Hola, este es mi octavo relato y la continuación de su primer orgasmo en mis manos, y como lo prometí, en cuanto pasara algo de acción lo iba a contar, pues sucede que en estos días, vino esta chica a mi casa, la llamare Ángela, de 19 años, con unas nalgotas bien ricas y unas tetas grandes y bien formadas, vino el lunes y aunque nos calentamos besando y tocando, a la mera hora me dijo que estaba en sus días, pero que me prometía que el viernes si iba a poder, y aunque yo le insistí que le intentáramos por atrás, no quiso sino hasta el día viernes, así que la fui a dejar y estuvimos en contacto durante la semana, imaginándome el momento que me la cogería.-

Este viernes estaba yo ansioso para hablarle y que nos viéramos, y le hable en la mañana, le dije que iba a ir a mi oficina a ver algunos pendientes, pero terminando le iba a hablar, cosa que hice algunos trámites y le marque a su celular, pero no me contesto, asi que le mande mensaje que iba a un centro comercial cerca de su casa, fui a hacer algunas comprar y escuche un mensaje en mi celular que ya se iba a desocupar, asi que nos vimos afuera del centro comercial se subió al carro y vi su cara ligeramente maquillada, con una falda y una blusa algo grande, nos besamos, y nos dirigimos a mi casa, no sin antes pasar a comprar comida y refrescos, llegamos a mi casa, empezamos a acomodar la alacena, y yo estaba ansioso pero no lo demostraba porque al fin iba a ser mía, así que le pregunte que qué se le antojaba si quería comer?, no me contestó sino que se paró, me abrazó y me besó diciéndome que eso era lo que quería, era la señal que yo esperaba, le empecé a meter la lengua hasta las anginas, mientras mis manos acariciaban ávidamente sus nalgotas, al principio se resistía, pero ya sabía sus puntos sensibles la voltee y le pegue mi verga erecta en el culo, con mi mano izquierda le sobaba sus ricas tetas paradas y con mi mano derecha le sobaba su rajita aun encima de la falda, mis labios besaban su cuello y orejas, cosa que ya no resistió, aunque decía que no, la dirigí hacia la recamara yendo ella como borreguita al matadero, se recarga en la cama yo la seguía besando y le empecé a quitar la ropa pero le pregunte dos veces si estaba segura, no me contestó solo gemía y movía sus caderas, me quite la camisa y le quite su suéter, su blusa el bra, y ya así me subí a la cama y me quite el pantalón y ella se quito la panty y fondo y se acomodo boca arriba solo se dejo la falda, y le dije: estás segura de lo que quieres, a lo que asintió con la cabeza, no dejándome opción más que le empiezo a mamar sus grandes tetas y mi mano baja a su rajita peluda dándome cuenta que los labios los tenia delgaditos dignos de una primeriza, y mi dedo empezó a hurgar en su interior empapándose al instante porque ya hasta escurría de lo excitada que estaba y sin decir nada más que me pongo encima de ella acomode la cabeza de mi verga en su panochita moviéndola de arriba a abajo para lubricarla y de un solo golpe se la metí hasta el fondo sintiendo sus palpitaciones, sus arañazos en mi espalda y sus quejidos, mientras me besaba con mucha pasión y desenfreno.-

Seguía metiendo duro mi verga en su recién estrenada panocha, a veces despacio para saborear sus apretados labios y a veces muy rápido para escuchar sus quejidos, y en un momento de éxtasis, le pase por debajo de sus nalgas mi mano tocando su culito totalmente empapado de los jugos vaginales que le escurrían hasta las sabanas y se lo empecé a sobar, a acariciar y le metí la punta del dedo, y ella se arqueaba para recibir la estimulación en ambos agujeros gimiendo más fuerte, mientras me besaba y con sus manos rudas me abrazaba.

Cambiamos de posición, yo boca arriba y ella se sentó sobre mi verga haciendo movimientos inexpertos pero instintivos y yo con mis manos le inducia a hacer dichos movimientos, y yo no cesaba de tocarle su culo el cual era mi siguiente objetivo.

Le sugerí que descansáramos mientras nos reponíamos y le acariciaba el clítoris y ella me dijo que todo eso era nuevo para ella, que aunque una vez habían abusado de adolecente de ella, jamás había disfrutado tanto el sexo, entonces para tranquilizarla le dije que ella ya no era una niña que tenía 19 años y ya era toda una mujer, que debía de disfrutar de la vida y que el sexo era una libertad y derecho de ella, mientras no le hagan daño o la fuercen todo estaba bien si ella estaba a gusto.- Mis palabras la confortaron y la convencieron así que la acomode de lado y ensalivo mi verga, poniéndosela en las nalgas mientras que le abro los cachetes del culo le puse más adentro y a lo largo empecé a moverla para que sintiera lo que se iba a comer, ensalivando dos veces más mi pito, se lo puse en la entrada y se lo empecé a meter despacio, diciéndole que me dijera si le dolía, pero como no me dijo nada con firmeza se lo metí hasta el fondo pero lo mismo del tamaño de sus nalga me impedían que se lo metiera mas así que con las manos le abrí los cachetes logrando entrar otros centímetros más, le pregunte que si le dolía, y me dijo que no, y empecé con el mete y saca, yo sentía lo gloria su culito apretaba mi vega como un guante a la medida, ensalivado y sintiendo sus grandes nalgas pegadas a mi pubis cuando estaba yo a punto de venirme ella me dijo que le dolía, que se la sacara quedando yo con ganas de explotar y se lo dije, entonces me dijo: pues vente de otra manera porque ya me había dolido mi trasero, quedando boca arriba y yo con mi pito aun parado se la metí por la raja y con mis manos en sus piernas le indicaba como se moviera no tardando mucho en soltar los chorros de leche en su interior mientras yo casi lloraba de la pasión viniéndome en su interior y ella apretando su rica vagina y ordeñando mas mi verga.

Me quede encima de ella recuperando mi respiración y mi verga ya flácida se salió de ella junto con algo de leche que le inyecte, me abrazó y me dijo que le había encantado que había disfrutado al máximo.- le dije que nos ducháramos luego comimos y la lleve quedando que nos íbamos a volver a ver.- espero les guste el relato 100 % real.