VIVENCIAS 1 (XOCHITL).

Mi llegada a la Cd. De las Luces, como se conocía en el pasado al DF, termino de transformarme en lo que ahora soy. De aquel simpático provinciano apodado �el tripa�, ya no queda nada. En su lugar estoy yo, el Sr. Antonio como me llaman mi empleados, Don Antonio, como me dice el Director de la escuela de mis hijos, Antonio como me llaman mis socios, Don Toño como me dice mi preciosa auxiliar domestica, o Simplemente Toni, como me dice cariñosamente mi dulce y hermosa esposa Danya.

Arribe a la Cd. De México, y me instale en un modesto hotelito cerca de la basílica de Guadalupe, No estaba yo tan cerrado, y en algunas ocasiones había pasado mis vacaciones de verano en la Cd. Con algún familiar. Por lo que más o menos sabía moverme en ella. Después de casi 6 horas de viaje, estaba abatido y decidí quedarme el resto del día acostado, un tanto por el viaje y otro tanto por el hecho de haber dejado a mi prima Lea, pero también estaba entusiasmado, por todo lo que quería hacer, y lograr. Estaba dispuesto a comerme el mundo, por lo que, aquello que le dije un día a mi prima, �Tu recuerdo me dará la fuerza necesaria para seguir adelante y superarme� se instalo como una Ley en mi vida. Gracias a eso ahora estoy, donde estoy. GRACIAS LEA.

Al día siguiente me dedique a buscar vivienda y trabajo, con el roce que iba a tener con los niños popis de la escuela, obviamente mi nivel tenia que ser otro. Me dije una y otra vez. Por lo que me dirigí a buscar algún departamento en las zonas no exclusivas pero si de mas �alcurnia� de la ciudad, no tarde mucho y justo en la colonia del valle encontré un pequeño departamentito de únicamente una recamara, sala comedor, cocina, baño y un estrechísimo patiecito de servicio, el precio aunque un poco alto me pareció lo justo. Gaste todos mis ahorros y gran parte de mi primera mesada que mis tíos me había dado, en acondicionar con lo mejor mi depa, por lo que ahora si, me urgía conseguir trabajo. No importaba de lo que fuera. Habíamos decidido pagar mis colegiaturas por semestre y la inscripción y material ya estaban cubiertos, por lo que por ese lado, no me preocupe. Al ser el único de la camada que se animo a estudiar mis tíos junto con mi mamá me daban todo el apoyo posible, ya que para ellos era un orgullo que alguien de la familia al fin tuviera un titulo profesional. En el futuro les pagaría de algún modo toda la ayuda que me daba. (Pensaba).Para el día miércoles ya estaba totalmente instalado en mi departamento, por lo que desde temprano salí a comprar los periódicos para empezar a buscar trabajo. Me encontraba cerrando la puerta de mi depa, cuando en la puerta contigua apareció una niña preciosa de ojos color miel, y unos senos de tamaño regular que se marcaban en una blusita tipo camiseta de color blanco, que al verme sonrió dándome los buenos días.

Buenos días. Conteste.

Eres nuevo aquí, verdad?

Pues si, apenas llegue antier por la noche.

Soy tu vecina, mi nombre es Xochitl, vivo al lado tuyo con mi hermana Lucia. Si te podemos ayudar en algo, solo tienes que llamar a la puerta.

Gracias. Dije un tanto sorprendido por su espontanea hospitalidad. Y haciendo hasta lo imposible por no mirar directamente los erguidos montículos que se marcaban bajo su blusita.

Vas a algún lado? Pregunto.

Comprare los periódicos, necesito trabajar, el lunes empiezo la escuela y la verdad es que con todo los muebles que tuve que comprar me quede corto de dinero.

Aahh. Vaya, porque nos vas a donde mi hermana, ella trabaja en el piso 26 de la Torre Latinoamericana, es secretaria de un despacho contable, y justamente anoche me comentaba que necesitaban un chico para office boy, de esos que hacen mandados y encargos. Te doy los datos.

Se metió a su depa, y al darse vuelta no pude evitar posar mis ojos en ese precioso trasero que se dibujaba bajo la tela de un pantalón de mezclilla deslavado. Al minuto regreso entregándome una tarjetita con todos los datos anotados en ella.

Preguntas por Lucia Ezequiel, y a ella le dices que yo te comente del trabajo.

Muchas gracias, en verdad no sabes cuanto lo necesito. Hoy por mi, mañana por ustedes. Dije.

No te preocupes, y cualquier otra cosa que necesites no dudes en pedir nuestra ayuda.

Gracias, en este instante salgo para allá. Por cierto, mi nombre es Toni.

Mucho gusto Toni. Dijo. Acercándose para darme un beso en la mejilla (como se saludan los amigos en la capital), y sintiendo como sus senos se aplastaban contra mi pecho, me ruborice y me despedí un tanto desconcertado.

De inmediato me dirigí a la estación del metro etiopia que era la que me quedaba mas cerca y tome el metro con dirección a los indios verdes, transbordando en hidalgo me encamine hacia bellas artes.

Buenos días. Saludé a una preciosa chica de aproximadamente 25 años de pelo obscuro, piel apiñonada, y perfectamente maquillada que se encontraba en un escritorio en la entrada de la oficina marcada como Despacho Contable y Fiscal, del piso 26 de la Latino.

Buenos días. Que se le ofrece joven?

Busco a la Srita Lucia Ezequiel.

A sus órdenes. Soy yo.

Mucho gusto, mi nombre es Antonio Zaragoza, soy su vecino en el edificio, esta mañana conocí a su hermana Xochitl, y entre platica le comente que necesitaba trabajar, me comento que necesitan a alguien para moverse en la ciudad. Y�. aquí estoy.

Me esgrimió, con la mirada y al fin dijo:

Si, así es, necesitamos a alguien que conozca la ciudad. No eres de aquí, verdad?

Inmediatamente lo noto, ya que mis ropas que llevaba y mi piel tostada por el sol, evidenciaban sin más ni más mi aire provinciano.

No señorita, acabo de llegar de provincia para estudiar, pero conozco la ciudad, y créame, necesito mucho el trabajo.

Permíteme, veré con mi jefe. Dio la vuelta si se dirigió a otra oficina que se encontraba al fondo del lugar, meneando acompasadamente unas no tan anchas pero bien estilizadas caderas, cubiertas por una falda color gris, poco mas arriba de las rodillas. Sus zapatillas altas de color negro, hacían resaltar unas redondas y bien formadas pantorrillas, cubiertas por unas medias de color carne.

A los pocos minutos, regreso, haciéndome pasar a la oficina de su jefe, diciéndome al oído:

Si te pregunta, si nos conocemos, dile que eres mi familiar, y acabas de llegar a la ciudad para asistir a la escuela.

Agradecí la recomendación y ella en tono de complicidad, contesto:

Dale las gracias a Xochitl. Ok? Suerte.

Y me abrió la puerta para ingresar al privado de su jefe.

Adelante, tome asiento. Me dijo el Sr. De más o menos 50 o 55 años, de aspecto imponente y vestido de traje, como en varias ocasiones vi a algún personaje de la tele.

Me dijo Lucia que se conocen. Es verdad?

Si, señor, somos parientes lejanos, y acabo de llegar para estudiar la preparatoria. El lunes empiezo.

Bueno, pues, entonces como piensas trabajar, ya que me imagino que por las mañanas iras a la escuela.

Si señor, la verdad es que no había pensado en eso, pero si fuera necesario, trabajare toda la tarde en lo que usted me ponga hacer, digo en caso de quedarme con el trabajo.

Ok. Mira necesito a alguien de confianza, pero sobre todo que sepa moverse por la ciudad, somos proveedores de servicios de una cantidad impresionante de empresas en el área metropolitana, y efectivamente necesitamos, sobre todo a un joven, que este estudiando. Podemos ayudarle con media beca. Es la política de esta empresa. De la que soy dueño. Ya sabes que quieres estudiar?

Pues, me llama mucho la atención la Administración de Empresas, por eso escogí una de las mejores escuelas de aquí, ya que todos mis tíos tienen todas sus esperanzas puestas en mi y me estarán ayudando el lo posible, pero también necesito trabajar para aminorar la carga financiera de mi carrera.

Muy bien muchacho, me gusta tu carácter. Te ves emprendedor y no veo malicia, en ti. El trabajo es tuyo. Nos vemos el lunes a las 3 de la tarde. Tu horario va a ser de 6 horas y tu sueldo será de X pesos, y cada primer lunes de cada mes pasaras a la caja, para que se te extienda un cheque por el 25% de lo que pagues de colegiatura. No olvides pedir recibo, para que nosotros podamos deducirlo.

La verdad es que en ese momento no entendí nada de eso de deducción y de impuestos, pero era lo de menos, me encontraba feliz de contento.

Solo hay un detalle. Comento. Tienes que venir con ropa formal, no necesariamente de traje, pero si con ropa de vestir. No se si haya, algún problema.

No señor. Ninguno. Me apresure a contestar.

Ok. Pasa con Lucia para que ponga en orden tu expediente y nos vemos el próximo lunes.

Gracias Señor, no les voy a defraudar. Respondí eufórico. Y Salí de su oficina.

La verdad es que fue muy poca la información y documentos que conformaron mi expediente, por lo que a los pocos minutos salía del despacho agradeciéndole sobremanera a esa hermosa secretaria que tenia al frente y que había abogado por mi.

Llegue entusiasmado a mi edificio con el firme propósito de hacer un recuento de mi efectivo y ver de cuanto disponía para comprarme un poco de ropa formal, pero al pasar por el departamento de mis hermosas vecinas un impulso me hizo llamar a la puerta. Tenia que agradecerle a Xochitl lo que había hecho por mí, muy aparte mi deseo de volver a verla.

Salió casi al instante, saludándome nuevamente con un beso en la mejilla, (poco a poco me acostumbre a eso) y preguntándome como me fue.

A grandes rasgos le platique lo que había sucedido y ella me confirmo que su hermana ya la había puesto al tanto, vía telefónica.

Seguimos conversando amenamente durante más de una hora, y le comente que necesitaba regresar al centro a comprarme algo de ropa.

Si no tienes inconveniente, mañana te puedo acompañar, estoy de vacaciones y también entro el lunes a la escuela, tengo todo el día libre.

Asentí, agradeciendo su amabilidad y me despedí acercando mi cara para darle un besito en su tersa mejilla. Ella correspondió del mismo modo.

Te acompaño a la puerta.

Le agradecí.

Por que no vienes a cenar con nosotras, siempre estamos solas y nos hará bien un poco de charla y compañía, a mi hermana le caerás bien. Dijo

Acepte, diciendo que a la 8 nos veríamos.

Después de darme una ducha, me recosté en la cama haciendo un recuento de o sucedido, no podía creer en mi suerte. Mi escuela, estaba lista, ya tenía trabajo, y por si fuera poco, tenía dos hermosas vecinas que bien que mal me habían ayudado. Y de que forma. Solo me hacia falta una cosa.

Lea. Si estuvieras aquí conmigo. Me decía una y otra vez.

Su recuerdo llego intensamente hasta mi, en mi mente desfilaban una a una las imágenes de nuestros encuentros pasionales, sobre todo de esa ultima, donde me entrego su otro virginal agujerito.

Lleve mi mano por instinto hacia la bragueta de mi pantalón sacando pi pene en estado de erección, comencé a masturbarme pensando en mi prima Lea, como disfrute de su cuerpo, de sus caricias de sus besos, mis masajes se hicieron cada vez mas rápidos, hasta que ya no aguante mas y eyacule de forma abundante embarrándome toda la mano y parte de mi pantalón. Fui al baño a limpiarme y regrese a mi cama para quedarme completamente dormido.

Poco antes de las 8, unos toques en mi puerta me sacaron de tan placido sueño, me incorpore un tanto adormilado y abrí. Era Xochitl, estaba radiante, su pelo entre rojizo y caramelo se veía húmedo, sus hermosas pupilas color miel resaltaban aun mas con el rímel colocado en sus largas y chinas pestañas, Sus labios ahora adornados con un carmín de color rosita se antojaba morderlos, una blusa de tirantes dejaba ver un hermoso escote indicándome que no llevaba sostén, una faldita de color rojo dejaba al descubierto unas hermosas piernas muy parecidas a las de su hermana mayor, sus delineadas pantorrillas resaltaban al contraste de unos zapatitos blancos de piso, con los que remataba su hermoso atuendo.

Hola. Perdón, te desperté? Dijo, acercándose a mí para darme el besito acostumbrado.

No te preocupes. Dije. Regresando el gesto.

Ya esta la cena, Lucia me dijo que viniera por ti.

Gracias, ya salgo.

Aquí te espero, dijo recargándose en el marco de la puerta.

Me acomode la ropa y el pelo, y nos dirigimos a su depa. La mesa ya estaba puesta y Lucia nos esperaba.

Hola, me saludo también con un amable besito. No pude evitar ruborizarme.

Toma asiento. Dijo.

Su ante comedor de cristal estaba adornado por un hermoso frutero del mismo material, el cual le daba un toque de frescura al ambiente. Lucia se sentó a mi lado y Xochitl frente a mí. Deje que ellas comenzaran primero, para de alguna forma imitarlas y no quedar en ridículo, ya que yo no sabía como comportarme en esa situación.

La cena fue un tanto ligera, formada por unos deliciosos molletes y café con pan. Durante ese tiempo conversamos de todo un poco. Así supe que eran huérfanas de papa y mama, que Lucia tenia 26 años, Xochitl 16, que eran de Apatzingán Michoacán, y que habían llegado a la ciudad hacia aprox. 5 años. Y que al morir sus papas en un accidente automovilístico ella había tenido que hacerse cargo de su hermana. Xochitl estaba a punto de comenzar una carrera corta en una escuela del centro de la ciudad y Lucia tenia trabajando en el despacho, justo el tiempo que tenían viviendo en el DF.

De momento Xochitl se levanto de su lugar, para recoger los trastes sucios y dejar limpia la mesa, Lucia y yo seguíamos platicando cordialmente, Xochitl regreso a su lugar, y fue en ese momento que sin querer pude observar a través del cristal, sus hermosas piernas entreabiertas mostrando un abultado triangulo blanco formado por su ropa interior, trague saliva y seguí como si nada, en un santiamén les conté mi vida y mis metas que tenia, ellas aplaudieron mi decisión, animándome a seguir adelante.

Entre frase y frase cada vez que podía echaba una ojeada al espectáculo que Xóchitl me regalaba, bajo la mesa. (Ignoro si fue a propósito o si de verdad no se percato del incidente, nunca lo supe)

Mañana, acompañare a Antonio a comprarse ropa al centro. Dijo Xochitl a su hermana.

Está bien, solo acuérdate que no puedes hacer esfuerzos, por lo que ya sabes. Contesto.

Escudriñe en sus miradas, pero respete la decisión de no hacerme participe de ese secreto que guardaban.

Poco mas de la 11 de la noche, me disculpe por haberlas trasnochado, haciendo el ademan de retirarme a mi depa.

No te preocupes, esta bien, de vez en cuando hace falta tener una amena charla, dijo lucia.

Prométenos que se harán mas frecuentes, alzo la voz Xochitl.

Lo prometo, dije, levantando la mano en forma de juramento. Le di su besito de buenas noches a cada una y me retire.

Cada vez mas me sentía con mayor aplomo, y decisión, todo me estaba saliendo a la perfección. Pero la imagen de Lea cruzaba a cada instante mi mente.

Al otro día fue de lo más normal, Xochitl iba de pants, cosa que no ayudaba en nada a su preciosa figura, por lo que no me llamo mucho la atención. Llegamos al edificio y sin más ni más le di las gracias. Y ella contesto:

Que te parece si el sábado vienes a cenar conmigo, estaré sola. Es día que lucia sale con sus amigas. Me dijo cordialmente.

Me parece bien. A que hora? Traigo algo? Me apresure a preguntar.

A las 8 esta bien, y que te parece si nos tomamos una viña real (bebida que en ese tiempo estaba de moda).

Ok, yo las compro. Y nos vemos a las 8. Me retire.

El viernes y sábado no Salí para nada, hasta cerca de las 7 de la noche decide tomar un baño, me encontraba un tanto nervioso por mi cercana cita con Xochitl, pero la verdad es que no maliciaba, al contrario, me sentía agradecido con ellas por todo lo que habían hecho por mi.

Poco antes de las 8, baje a la tienda de la esquina a comprar las famosas viña real, en ese entonces no había tanta restricción en la venta de alcohol a menores, por lo que no tuve problema al adquirir 6 viña real de durazno.

Subí hasta el 2do piso del edificio que era en donde vivíamos, y toque a su puerta, Salió Lucia, con un atuendo despampanante, que me hizo recorrerla de pies a cabeza con todo el descaro del mundo,

Woow. Que guapa. Atine a decirle.

Me veo bien? Pregunto sin prejuicio.

Excelente. Atine a decirle.

Voy a una fiesta y tal vez me encuentre al chavo que me gusta. Dijo.

Vaya suertudo. Le conteste.

Jajaja. Rio. No es para tanto. Contesto modestamente.

Bueno, ya me voy, dijo tomando una pequeña bolsita de mano y haciéndome pasar a su pequeña pero cómoda estancia.

Nos vemos Xochitl, grito. Ya esta Antonio aquí.

Bye hermanita. Ya salgo. Oí contestar desde una de las recamaras.

Me senté en un de los cómodos sillones de dos módulos que conformaban su sala y me dedique a ver la cantidad de fotografías que estaba colgadas en las paredes, otras mas en su mesita de centro y de mas adornos de su sala de estar.

No tuve que esperar mucho, Xochitl apareció dejándome totalmente sin habla, su pelo húmedo daba indicios de un reciente baño, sus ojos color miel parecían 2 luces en su rostro, gracias al margen color negro formado por su delineador y su rímel del mismo color, haciendo lucir sus preciosas y largas pestañas chinas. Gustaba de ponerse blusas ligeras, y esa noche no fue la excepción, nuevamente llevaba una playerita blanca de tirantes sin sostén, que marcaba a la perfección unas pequeñas aureolas en la cima de sus turgentes senos, que al contacto con mi vista se pusieron erectos a mas no poder, la parte baja fue lo que mas me gusto, una minifalda roja de tela strech llegaba justo al nacimiento de su no tan grande pero si marcado trasero, enmarcando sus delineadas piernas y pantorrillas morenas claras. Me bebí la imagen hasta hartarme, hasta que su voz me saco del trance.

Ponemos algo de música. Te parece?

Ok. Dije recorriéndola de pies a cabeza, pero ella ni se inmuto.

En su aparato de sonido marca FISHER, se empezaron a oír canciones de caifanes, soda stereo, y no se que otros grupos de moda de ese tiempo. Me invito a bailar.

Me disculpe diciendo que no sabía hacerlo, al menos no con esa música.

No importa. Mira ven yo te enseño. Y me jalo de una mano.

Comenzó diciéndome los pasos básicos del pop, que después de 2 o 3 instrucciones yo ya bailaba como todo un profesional de la pista, la verdad, modestia aparte, nunca se me han dificultado ese menesteres, no por nada siempre estaba en el grupo de danza de la secundaria.

Bailamos durante más de una hora, hasta que el cansancio y el sudor nos vencieron, por lo que sin más ni más, le pedí un destapador para abrir las bebidas embriagantes que había llevado.

Casi de un sorbo me bebí más de la mitad de mi primera botella, ella fue más mesurada, y dio 2 traguitos pequeños de su respectiva. Así entre risas, relajo y platica, terminamos por consumir las 6 botellas de viña, que para estas alturas ya empezaba a causar efectos en nuestros cerebros.

Sugirió bailar un poco mas, acepte encantado tomándola de la mano y pegándola a mi cuerpo, en el audio sonaba una canción recién estrenada de maná �rayando el sol�, sus movimientos se fueron transformando mas sensuales, y de vez en vez rozaba sus apetecibles nalgas a mi cuerpo, mi pene empezó a reaccionar, al ritmo de la canción ella giro dándome la espalda, y aproveche para tomarla de la cintura y hacerla sentir mi masculinidad su culito. Ella lo disfrutaba cerrando los ojos y estremeciéndose. Hasta que al fin no pude mas y le di la vuelta mirándola a los ojos.

Me gustas mucho. Dije.

Ella no contesto, pero me correspondió con un beso en mis labios, y llevando sus brazos alrededor de mi cuello. Una de sus piernas se elevo hasta la altura de mi cintura y abrazándome con ella, apretó su sexo con el mío. Seguimos besándonos de una forma desenfrenada hasta que ella se separo y dijo:

Ven. En la recamara estaremos mejor. La seguí admirando su hermoso trasero oculto con la delgada tela de su falda roja, llegamos junto a su cama y volvimos a besarnos con pasión, sus pezones cada vez mas erectos amenazaban con reventar la tela de su blusa, por lo que decidí liberarlos para deleite mío, unos hermosos senos aparecieron ante mi, adornados de unos pezones grandes de color café claro, los bese en todo su esplendor, los chupe hasta dejarles severas marcas mas que rojas, moradas, alrededor, mordía con ternura sus pezones a punto de reventar y ella jadeaba de una forma aberrante, mis manos bajaron en un instante para apoderase de ese trasero firme y delicado, apretándolo y estrujándolo hasta arrancarle unos ligeros ayees de dolor, baje de un solo tirón su apretada falda y solo se quedo con un diminuto calzoncito rojo de una tela brillante y lisita, muy parecida a la seda que por la parte de enfrente mostraba ya una considerable mancha de humedad. Me puse de rodillas y acerque mi nariz para olfatear aquel delicioso aroma y ella me apretó contra su pubis como muestra del placer que le estaba proporcionando.

Baje poco a poco su calzoncito y aquel paisaje que vi, era totalmente nuevo para mi.

Ante mis ojos se encontraba una conchita perfectamente depilada en su totalidad haciendo visible una tímida rayita donde iniciaba su gruta sexual.

La empuje ligeramente hasta la cama obligándola a sentarse en el borde. Abrí sus piernas para comerme esa deliciosa papaya que ya estaba completamente bañada en jugos sexuales, su clítoris inflamado saltaba a la vista como invitándome a probar toda esa jugosa fruta. Comencé a recorrer a lo largo, su rajita caliente, haciéndola gemir una y otra vez y arrancándole cada vez mas jugos de pasión, los juntaba con mi lengua completamente para después ponerme de pie e introducir mi tentáculo bucal entre sus labios, que ávidos de deseo degustaban sus propios jugos. La jale de los brazos poniéndola de pie ya la hice girar empujándola hacia la cama para obligarla a ponerse en cuatro, su rajita saltaba ansiosa entre sus redondas y tersas nalgas, su culito fruncido de color café también palpitaba de deseo. Por un momento pensé en metérsela por el culo, pero me pareció un abuso de mi parte, por lo que quitándome totalmente mi pantalón y mi trusa, empecé a entreabrir con una mano su vagina, y con otra colocar la punta de mi pene en su entrada. Jalando aire di el primer empujón sintiendo como al momento ella alcanzaba un intenso orgasmo, pidiéndome que la perforara ya. Mi pene se deslizo lentamente hasta el fondo de su apretada vagina, por lo que intuí que ya no era virgen, de inmediato la saque casi por completo y volví a hundirla con mas fuerza , ella hacia unos extraños ruidos guturales, pero con una mano que había pasado entre sus piernas me sobaba sin cesar mis huevos cargados ya de una cantidad impresionante de semen. Mis arremetidas poco a poco se hicieron más rápidas haciéndola llegar una y otra vez al orgasmo.

No termines dentro de mí. Me decía.

Yo afanado en mis labores, no ponía mucha atención a su petición, me canse de estarla follando en esa posición, y saliéndome me senté ahora yo al borde de la cama ella se puso de pie y al instante me monto y de un solo sentón hundió mi pene en su vagina, sus cabalgadas eran frenéticas haciendo mucha fricción en mi pene, como pude me puse de pie, sosteniéndola en vilo, me abrazo con sus piernas y con toda la fuerza de mus brazos la tome por la nalgas haciéndola subir y bajar en mi tolete a punto de explotar.

Nuevamente me dijo: no lo hagas dentro, dámelo aquí. Me decía apretando sus bamboleantes senos.

Después de un rato, ella ya pedía a gritos mi eyaculación, pero yo quería prolongar mas el momento, por lo que la baje y la volví a poner de a perrito, y nuevamente la folle con desesperación, ya no aguantaba más y mi pene anunciando su explosión seminal se inflamo al máximo, ella sintió y se retiro dándose la vuelta preparándose para recibir mi descarga en sus preciosos senos, sobando con frenesí su inflamado clítoris alcanzo el éxtasis deseado.

Mi mano apretó mi pene para sentir la presión, y en un instante sentí desfallecer, cuando mi vista se nublo y destellos de colores iluminaron mi cerebro, dejando escapar un tremendo disparo de semen que con fuerza fue a dar directo a la nariz de Xóchitl, y escurriendo de inmediato hacia su boca, otro mas alcanzo como destino su frente, uno mas directo a sus labio, por ultimo los menos potentes llegaron a su senos, que de inmediato ella comenzó a frotar esparciendo todo mi esperma en ellos. Logre quedarme de pie para admirar esa escena, ella con su lengua recogía los restos cercanos a su boca y con su dedo índice los de su cara para después llevarlos hacia su cavidad bucal, ávida de ese néctar vital.

Mi pene comenzó a perder fuerza y ella me jalo para también recoger los restos que quedaban en él, lo chupó y lo succionó hasta extraer la ultima gota de semen, y a mi me dejo exhausto.

Se puso de pie a mi lado, y dándome un besito en mis labios con una ligera mordidita, me dijo:

Eres increíble, espero que esto se repita.

Cuando tú quieras. Atine a decirle. Pero la próxima quiero eyacular en tu vagina.

Mmmmm. Bueno, lo planearemos. Dijo.

Ven. Me tomo de la mano y nos metimos al baño a ducharnos juntos, al salir nos recostamos en la cama, platicando de nuestras experiencias sexuales. Me dijo que su desvirgamiento había sido una mala experiencia, y desde entonces hasta ahora, nadie la había vuelto a tocar.

Me levante, admirándola en su totalidad, me acerque a darle un beso en su boca y otro mas en su mejilla, prometiéndole que pasaríamos momentos inolvidables.

Me vestí, me despedí, y me fui a mi departamento con un sentimiento de culpa, por haber traicionado a mi amada Lea, pero a la vez me decía una y otra vez.

Yo estoy aquí� y ella está allá, y es tanto lo que tengo para dar�