventana estaba abierta a medias pero las cortinas cerradas. Mientras escondía la mochila escuche unas respiraciones muy agitadas y el clásico sonido de la cadera chocando contra las nalgas jaja.

Me quede congelada unos segundos escuchando y pensando que se estaban cogiendo a mi mamá. A los pocos segundos procese que el inge era el que se la estaba cogiendo. Metí la mano para hacer un poco de lado la cortina y ver si podía ver.

Y ahí estaba. Mi mamá acostada boca arriba en la mesa de centro de la sala completamente desnuda pero con tacones puestos. El inge estaba hincado, tenía las piernas de ella cerradas y las abrazaba con un brazo mientras la penetraba fuerte y rápido.

Mi mamá era muy parecida a mí. Delgadita, morenita, chaparrita, con pechos no muy grandes pero muy buena nalga. El inge no estaba muy bien. Tenía como 40 años y sabía yo que era casado. Era moreno, de pelo corto, sin barba ni bigote pero con pelo en pecho. Estaba grandote, se veía que hacia pesas pero aun así estaba panzoncito.

Mi mamá se esforzaba en no gemir fuerte en cada penetrada que le daba la vergota del inge que se alcanza a ver gruesa con cada sacada. El estaba todo sudado dándole duro como animal y soltándole nalgadas de repente.

Después de la decepción de cogida que había tenido yo esa mañana me excite demasiado viendo como un verdadero hombre se cogía como perra mi mamá. Me lleve una mano debajo de mi falda, hice a un lado mi calzón y empecé a sobarme mi rajita.

El inge era un verdadero toro. No perdía ritmo y le daba duro. Mi mamá no podía ni abrir los ojos de tanto placer que estaba recibiendo. Yo estaba como perra en celo viendo. Por suerte lo único bueno que salió de la cogida de la mañana fue que aún tenía en mi panochita la leche de mi compañero de la escuela.

Me metí un par de dedos y sentía toda la lechita escurriendo. Mientras seguía viendo me llevaba los dedos embarraditos de mis fluidos y los mecos de mi compañero a la boca y los succionaba saboreando todo. En cuanto quedaban limpios repetía la acción de meterme los dedos para sacar la leche y comérmela disfrutando el saborcito eh imaginando que así sabia la del inge.

Estuve así unos minutos, y me sorprendió darme cuenta que mi compañero si me había dejado bastante leche adentro jaja, hasta que vi que el inge rápido le saco la vergota a mi mamá y se levantó agarrándosela. Mi mamá ya sabía que significaba y rápido se hinco frente a el para recibir los chorros de leche directito en la boca. Solo aventó un par y mi mamá se metió rápido la cabeza de la verga para que no se le fuera a escapar ni una gota.

El inge se llevó las manos a la cintura y solo exhalaba muy fuerte reprimiendo sus gemidos mientras se veían los espasmos de sus huevos y su verga mientras vaciaba toda su leche en la boca de mi mamá. Ella solo succionaba la cabeza como becerrito amamantando.

Pude contemplar bien la vergota morena sin pelo del inge. Debía medir unos 17 o 18 cm, gruesos y con la cabeza morada más grande que el tronco. Una verdadera verga de macho que me provocaba meterme los mas que podía mis dedos para sacar toda la leche de mi compañero y saborearla pensando en que así le sabría a mi madre la leche del inge, pero sabía que la leche del inge si debía saber a verdadera leche de toro y no mamadas jaja.

Cuando termino de vaciarse volteo a ver a mi mamá y le sonreía. Ella también le sonreía y le jalaba la verga para exprimirla bien y cada que salía una gotita de semen se la lamia.

Me acomode el calzón y me aleje de la ventana para que no me fueran a cachar. Me costó mucho trabajo caminar por la adrenalina y la excitación que sentía. Me temblaban las piernas pero había descubierto que yo era igual de puta que mi mamá. Lo herede de ella jajaja.

Tuve que irme a un parque cercano y me senté en el pasto para calmarme. Ya cuando era la hora normal que llegaba a mi casa fui por mi mochila y vi que ya no estaba el carro del inge. Entre y mi mamá estaba cocinando como si nada hubiera pasado.

Lo peor fue que me quede muy caliente todo ese día después de lo que vi y no encontré con quien desquitarme. Por más que me metía los dedos tenía más ganas de una buena verga.

Lo del inge ocurrió un miércoles. Todo el jueves no puede hacer nada y seguía caliente. El viernes estaba enfadada y me volví a escapar de la escuela. No sé por qué tenía la esperanza de volver a espiar a mi mamá con el inge.

Llegue y solo vi el carro de mi mamá así que me desanime un poco. Me acerque a la ventana y no escuche nada pero metí la mano para abrir un poco la cortina y no me decepcionó. Estaba hincada con las tetas de fuera chupándole la verga a un repartidor. Era un chavo repartidor de una tienda de abarrotes que estaba a unas cuadras de la casa. Lo conocíamos desde hace tiempo por que hacíamos pedidos seguido a la tienda.

Pensé desde cuando mi mamá se lo estaba comiendo. Era un chavo flaco morenito un poco alto. Tenía la verga morena curveada hacia abajo, como de 16 cm y con la cabeza grande como champiñón. Tenía la base y los huevos todos peludos.

Estaba recargado en la puerta con los shorts hasta los tobillos y sosteniendo arriba su playera mientras mi mamá se succionaba la verga como verdadera experta hasta que por fin consiguió lo que quería. El chavo cerro los ojos fuerte y abrió la boca mientras de veían los característicos espasmos de su verga depositando su semen directito en la garganta de mi mamá.

Ella de quedo quieta recibiendo su ración de leche directita de envase jajaja. Una vez más me fui antes de que me fueran a cachar. Estaba tan excitada de saber que mi mamá era una verdadera puta y comencé a pensar si ella se los está cogiendo pues yo también puedo.

Aparte desde el miércoles ya estaba urgida de verga así que no me la iba a pensar ni tantito. Llegue y de nuevo mi mamá como si nada.

Esa tarde mi mamá se metió a bañar porque iba a salir con unas de mis tías de compras. Yo estaba en la cocina tomando agua y pensando como le iba a hacer para conseguir verga ese día y bajarme lo caliente cuando escuche que le llego un mensaje al celular de mi mamá que dejo sobre el comedor.

Nunca se me había ocurrido revisar su celular aunque si me sabia su clave. Pero como apenas había descubierto que era bien puta pues no se me había ocurrido antes.

Vi el mensaje que le había llegado y era un número que no estaba registrado pero decía: Llevo todo el día así mira. Y después veía una foto de una verga parada. Y otro mensaje que decía: Sácame la leche o que.

Luego luego sentí como se me mojaba la panochita ya bien urgida. No era la gran verga del mundo pero yo tenía demasiadas ganas. Se veía que pertenecía a alguien gordo. Estaba bien prieta y con la cabeza rosa. Como de 16 cm pero gorda y sin nada de pelo, con huevos grandes.

Pensé un momento y se me ocurrió que hacer. Le conteste que sí que iba a estar sola en el depa a las 7 que de seguro que iba a estar bañando así que iba dejar la puerta abierta y que se pasara a la sala y ya salía. Solo contesto ok te veo a las 7.

Ya que me contesto borre los mensajes para mi mamá no fuera a ver. Traje a adrenalina al mil y ya me urgía que mi mamá se fuera. Me la pase pensando quien sería el que iba a llegar. Repase varios clientes y gente conocida y no se me ocurría quien pero eso me excitaba mas. Estuve acariciándome la rajita para estar bien caliente cuando llegara mi macho.

Por fin estaba sola y dieron las 7. Estaba toda nerviosa viendo hacia la puerta. De repente, bien puntual, vi en la cortina de la venta que está al lado de la puerta la silueta de un hombre que paso y se paró frente a la puerta. Me fui rápido al cuarto y escuche que abrió la puerta, entro y la cerró silenciosamente. Lo escuche decir en voz alta: Ya llegue te espero en la sala.

Escuche que se quitó los zapatos y como se sentó en el sillón. Yo casi temblaba de nervios y excitación pero me controle. Me desnude completamente y salí a la sala.

Por fin vi quien era. Era un vecino de un par de pisos arriba. Casado y con una hija pequeña. Tenía como 35, muy prieto y siempre estaba rapado. Tenía lentes y nada de barba y bigote. Era de los que tenía cara de gordito bonachón. Media como 1.80 y era gordo.

Cuando me vio se asustó y abrió mucho los ojos diciendo en voz alta: ¡NO MAMES!

Estaba ya sentado en el sillón completamente desnudo de la cintura para abajo solo se dejó puesta una playera polo azul. Su reacción inmediata fue taparse la verga con un cojín y parecía que se iba a levantar pero capto que yo estaba toda desnuda delante de él y no supo que hacer.

Antes de que pudiera pensar en algo más me acerque y me hinque frente a él y metí la mano abajo del cojín sobándole los huevos y la base sin pelos del pene. El me veía con los ojos bien abiertos y la cara de sorpresa y me decía: ¡No, no mames no! Pero no hacía nada por quitarme.

Estuve unos segundos sonriéndole y acariciándole sus huevotes por debajo del cojín y el solo, aun con la cara de sorpresa, quito el cojín dejando libre su verga prieta. Se la jale de arriba abajo sonriéndole y cada que subía veía como le salía bastante babita de pre semen. Después de unas cuantas jaladas me la metí a la boca completa y empecé a succionar como bien sabía hacerlo.

El soltó un largo suspiro y dijo: ¡AY NO MAMES!

Se quedó callado mientras yo la chupaba de la cabeza hasta los huevos y en momentos volteaba a verle la cara de placer. Ya no tenía cara sorpresa ahora era cara de placer y calentura jaja.

Estuve chupándosela unos minutos saboreando el mucho pre semen saladito que le salía. Con una mano me dedeaba la puchita que ya la tenía hirviendo y jugosa. De plano ya no aguante y me levante y el me veía preguntándose qué iba a hacer. Me voltee, dándole la espalda, y si más me senté sobre su verga ensartándomela en la puchita.

No pude evitar soltar un gemido de placer. Y me urgía tener una verga metida. Escuché como soltó un suspiro fuerte y dijo: ¡AYYYY CABRON NO MAMEEEES! Y me puse a menear la cadera bien ensartadita en su verga.

Después me agache apoyando las manos en el piso y empecé a darme de sentones sobre su verga que ya estaba totalmente empapada con mis jugos. No podía evitar gemir de placer por al fin estar bien ensartadita y gozando.

En eso el cabron me agarro de las nalgas y con sus manos empezó a dirigir la velocidad de la penetración. La sacaba casi toda y me hacía caer de sentón fuerte sobre ella. Estuvo así agarrándome fuerte las nalgas dándome sentones duro unos deliciosos minutos que yo disfrutaba como loca.

Estábamos en eso cuando hizo algo que no me esperaba. Claro que la posición en la yo estaba dejaba completamente expuesto mi anito entonces movió su mano derecha poniendo su pulgar sobre mi ano y se puso a hacer círculos presionando un poco sobre él.

La verdad sentí muy rico y le gemí más para que supiera que me gustaba pero de repente presiono muy fuerte de golpe y sentí como entro todo su pulgar gordo abriéndome el ano. De plano me detuve, di un grito no muy fuerte y le dije ¡NO!

El me sostuvo fuerte con la otra mano en la cintura para que no fuera a zafar y me dijo: ¡SI MIRA SI! Y empezó a meter y sacar su pulgar de mi ano acelerando cada vez más. Me dolía y trate de zafarme pero me agarro muy fuerte y seguía ensartada en su verga.

La manera tan brusca con la que jugaba con mi ano hacia que apretara mi vagina y nos daba más placer a los dos. Después de un par de minutos lo estaba disfrutando y me puse otra vez a saltar sobre su verga. El solo me dijo: ¡No que no! Aprietas más el ano que tu mamá.

No hice caso y me concentraba en la sensación de placer que tenía. Tardo unos minutos y me dijo: ¡ME VOY A VENIR ME VOY A VENIR! Me quite rápido y me metí su verga toda empapada de mis jugos en la boca hasta el fondo y me quede pegada hasta sentir sus chorrotes de leche bien calientita directo en la boca y garganta.

Sabía un poco amarguita pero deliciosa. El solo respiraba muy fuerte y se concentraba en depositar todo su semen en mi boca agarrándome de la cabeza. No la saque de mi boca hasta que estuvo flácida y me asegure de tragarme hasta la última gota como mi mami jaja.

Se quedó sentado viéndome sonriendo un momento y luego se levantó y me dijo que ya se tenía que ir. Se vistió, me dio su número y me dijo que la siguiente me iba a echar sus mecos en el ano. Le dije que sonaba bien y le sonreí.

Pase el resto del día saboreando su leche en mi boca y masturbándome pensando en todos los macho de mi mamá que iba a montar yo también.