Si quieres leer la primera parte mira este link: http://www.relatoseroticos.es/jovencitas/la-chica-del-vestido-rojo-me-provoca-_4940.html

Recuerdo que en las conversaciones que teníamos entre los amigos de la universidad un día salió el tema de la violación, por una noticia que había sonado ese día, y cuando preguntaron (solo eran 5 y yo el único hombre) como reaccionarían si las agarra un violador Lita dijo: «primero corro, pero si no puedo escapar, creo que intentaría disfrutarlo, es mejor a quedar traumada»

Habíamos seguido con los cada día después de clases en el salón, pero ahora «estudiábamos» juntos en mi casa por las tardes, claro que con mi prima ahí y su cuarto a pocos metros del mio(ambos en el segundo piso, solo nos quedábamos en la cocina y realmente estudiábamos un rato y nos «divertíamos» cada vez que resolvíamos un ejercicio.

Un día sin embargo mi prima vino con 3 amigas para hacer un trabajo grupal, y necesitaban la cocina, y le dije que iríamos a mi cuarto para seguir con nuestro «trabajo de clase»

Ahora no estaba a pocos metros en el cuarto de alado, ni siquiera era probable que entrara a mi cuarto a prepararse un bocadillo como pasaba en la cocina/comedor. Ahora estaría distraída por una hora a más.

En mi cuarto solo había una cama dos sillas y una mesita donde apenas cabía una radio y un cuaderno, así Lita se echó en la cama y yo cogí los libros y cuadernos y los dejé en una silla.

– ¿No vamos a estudiar? – me dijo con una sonrisa pícara y movía una pierna de lado a lado

– Claro que sí, pero primero hay que relajarse un poco, además hace mucho calor aquí, mejor que nos pongamos más cómodos

Me quité la ropa quedándome en boxers y me eché junto a ella.

– Que rico, con el calor que hace yo también me voy a refrescar – y se quitó la playera que llevaba quedándose en bracier y se iba a quitar ese pantalón licra que se pegaba al cuerpo…

– Quédate con eso un rato, me gusta como se marca aquí – y le toqué sobre la rajita de su vagina, me encanta como se marca esa zona con esa ropa

Ella reaccionó de inmediato arqueando la espalda y lanzando un suave gemido.

– Shh shhh shhh shh, no hagas ruido, aun están abajo y si talves nos puedan escuchar – le dije

Respondió jalandome con una mano para besarme apasionadamente para ahogar sus gemidos, mientras que con la otra mano se frotaba sus senos.

Mi mano fue subiendo lentamente de la entrada rajita en su licra hacia su abdomen, le rozaba con la punta de los dedos cada centimetro de su piel, ella tenía pequeños espasmos de placer.

Cuando la dejé por un momento para ponerme sobre ella, levantó rápidamente su pelvis para quitarse la licra y las bragas desesperadamente.

– Quiero sentirlo ahí, mételo.

– Todabía están abajo nos pueden escuchar. – Se enojó y metió su mano en mis boxer, apretandolo con una fuerza que me hizo doler un poco.

– Échate, me toca

Me eché en la cama y ella quito los boxer, ya estaba oscureciendo así que se puso de pie para encender la luz.

– Te gustan – me dijo mientras volteaba y se terminaba de quitar el bracier – a los chicos les gustan que sean grandes- y se puso a jugar con sus senos frente a mí.

Me frotó el pecho con ellos y fue bajando hasta llegar a mi pene, luego de darme una pequeña paja con sus senos, lo cogio con la mano y empezó a examinarlo centimetro a centimetro

– Que rico es esto, me encanta tu cosa.

– ¿No quieres probarlo?

Y me empezó a dar una mamada espectacular a pesar de que me rozó con los dientes más de una vez, estaba tan exitado que no me importó. Ella estaba que movia su culo como si alguien la estubiera follando, pareciamos poseidos, cuando empezamos a escuchar voces y risas acercandose.

– Efrain, salgo un rato a acompañar a mis amigas – era mi prima – vuelvo en unos minutos.

– Ya Grecia – ¡CARAJO! pensé dentro de mí – cuanto vas a demorar.

– Unos 10 a 15 minutos de ahí cenamos ok?

– Ya pero no tengo ganas de preparar algo, ¿Por qué no te comprar un pollo a la brasa? yo lo pago.

– Ese es mi primo, vamos a comer rico, regreso.

Para ese entonces nos habia cortado la exitación.

– Mierda ya no vamos a poder – dijo Lita, enojada.

No sé porque cuando la vi ponerse el su licra recordé lo que había comentado de la violación y la cogí con fuerza empujandola contra la pared.

– ¿Qué haces volverá en 10 minutos? – me replicó

– Dijiste que querías sentirlo ahí abajo – le puse mi pene entre sus piernas y comencé a moverme

– AAAAYYYY, Dios – dijo con una cara de placer ya apoyada sobre mi.

Le di una nalgada con fuerza y grito de placer.

– Te gusta – le di otra

– ayy,si me encanta

– Lo quieres dentro – dandole otra nalgada con la otra mano

– Si si, métemela por favor

La llevé a la cama y se volvió a quitar la ropa como desesperada y se quedó con las piernas en alto masturbandose.

De un solo golpe la metí y ella grito de dolor.

– Dueleeeee – mientras me apretaba con las piernas – como duele, pero sigue

La arremetí con fuerza una y otra y otra vez, no paraba de gemir cada vez más fuerte.

– DIOSSSSSSS, YYAAAA ya ya, pero sigue quiero más – Gritaba cada vez que tenía un orgasmo.

– Te gusta mi pene, quieres mi leche? – le dije mientras sentía que ya no podía más.

– Si, termina quiero sentirlo

Solté varios chorros dentro y uno sobre ella que llegó desde su vagina hasta su cara.

No sé cuanto tiempo estuvimos teniendo en eso, pero definitivamente fue más de media hora, de hecho poco después de su primer orgasmo escuché claramente la puerta, mi prima había regresado y estoy seguro que escuchó mucho de lo sucedido. Lo curioso es que 2 ó 3 minutos después de que terminamos, ella fingió que recien abría la puerta y llegaba.

Cuando bajamos a comer claramente Grecia había sudado mucho se notaba en su ropa.

Eso provocó muchas cosas en ella, aunque ahí no estoy directamente involucrado. Lo que si puedo decir es que luego de eso no nos importaba tener sexo cuando ella estaba, sabíamos que no nos diría nada

Ahora tenía a Lita cualquier día de la semana y a Sara los fines de semana, que delicia.