Todo empezó en las fiestas del pueblo en el que veraneo en el mes de julio. Las fiestas son por la mañana y por la tarde y a la noche la plaza del pueblo se convierte en discoteca. El viernes por la noche me encontraba con mis amigas, tomándome unas copas, bailando, haciéndome fotos con ellas y pasándolo genial� al rato nos dimos cuenta de que un grupo de chicos empezó a mirarnos de forma descarada y nosotras que ya llevábamos unas copas de más le seguimos el juego. Al principio solo eran miradas pero a medida que el tiempo pasaba se intensifico todo: Ellos se acercaron y nos presentamos y además nos pidieron el número de teléfono. Eran 4 chicos y nosotras solo 3 amigas� nosotras teniamos 17 años y ellos 24 .

Como ya era demasiado tarde decidimos irnos para nuestro hotel y ya nos veríamos al día siguiente que por ser sábado habría mucho más ambiente. Así lo hicimos, nos despedimos cordialmente y cada uno se fue para su lado.

El Sábado por la mañana recibí un mensaje de uno de los chicos, curiosamente el que me pareció más guapo de todos, en el mensaje me decía que tenían ganas de vernos, que a la noche podríamos cenar todos juntos y luego irnos de fiesta. Yo consulte con mis amigas y como a todas nos parecía bien accedimos y le dije que sí. Quedamos a las 21.00 y dos horas antes ya estábamos arreglándonos, yo me puse un vestido muy cortito blanco con un cinturón negro ancho debajo del pecho y taconazos negros. Mis amigas también iban con vestido corto ajustado y tacones, nos peinamos y nos maquillamos. Ya estábamos perfectas para pasar una de las mejores noches de nuestra vida. Al llegar al lugar de encuentro ellos ya estaban esperándonos, muy guapos, con un olor a colonia increíble� fuimos a cenar y lo pasamos genial: risas, confidencias, anécdotas de las vacaciones� ya teníamos todos con todos mucha confianza, era como si nos conociéramos de toda la vida. Al terminar de cenar fuimos a la parte de la discoteca y nos tomamos unas copas�empezamos a bailar todo tipo de música que allí ponían, yo notaba que Carlos, el chico que me gusto estaba siempre a mi lado, hablando conmigo y eso a mí me encantaba así que yo le seguía el rollo. Sobre las 5 de la mañana la fiesta estaba a punto de acabar así que cambiaron el estilo de la música, pusieron música lenta para bailar pegados. Sonó la canción de �Ghost �y Carlos me cogió delicadamente de la cintura, empezó a bailar cariñosamente conmigo y mientras bailábamos me susurraba al oído que le gustaba, que había sentido algo especial por mí y que se moría por besarme, yo le mire a los ojos, deje de bailar y le dije que lo hiciera� fue un beso maravilloso, me gustó tanto que empecé a ponerme nerviosa, con ganas de seguir disfrutando de él y de sus besos� los besos subieron de intensidad, nuestras lenguas jugaban despacito y luego más rápido� al estar tan pegados note como él se estaba empalmando, notaba su pene duro apretándose contra mí y eso me puso muy cachonda� tanto que le propuse que viniera a mi habitación de hotel para conocernos mejor.. El accedió y sin darnos cuenta allí estábamos, dos casi desconocidos en una habitación de hotel para disfrutar de nosotros, del cuerpo a cuerpo… lo cogí salvajemente y lo lancé a la cama, le desabroche el pantalón y pude ver su gran pene erecto, no me lo pensé ni un segundo y me lo metí en la boca, empecé a mamarlo y a él le encantaba, primero despacio y después más rápido, pasando mi lengua por su puntita, ayudándome a pajearlo también con las dos manos, el no dejaba de gemir, le estaba gustando mucho, seguí y seguí y cuando estaba a punto de correrse paré, lo deje a punto de caramelo para que ahora el siguiera conmigo� me abrió bien de piernas y me dijo que estaba loco por meterme la polla pero le dije que no, que primero me comiera un poco el coño, que hiciera que gritara de placer y así lo hizo, no se lo pensó y jugo con mi clítoris una y otra vez a la vez que metía tres dedos en mí, luego cuatro� metía, sacaba, volvía a meter�despacito, luego no tanto y cuando menos me lo esperé me metió la polla. Fue increíble sentir todo eso dentro de mí, me puso a cuatro patas, me cogió del pelo y no dejaba de penetrarme, se movía rápidamente. Al cabo de 15 minutos me dijo que me quedara en esa postura, a cuatro patas pero que probaríamos algo nuevo.. No me dio tiempo a preguntarle que quería hacerme cuando ya tenía la punta de su polla en mi culo. Di un grito de dolor, un fuerte dolor como el que nunca había sentido y ni si quiera me había avisado, le dije que no, que siguiera mejor como antes pero no me hizo caso. Yo gritaba pero cuando me la metió 4 o 5 veces fuertemente ya no me dolía tanto, ya empezaba a sentir mucho placer y me corrí. Cuando el noto que yo me corrí ya me soltó y le comí la polla para sacarle toda la leche� en unos pocos minutos ya estaba mi boca llenita de semen� merecieron la pena estas vacaciones por que ahora mantenemos todos una buena relación de amistad. No nos hemos vuelto a liar pero a ninguno de los dos nos importaría repetir�cada vez que nos vemos sentimos una gran tensión sexual�