Hola, me llamo Marisol  y antes de empezar quiero decirles que trate de unirme a su página pero no pude, así que tendré que mandar mi historia anónimamente y espero tener muchas vistas para saber que les a gustado y quieren que siga contando mis experiencias.

Bueno comenzaré diciendo que no fue fácil animarme a escribir mi historia y mucho menos contar cosas de entera privacidad pero creo que también el leer y escribir relatos heroicos es otra manera de ponerme al mil y hacer  que mis manos y cuerpo suden.

Empezaré describiendome , soy de tez clara, cabello castaño, ojos cafes claros, delgada, peso 42 kg y estudio la secundaria, asi que ustedes saquen sus concluciones en mi edad y es por eso que no puedo unirme a esta grandiosa página.

Todo comenzó hace como siete u ocho años atrás cuando mis papás me llevaban al mercado y plaza de la ciudad, ellos lógico hiban de compras mientras yo me distraía observando los puestos y todo lo que vendían los ambulantes entonces fue cuando llegamos a un puesto donde vendían discos compactos y mis padres buscaban uno en especial y lo que atrajo mi atención fueron las películas porno que se exhibían a la vista de todos y que sin darme cuenta yo había quedado frente de esas imágenes que con mi inocencia no sabía lo que era el sexo pero si me entró una curiosidad el saber si se podría hacer lo que en esas imágenes me proyectaban a mi cerebro y como era de costumbre y de cada tres días o cada que fuéramos a la plaza yo aprovechaba la ocasión para pasar despacito por aquel puesto y ver más de esas películas con sus imágenes muy explícitas que poco a poco empezaron a tener efecto en mi vida atal  grado que cuando llegábamos  a casa corría al baño para meter mi manita por debajo de mis pantaletitas y frotar mi pequeño clítoris recordando todas esas posiciones de todas esas fotos en donde esos hombres musculosos penetraban a esas jovencitas con coletas.

Estando en el colegio me juntaba con los niños que estaban un año o mas adelante que yo solo por qué los de mi salón eran muy pequeños y los condideraba mensos, no como los de sexto que un día en horas del recreo varios de los niños  se apelotonaban en la parte de atrás del salón y yo en mi curiosidad me fui asercando asta poder ver qué uno  de los niños tenía una revista de personas desnudas que según él se la había quitado a su hermano mayor a escondidas entonces con un solo jalón le arrebate la revista y los amenace con  decirselo a la directora y me  heche a correr pero a unos metros el niño ya me había dado alcance para decirme con su cara toda pálida y espantada que no lo delatara creó que hasta el sabía que ver revistas de esas le traería muchos problemas pero yo lo calme e hice un trato y le dije que me prestara por unos días su revista y luego se la regresaria lo cual acepto.

Saliendo de la escuela solo pensaba en regresar a casa lo más rápido posible y mientras hiba por la calle mis piernas me temblaban, mis manos sudaban y mi corazón se agitaba de solo imaginar las fotos de la revista.

Luego de llegar a casa me encerré en mi habitación y estando arriba de la cama saque de mi mochila la revista que viéndola bien si tenía muchas páginas  ilustradas con una que otra historia  donde esplicaban como y por donde se las metían a las mujeres despejandome  de muchas dudas y  aclarando mi mente para   comenzar a practicar algunas de las cosas dando comienzo con mi despertar a un mundo de placeres dejando  atrás la inocencia de  niña y convertirme en una niña traviesa a tal grado de hoy considerarme adicta al sexo.

Comece por buscar un bolígrafo para meterlo por mi anito, me quite mis pantaletas dejando la mitad de mi cuerpo  desnudo y me  puse a tocar mi panoñita mientras que con mi otra mano la que tenía el bolígrafo hacia presión en la entrada de mi colita sin tener éxito en la penetrada hasta que recordé que tenía que lubricar el objeto  para facilitar la entrada de aquel primer intruso que ya quería sentir lo dentro y descubrir que se sentía.

Me dirigí a mi ropero y tome una de las cremas que mi mami me compraba y con ella frote tanto el bolígrafo como mi anito,  me puse de nuevo en cuclillas y  en la entrada de mi anito coloque nuevamente el bolígrafo e hice presión asta que siento como se va deslizando dentro de mí  experimentando por primera vez aquel ardorcito rico lleno de ormigeo en mi apretada colita y sintiendo que me hago de la popo cada que lo sacaba y metía .

Con mi otra mano no paraba de tocar y restregar mi clítoris que se hiba inchando de poco a poco asta sentir los labios de mi panoñita muy sensibles y gorditos con un color rosado que al no tener ningún pelito se dejaron poniendo brillositos por un delgado liquidito que emanaba de mi cuevita.

Estuve repitiendo lo mismo tres días seguidos cada que regresaba de la escuela hasta que el el bolígrafo ya no era suficiente para saciar mi hambre y fue entonces que decidí juntar otro bolígrafo más y con dos bolígrafos me fui haciendo experta en las penetraciones y masturbándome mi puchita cuando de repente sentí una corriente eléctrica bajar por mi espalda y piernas haciéndome tensar todos mis músculos de mi ser como si me hubieran hechado agua helada en la espalda asta perder el equilibrio y soltar mucho líquido por mi vaginita algo que duró por un instante largo y con muchas  contracciones en todo mi cuerpo de niña , había tenido y descubierto mi primer super orgasmo algo muy rico y placentero que no lo puedia cree y que a mí edad creía que no era posible.

Después de ese día comencé con nuevas experiencias cada vez más intensas con tal de satisfacer mis deseo asta convertirme en una perversa de primera.