Enseñándole algebra a la bonita.
Un día mi vecina paso a nuestra casa, platico con mi madre y saco el tema de su hija y sus malas notas en algebra, mi mama le comento que yo era muy bueno en eso y casi a fuerzas a petición de mi madre tuve que ir a ayudarle a estudiar.
Esta chica ya la había visto pues era mi vecina como a tres casas de distancia, era muy joven, delgada, un cuerpo entallado, tetitas respingadas y culo paradito, muy linda figura, pero cuando la miraba no me llamaba la atención pues era joven, una adolecente completamente, siempre salía muy discreta y arreglada, con su cabello negro lacio y su carita linda de tés clara.
Llego el día un miércoles que me presente en su casa, toque la puerta me recibió su madre, me pidió que pasara a la sala y tomara asiento, me ofreció algo de tomar, yo enfadado algo molesto pues ese tiempo hubiera preferido dedicarlo a jugar videojuegos u otra cosa.
Su madre le grito por su nombre, –vane baja!
Cuando justo delante mío bajando las escaleras comenze a ver unas lindas piernas delgadas bien formaditas, completamente descalza, poco a poco fui descubriendo a vane mi vecinita, esos pies delicados tocando con la punta de sus dedos y luego el talón cada escalón, sus pantorrillas sin bellitos, traía un vestido hasta las rodillas primaveral de tirantes, cuando se paró frente a mí y nos presentaron, me puse en pie y estire mi mano, vi su carita tan más bella y toque su mano suave, su mano no hacia fuerza al saludar, se quedaba flojita.
Ese día empezamos con la clase, le puse unos ejercicios algebraicos para ver su nivel y en que fallaba. Mientras los contestaba, yo sentado a su lado no podía dejar de mirarla, le veía sus hombros, sus piernas cerradas sentada con delicadeza como una señorita, sus manitas suaves, hasta las palmas la tenía rosaditas.
Vane se desesperaba al no saber qué hacer en algunos problemas, yo ya deseándola aprovechaba para tocar sus manos y ayudarla a despejar correctamente.
Me acerque más a ella, podía oler su cabello y su ropa limpia, ella se incomodó un poco y acomodo su cabello poniéndolo detrás de su oreja, cuando hizo eso, pude sentir su aroma, algo indescriptible, era un olor a adolecente, me puso muy cachondo sentir su calor tan cerca.
Su mama, grito desde la cocina que tenía que ir a la tienda, tomo sus llaves su bolso y salió apresurada.
Ese era mi momento, así que aprovechándome de esa personalidad obediente de la niña, acomodándome haciendo que miraba lo que hacía pase mi brazo alrededor de ella, pose mi mano sobre su hombro mientras le explicaba por qué se había equivocado, Vane se quiso quitar pero no la deje, con mi brazo la detuve y la puse en su lugar, la nena sintió que yo mandaba en ese momento, y haciéndome pendejo explicando fui bajando mi brazo desde su hombro, por su brazo, hasta llegar a su cintura, yo habría mi palma completa acariciándole el costado de su pierna y su nalga, estaba sentada así que solo hasta donde me permitiera la posición, ella ya ni me pelaba, tenía la cara volteada hacia el otro lado de mí, yo seguía agarrándole la nalga y levantaba su vestido, fue subiendo hasta ver su calzoncito asomarse.
Vane tomo valor y con sus manos intento alejarme – déjame! Grito.
Yo usando mi autoridad no la solté y la puse en su sitio nuevamente – te vas a quedar quieta, me vas a obedecer y me as a poner atención, pinche burra pendeja.
Vanesa se calló inmediatamente, se quedó quietecita mirando su hoja con problemas, yo ya solo hablaba idioteces de lo que había echo pues estaba más concentrado tocando esas lindas piernas firmes sabrosas.
Mi mano subió de nuevo a su hombro y la puse a seguir contestando su prueba, ella obedeció tomo el lápiz y siguió, mis manos se fueron a sus pequeñas tetas, las comenzó a acariciar por encima de la ropa, las apachurraba como me daba la gana, metí mis manos por debajo de su vestido y sentí sus pezones respingados duros y parados, se los apreté fuertemente.
Vane – aaaah me duele.
Le dije – cállate chiquilla idiota, sigue contestando.
Saque mis manos de sus calientes tetas y abrí sus piernas aun mientras ella contestaba, le metí la mano en su panocha por encima de sus bragas, era una panochita rellenita, movía mi mano y sentía como se movía de un lado a otro la pequeña panocha gordita de esta morrita.
Le dije – mírame!, te dije que me mires vane.
Ella me miro, y empecé a besarla, entre abrió sus labios y sentía su aliento en mi boca mientras le restregaba la panocha de manera circular, le metí la lengua en su boca, su saliva era dulce y sus labios eran suaves, su boca era deliciosa. Cuando se escuchó el carro de su madre llegar, nos reincorporamos, la mire y ella me miro, olí mi mano con la que estuve tocando su panochita, me puse en pie y me despedí, le dije a su madre que mañana regresaría.
Y así fue al día siguiente a primera hora ya estaba tocando ese timbre, estaba ansioso, me abrió la puerta su madre, tenían unas visitas en la sala así que me pidió subiera a su recamara, yo respetuoso acepte y subí.
Y ahí estaba la pequeña vane acostada boca abajo en su cama, traía un cachetero blanco solamente, descalza y un top arriba del ombligo de tirantes rosa. Cerré la puerta al entrar, ella volteo y nunca espero que yo subiera a su cuarto, se dio la vuelta e intento taparse.
Vane – que haces aquí, no estoy vestida!
Le dije – así esta perfecta. Mientras la miraba de arriba abajo.
La hice ponerse en pie y diera una vuelta, se notaba la raja de su panochita rellenita metida en su cachetero y su culito devorando la ropa interior, se le notaban las tetitas respingadas por debajo del top.
Sabiendo como es de obediente y sin perder tiempo, aprovechándome completamente. Me acerque a ella la acorrale contra la pared, estaba chaparrita así que era fácil de controlar.
Le abrí las piernas un poco y metí mi mano en su rajita otra vez por encima del cachetero, otra vez nos empezamos a besar, mis manos parecían descontroladas, pues cuando estaban en sus tetas de pronto estaban en sus nalgas, agarrando su cadera y empujándola hacia mí.
Así estando de pie me saque la verga y la puse entre sus piernas, la atravesaba toda, hasta sentía como la cabeza de mi pene chocaba con la pared, estaba montando mi palo.
Me encabrone le baje las bragas de un putaso y volví a que montara mi verga, sentía como su panochita se abría y cobijaba mi pito, me caliente tanto al sentir su vagina caliente y mojada, la agarre de su cintura y la avente sobre la cama boca abajo, ella trato de pararse abrió sus piernas se puso como una rana sobre la cama y sin avisar le metí la verga, se la metí hasta el fondo, ella boca abajo con las piernas abiertas, parecía una letra T al revés, se abría toda de patas, y yo metiéndole la verga bien duro, le tapaba su boca para que no hiciera ruido. Mientras que con mi otra mano la mantenía sometida presionando su espalda baja obligándola a parar el culo, las pinches nalguitas de la perra temblaban como gelatina dura cada vez que embestía y chocaba con mi pelvis.
Yo le decía – hija de tu puta madre, si no pasas ese examen te voy a seguir cogiendo como una puta cada que venga.
Vane solo ahogaba sus gritos en las palmas de mi mano, gritaba fuerte como si la estuvieran violando, pero el sonido no salía de ese cuarto.
Me la cogí toda la clase, unos cuarenta cogiendo duro. Hasta que eyacule dentro de ella.
Saque mi verga y los chorro de semen emanaban de su linda panochita. Ella se desparramo en la cama, cuando cobro conciencia, empezó a limpiar todo el cochinero.
Estuve regresando toda la semana y me la volví a coger todas la veces, la ponía contra la pared, otro día la cargue de changuito bien ensartada, abierta de piernas sobre la cama, esa putita se abría rico de patas, tanto que le podía tomar los tobillos y subirlos hasta su cara con el culo parado.
Esa panochita era mía, era tan deliciosa, se abría tan rico en mi verga, se mojaba tan fácil, es mi putita personal.
La muy cabrona reprobó el examen y repitió el semestre solo para seguir cogiendo rico todos los días, y pues yo feliz metiéndole palo.
Pasó el tiempo, no hicimos novios, yo la ayudo con matemáticas y ella me da unas mamadas de verga y me presta su panochita de la que me enamore.
Actualmente, está embarazada, y estamos próximos a casarnos, y la muy pendeja me dice que se quiere casar de blanco haha pinche cabrona tan mas puta tengo de esposa, pero bueno pendeja puta pero con una panochita apretadita.
Fin
Escríbanme mensaje si quieren ver una foto de mi esposa putita.
saludos.
3 respuestas
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