Hola, gracias a la página por abrir un espacio para expresar lo que no nos animamos a contarle a nadie…

Estando en el cuarto año del secundario mi pequeño mundo era la escuela y mis charlas íntimas con Carolina, mi amiga y compañera de escuela.

En casa nada funcionaba bien y tenía poco contacto con mis padres y mi hermana mayor…lo que provocó que pasara mas horas en la casa de Caro que en la mía.

Dormía a menudo en su casa y Nora, su mamá…una hermosa morocha de 45 años me brindaba conversaciones, concejos y cariño que suplían la ausencia de mi madre.

Cuando mi revolución hormonal comenzó a generarme necesidades me di cuenta que mis gustos no reclamaban hombres, mis masturbaciones eran siempre inspiradas en Norma….deseaba chupar sus tetas…pasar eternidades besándonos, cruzar nuestras piernas y pegar nuestras vulvas como ventosas….pero reprimía esto no bien lograba el orgasmo y lo relegaba al campo de la fantasía.

Ella fue la inspiradora de mi deseo…pero jamás me atreví a intentarlo.

Llegó el día en que alguien me percibió y fue Adriana, una peluquera de mi barrio que tiene 53 años y mucha experiencia….me captó, me sedujo y me enseñó todo lo que dos mujeres pueden hacer en la cama….