Esa noche mi madre había salido a una cena de empresa por navidad, y yo me iba a quedar sola en casa toda la noche, a si que decidí llamar a mi mejor amigo desde la infancia que era mi vecino y esa noche sus padres estaban de viaje, a mi me gustaba desde hace ya tiempo, aunque yo sabia que no tenia ninguna oportunidad con el, me parecía un chico bastante atractivo y tierno, era alto, media 1�75, tenia los ojos verdes, el pelo marrón oscuro y hacia un lado, sus labios eran finos pero carnosos y tenia un cuerpo atlético y era delos chicos mas tiernos que había conocido nunca. Yo era morena de piel bronceada alta media 1�70, con el pelo negro y con rizos, tenia los ojos grandes y negros, tenia los pechos grandes, un culo bonito y bien puesto.

Ese día yo tenia la esperanza de que pasase algo, pero nunca me imagine de que fuera a pasar algo mas� el llego antes de lo que esperaba, cuando llego me cogió de la cintura cariñosamente y me dio dos besos como hacia siempre, se sentó en el sofá y yo me senté a su lado, había poca luz en el salón, solo había una pequeña lamparita encendida, empezamos a hablar de sus ligues y de todas las relaciones que había tenido, pero el no prestaba demasiada atención a la conversación, tenia los ojos clavados en mi escote, yo no me di cuenta de que un botón de la camisa se había desabrochado y se veían un poco mis pechos, cuando me di cuenta le dije que si le gustaban las vistas, y el con una sonrisa picarona me sonrió y me dijo que se llevaba fijando desde hacia ya tiempo, la conversación empezó a subir de tono, yo le dije que me gustaban sus brazos fuertes y varoniles, el en ese momento me rodeo con uno de ellos, nos miramos, nos sonreímos y sin darme cuenta empezamos a besarnos. Yo me senté encima de él y empecé a besarle el cuello, le quite la camiseta, el me miro y me dijo que ahora le tocaba a él, me echo a un lado del sofá mientras me quitaba la blusa, mientras me decía lo mucho que le ponían mis tetas y que por fin las tenia delante para el solo, me quito los pantalones suavemente, mientras todo mi cuerpo se estremecía. Volvió a besarme con mas pasión que nunca nadie lo había hecho, él estaba encima mio y yo notaba como su miembro se iba endureciendo a la vez que crecía, yo empecé a acariciarlo por encima de la ropa hasta que el decidió quitarse la ropa quedando al desnudo totalmente, no podía aguantar ni un minuto mas sin sentir su enorme poya dentro de mi, mientras yo le comía la oreja el empezaba a pajearse, y me dijo que lo hiciera yo, no sabia muy bien como, pero empecé a a pajearle cada vez mas rápido hasta que el me dijo que me la metiera en la boca, yo sin pensarlo dos veces lo hice, y empecé a chuparlo como si de un helado o una piruleta se tratase sus gemidos de placer me ponían cada vez mas a mil, el me tumbo en el sofá , delicadamente me abrió las piernas y empezó a jugar con mis bragas hasta que decidió quitármelas. Empezó a masturbarme, primero empezó a jugar con mi clítoris acariciándolo en todas direcciones, yo me corrí de placer mientras cada vez gemía, mas y mas fuerte, luego empezó a meterme los dedos en mi vagina, yo ya no podía mas y le pedí que me desvirgar con su enorme poya, él se levanto y cogió un preservativo de su pantalón mientras yo esperaba tumbada en el sofá acariciándome los pechos, él se acercó a mi se empezó a tumbar poco a poco encima mía mientras me besaba y poco a poco fue metiendo su enorme pene en mi vagina hasta que la saco y de un empujón la metió de golpe hasta el fondo, yo grite de placer y de dolor aunque mas de placer, el para tranquilizarme me beso y empezó a bombear mas y mas rápido hasta que tuve mi primer orgasmo, cambiamos de posición, me puse a cuatro patas y el me la metió de un golpe mientras me agarraba de los pechos gemíamos los dos, ninguno de los dos podíamos mas y caímos rendidos. Cuando terminamos le pregunte que si era su primera vez y tímidamente de afirmo con la cabeza lo bese y empecé a vestirme , el me miraba embobado y le pregunte que que pasaba, el me dijo que por fin todas sus fantasías se habían cumplido, se vistió, terminamos de ver la película abrazados y cuando termino la película nos besamos y nos despedimos. Han pasado cinco años desde entonces ahora tengo veinte y siempre que nos vemos a solas se enciende la llama, desde entonces he tenido mas experiencias pero ninguna como esa.