Era un día super soleado y tomamos la idea loca de irnos a aventurar, el tenía una moto roja era mi éxtasis «Escuchar el motor era como morfina para mi alma porque sabía que iba a pasar algo super delicioso.»

Llegamos a una zona de cabañas, exhausta. Estaba super caliente, él lo sabía, pero siempre sabía que, si se daba a esperar, mi sed de placer era más grande, decidí no dormir en la cabaña y armé el camping en la parte trasera de esta, quería sentir el viento, el olor de la tierra caliente. Cuando la termine de armar, me desnude y me recosté en el suelo, cerré mis ojos y siento el olor a pasto a leña y no sé si sea mi fetiche o no sé, pero me agrada mucho el olor y me pone algo cachonda entonces, decidí empezar a tocarme, «tengo uno senos más o menos grandes”. Me puse algo de aceite es una sensación indescriptible sentirme suave, humedad.

El aceite paso por todo mi cuerpo y mi clítoris iba creciendo y yo me empiezo a poner más caliente, deslicé mis manos hasta mi vagina, abrí mis piernas, sentí lo humedad que estaba y los fluidos saliendo, introduje los dedos dentro de ella y me movía de forma circular para poder sentirme, y con la otra mano me masturbaba mi clítoris, mis gemidos empezaron hacer más notorios[MM1] 

Mi novio escucho mis gemidos, abrió el camping y yo seguía masturbándome, mientras el me miraba sentado veía su cara de excitación y poner su pene erecto mientras tanto yo gemía más, más, quería sentirlo, quería sentir su pene erecto dentro de mí.

– ¿Te gusta?

-Yo respondía: Me encanta.

– ¿Me deseas?

-Yo respondía: Te deseo.

El solo me miraba y yo más cachonda, no aguante más así que fui a donde él estaba, empezó a tocar sus piernas hasta llegar a su pene, el sujetaba mi cabello, mientras yo rodeaba con mi lengua su pene, y miraba la cara de placer que empezaba a tener, entonces me muevo  lentamente de arriba abajo el sostiene mi cabello, empecé a escuchar sus gemidos entonces me  emocione  y lo hacía más rápido mientras el gemía más y se arqueaba de placer, mis manos los masturbaban mientras  mi lengua se meneaba lentamente por su pene erecto.

Me coloco en 4 y puso su manos en la cadera mientras entra me voy masturbando, empieza a darme como si este mundo se acabara yo más ganosa le digo que me lo haga más duro, que quería sentirlo todo adentro se recuesta en mi espalda mientras se mueve y sujeta mi senos de los pezones y los empieza a estimular, me voltea nuestros cuerpos ya sudados y llenos de nuestros fluidos hacen que el grado de excitación aumente y lleguemos a un estado de clímax y sensación de placer.