Mia es una chica muy traviesa y ardiente, hija de italianos. Es rubia y hermosa, y ella y yo siempre fuimos las niñas bellas de la clase, pero mientras Mia era extrovertida y traviesa, yo era tímida. Sin embargo eramos muy buenas amigas.

Mia me inició en el sexo a los 16 años, un fin de semana en su apto. de playa. Dormíamos juntas y hablábams de sexo y ella empezó a tocar mis muslos, la dejé porque me pareció rico. Me preguntó cuantos chicos habían besado mi boca y al saber que ninguno me beso con deseo. Al comienzo me asusté y me puse rígida, pero sus manos que recorrían mi cuerpo bajo la pijama y sus deliciosos besos me tranquilizaron. No se cuanto tiempo me beso y acarició, pero debieron ser varios minutos. Entonces empezó a desnudarme sin que me opusiera y besó mis genitales tan divinamente que dí un gritico de placer. Mia rió y me dijo: Controla tus gemidos, o van a oirnos. Volvió a mi vagina y continuó lamiendola y besandola con sus labios y lengua. Oleadas de placer recorrían mi cuerpo y tuve que ponerme una almohada en mi boca para no gritar de placer. Entonces tuve mi primer orgasmo y quedé temblando de deseo.

Mia se acostó sobre mi y me beso con ternura diciendome: Ahora serás mia. No quiero que ningún chico te toque, asentí. Esa noche tuve muchos orgasmos y aprendí a satisfacer sexualmente a Mia. Al ducharnos me depiló totalmente y me dijo: Así debes estar siempre para mi. Mientras desayunábamos Mía propuso bajar a nadar a la piscina. Allí tomamos Sol. Llegó un chico hermoso y Mía tomó mi mano. El chico nos miró y no dijo nada. Los padres de Mía bajaron y nos dijeron que irían al Club y mi amiga les dijo que prefería quedarse. Llegó otro chico y nos miró, entonces Mia se irguio y me beso en la boca tomandome la mano y dijo: Vamos. Al irnos asió uno de mis gluteos. Al llegar al apto. estaba hirviendo, esta vez no me reprimí y grite libremente de gozo.

Por un año y medio Mía me hizo su novia y aunque ella tenía sexo con chicos no me permitía ni hablar a solas con ellos, aunque me contaba lo divino que era ser montada por un macho. Un día me contó un cuento muy caliente y me excité mucho, le pregunté que se sentía. «¿Te gustaría probarlo?» Si, conteste. Entonces me miró y dijo: «Eres una puta lujuriosa, todo a su tiempo».

Un mes después me invitó a su casa de playa en un pueblito costero y me dijo: «Mi vida, ya cumplimos 18 años, somos mayores de edad. Ahora vas a saber lo que es un hombre». Eso me calentó mucho. Mia llamó por teléfono y una hora después llegaron 6 negros enormes. Mía me ordenó desnudarme y aquellos hombres me miraron con lujuria y empezaron a desnudarse. Todos eran altos, fuertes, y tenían penes inmensos. Mia les dijo: «Es virgen, tendrán que ganarsela». Empezaron a jugar cartas y el primero en ganar me llevó a la cama, allí me tiró en ella y me violó, porque aquello no podía llamarse de otra manera. Pronto había seis negros cogiendome sin descanzo. Yo gemía de dolor, pues penetraron todos mis agujeros. Por 2 días se satisfacieron con mi cuerpo a placer.

Después de un mes empecé con vómitos y nauseas y supe que estaba preñada, uno de aquellos negros me había impregnado.

Mia estaba euforica y feliz, pues me dijo: «Ahora seremos una familia»

Nos mudamos juntas a otra ciudad, y que para asistir a una Universidad del interior del país. Ahora vivo con Mia y nuestro bello bebe negro, pero no tengo idea de quien es el padre de aquellos 6 negros.