Mi querida sobrina vino de nuevo a dormir con mi hija, y me pone malo con las situaciones que provoca su inocencia, o eso creo que yo.

Resulta que como mi hija es pequeña, todavía la ayuda a cambiar de ropa, simplemente la regaño, le quito la ropa y le pongo su piyama, cosa que me supongo impresionó a mi sobrina, ya que el segundo día, cuando era de ponerse el piyama, y luchaba como de costumbre con mi hija para que lo hiciera, mi sobrina simplemente se desvistió frente a nosotros, cosa que no pude dejar de notar y hasta sentir como se me ponía duro el miembro. Ella se quitó su blusa y el top, dejando a mi vista sus incipientes senos, que no tiene grandes, pero que ya crea montaña en sus piyamitas, mientras así eso y buscaba su pantalón en la maleta, en mi mente pasaban mil imagenes, sus pequeñitos pezones que acaba de conocer, rosaditos acorde a su blancura y con una tetita diminuta, pero principlamente pensaba, se quitara el pantalón o se irá al cuarto contiguo, y mientras me la imagina en bragas frente a mí, me dejó con la boca abierta, al quitarse el pantalón que vestía y quedar con una diminuta tanga no acorde a su edad! Se la abra puesto para mí, o fue solo la casualidad, no lo sabré, ya que todo sucedió con naturalidad como para despertar el morbo con preguntas.

Al día siguiente, no tuve más remedio que hacer algo por corresponder esa alegría, y por la falta de pudor que existe en micasa, entre mi esposa, mi hija y yo, nos duchamos con la puerta abierta del baño, cosa que casualmente ella noto cuando llegó a buscarme para entregarme unas llaves; de esto no se quien fue más actor y quien más espectador, ya que ella me vió completamente desnudo desde atrás, y fue tanta la excitación, que mi miembro se encontraba con tal erección, que no pude voltearme para que me viera y conociera de una vez mi pene y mis testiculos, hubiera sido un escandalo mostrarme erecto frente a ella, mejor solo deje que pareciera casualidad y se recreará lo que quisiera porque estuvo algunos minutos más de lo que debió, quitandose la curiosidad creo yo.