Tres amigas 2
Esa noche mi hermana y yo dormimos profundamente y nos despertamos descansadas y felices. Ese día volveríamos a jugar con Martita y Jorge, cosa que nos mantuvo nerviosas y algo excitadas hasta que vino Martita a buscarnos para salir.
Preparamos comida y bebida, dijimos que íbamos de picnic al bosque y salimos listas para pasar todo el día fuera de casa experimentando nuevas sensaciones y placeres.
Nos dirigimos a nuestro refugio donde ya nos esperaba Jorge. Había traído unas mantas tupidas y unos cojines que había puesto ordenadamente por todo el suelo. La mesa y las sillas estaban en un lado dejando un espacio amplio, agradable y cómodo para nuestros juegos.
Nada más llegar nos dio un beso en los labios a las tres, nos invitó a entrar en el mejorado refugio y cerró la puerta tras él.
Al minuto Silvia y Martita ya estaban totalmente desnudas dándose el lote tumbadas sobre las mantas. Jorge me sobaba las tetas y el chochito mientras nos besábamos también desnudos junto a ellas.
Al poco Martita se acercó a Jorge. Levantó a su hermano por el brazo y le cogió por su miembro y mientras lo masajeaba y ponía bien duro nos dijo:
– Hoy Jorge os meterá su gran polla dentro de vuestro chochito. Así que dejareis de ser vírgenes.
Silvia parecía complacida por eso, sonreía y asentía ignorante con la cabeza.
Yo sabía que eso dolería. Una compañera de clase lo había hecho ese invierno y dijo que tuvo muchos dolores. Así que me puse nerviosa y con miedo, pero algo dentro de mí me decía que tenía que hacerlo, que lo deseaba y finalmente me deje llevar por ese deseo.
Primero me tocó a mí. Tanto Martita como Jorge estuvieron un buen rato acariciándome, besándome y lamiéndome, cosa que hizo que me mojara como nunca. Mis pezones estaban muy duros y sensibles y mi chochito chorreaba jugo y saliva en abundancia.
Martita se aparto junto a mi hermana que contemplaba embobada el espectáculo y Jorge se situó frente a mí con su duro pene apuntando directamente a mi estrecha rajita. Separó mis piernas lo más que pudo, empezó a frotar mis labios internos con la punta de su roja y húmeda polla y finalmente empujó muy lenta y suavemente.
La verdad es que no me dolió mucho. Note como rompía mi himen y como se ensanchaba mi chochito por dentro, pero en vez de dolor sentía una presión y un cosquilleo, al principio suave y calido, pero a medida que se introducía más al fondo y empezaba un lento mete saca el placer aumentó a niveles inimaginables para mí.
Al poco su polla entraba y salía rítmica y suavemente de mí mojado bollito. Pasé las piernas por la espalda de Jorge apretándole para que la metiese más al fondo, empecé a mover mi pelvis al ritmo de él y finalmente alcance un orgasmo fabuloso.
Jorge la sacó de mi interior y me quedé estirada sobre los cojines, totalmente agotada y feliz. Mi bollito aún palpitaba por dentro y un pequeño hilito de sangre se deslizó fuera de mí. Martita se apresuró a limpiarme con unos pañuelos y su lengua, cosa que me provocó otro orgasmo que me arrebató las pocas fuerzas que me quedaban.
El turno de Silvia había llegado. Primero Martita y Jorge repitieron los preliminares. Acariciaron, besaron y lamieron el infantil cuerpo de mi hermana dejándola sonrojada y con los pezones muy duros, pero su chochito no se lubricó tanto como el mío, supongo que por ser aun muy niña. Cuando Jorge intento penetrarla suavemente como a mi, no pudo. Su gran polla no entró ni un poquito y Silvia se quejaba del dolor.
Martita se puso el miembro de su hermano en la boca y lo llenó de saliva, luego repitió lo mismo con el bollito de Silvia y Jorge intento penetrarla de nuevo. Tampoco entró. Supongo que Jorge tuvo miedo a lastimarla y a Silvia le dolía mucho por lo que decidieron que aun no se la podía desvirgar.
Eso desilusionó a Silvia y casi se pone a llorar, pero Martita la tranquilizó diciendo que había una infinidad de divertidos juegos que sí podría realizar y que disfrutaría tanto o más que siendo penetrada por el chochito.
– Tranquila Silvia. Tienes otro agujerito por el que Jorge sí podrá meterte su bonita polla y te dará mucho gustito. Aunque primero habrá que ensancharlo un poco. -Dijo Martita sonriendo mientras le acariciaba el pelo-.
– ¿Qué agujero? Chuparla me gusta, pero no me da tanto placer como cuando me laméis mi bollito.
– No me refiero a la boca. -Dijo riéndose Martita-. Si no a tu estrecho culito.
A mí en principio me pareció algo muy sucio eso de ser penetrada por detrás y dudaba que diese placer. Pero a Silvia, desilusionada después de no poder ser desvirgada por su bollito, le pareció bien probar por su agujerito del culo.
Martita empezó a besar y acariciar suavemente el cuerpo de mi hermana para acabar de relajarla y volver a excitarla. Al poco la puso a cuatro patas con la cabeza apoyada en el suelo, por lo que le quedó el culo bien arriba y abierto.
– Bien. Primero habrá que ensancharlo poco a poco. -Dijo Jorge mientras se acercaba-. Primero te lo lameré un ratito.
La visión de Jorge lamiéndole el agujerito de atrás, me volvió a excitar. Le pasaba la lengua en círculos y le iba metiendo la punta de la lengua dentro. Martita separaba las nalgas para ayudar a Jorge y mi hermana empezaba a jadear y arqueaba más su espalda. Yo no pude resistirme a frotarme el bollito e ir pasando un dedo por mi entrada trasera, daba gustito frotarlo y al poco, sin casi darme cuenta, tenia metido medio dedo dentro.
Al poco Martita ya había metido dos dedos dentro del culo de Silvia mientras Jorge seguía lamiendo y se frotaba el pene para endurecerlo de nuevo. Yo me ocupe de eso. Me acerque a Jorge y le empecé a chupar su rica polla, sin dejar de frotarme mi chochito, hasta que estuvo dura como una piedra.
Al poco Martita saco tres dedos del interior de mi hermana y nos apartamos las dos dejando espacio para que Jorge desvirgara a Silvia por detrás.
El pene de Jorge entró suavemente hasta el fondo. Era increíble ver como un agujerito tan estrecho se ensanchaba hasta albergar la totalidad de esa gran polla. Silvia gemía y retorcía, pero no de dolor, si no de un gran placer que la tenia en éxtasis. Jorge estuvo un buen rato metiéndosela y a la vez le frotaba el coñito con la mano, hasta que no aguantó más y soltó toda la leche dentro de Silvia que ya se había corrido por lo menos dos veces. Al separarse de ella un chorro de esperma salió de su culito y Martita saltó para limpiar con la lengua los restos que quedaron por su culo, nalgas y bollito. Yo me sumé a ella y entre las dos la dejamos bien limpita y relajada.
– ¡Que rico se siente por detrás! Me ha gustado mucho y no me ha dolido. -Dijo Silvia sonriente y complacida-.
Después de eso nos relajamos y pusimos a comer mientras hablábamos tanto de sexo como de cosas triviales y luego nos echamos una relajante siesta los cuatro abrazados y aún desnudos.
Por la tarde, una vez descansados, Martita y Jorge hicieron el amor apasionadamente por todos los orificios. Incluso Martita le metió dos dedos por el culo a Jorge mientras este le penetraba el suyo. Silvia y yo mirábamos como lo hacían y como se movían mientras nos tocábamos nuestros bollitos y culitos mutuamente, así aprendíamos como ponernos, que y como tocar y varias posturas que más tarde nos serian útiles para tener más placer del que aquel día sentimos. Mi hermana y yo nos corrimos al mismo tiempo que Jorge lo hacía en la boca de Martita, la cual tragó todo con avidez sin dejar ningún rastro.
Luego recogimos nuestras cosas, arreglamos nuestro refugio y nos fuimos a casa a cenar y descansar para seguir al día siguiente con nuestros divertidos y placenteros juegos.
2 respuestas
-
Еstоу complеtamеntе desnudo. ¿Quierе ver una imagen? – http://analsex4.fun
-
Stop jerk off. I know a site where thousands of single girls are waiting to be fucked. Look at them: http://xnice.fun/rt
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.