Por

Anónimo

julio 23, 2012

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Desvirgando a la mujer de mis sueños

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Hola a todos, quiero contarles un relato mío que paso hace tiempo.

Mi nombre no lo diré ni el de la protagonista de esta historia pero diré que soy un chico del DF al igual que la sexy protagonista. Tengo 18 años pero esto que pasó fue cuando tenía 16. Soy de complexión delgada en lo que cabe, de piel moreno medio claro, no muy alto pero me defiendo, no soy atlético pero tampoco doy lástima, guapo así que digan mucho no pero igual no soy feo, tengo mis cualidades. Ella es una chica llenita, de piel clara, ojos grandes color café, unas piernas bien torneadas, labios carnosos, tiene un culo precioso grande y bien rico, un par de tetas medianas, paraditas y firmes como toda una joven mujer.

El caso es que los dos íbamos en la misma prepa en el sur de esta ciudad. Nos conocimos en diciembre de 2009, en el segundo año de prepa. La conocí un día en que me detuve a saludar a una amiga que había conocido el primer año de prepa, era su amiga, digo era porque después que le hablé a esta segunda ya no se volvieron a dirigir la palabra, y yo sin más la saludé y me presentó a su amiga, me pareció linda pero equis. Pararon los días y yo normal como si nada iba a la prepa y estudiaba.

La siguiente vez que la vi fue porque hubo un tumulto en la prepa e igual estaba con la chica que había conocido el año pasado y de nuevo le hablé pero ahora ya más en forma:

-Hola, ¿te acuerdas de mí?-

-Hola, si, claro el amigo de�-

-Jaja si, él mismo-

-Valla con esta gente que hace sus manifestaciones-

-jaja tienen todo el derecho de hacerlas, ya si nosotros los apoyamos es otra cosa-

-Tienes razón-

-A veces suelo hacerlo, bueno te dejo porque tengo clase adiós-

-Adiós, lindo día-

-Gracias, iguálemele-

Me pareció una chica linda, su mirada era tienda como de una niña. Sin más yo seguí con mis cosas hasta un día que la encontré en una red social, que de hecho ya casi nadie usa, la agregué y empezamos con los comentarios de que como le iba y esas cosas simples.

Después de agarrarnos confianza, en la prepa nos frecuentábamos, salíamos a desayunar y cosas por el estilo, allí fue donde me enteré que tenía novio y mis ilusiones con ella se iban de pique así que traté de no enamorarme mucho. Los días pasaban y todo normal. Me platicaba de sus cosas que hacía, lo que le gustaba y esas cosas. Por suerte concordamos en que casi todos nuestros gustos musicales, y yo tenía pretexto de seguirle hablando.

Pero un día esta amistad se volvió más que eso, una noche platicando por Messenger me dijo:

-oye que lindo eres-

-Gracias tú igual eres una niña muy linda-

-Te amaría si me llevaras de viaje a Los Cabos-

-¡Ah!¿ Sólo por eso me amarías?-

-¿qué?, ¡no, yo no soy así!-

-Bueno, eso es lo que me das a entender-

-No, y que lástima que pienses que soy así, adiós-

Me sentí mal en ese momento, mi intención no era esa pero finalmente se enojó, más tarde la hablé a su casa y contestó su mamá, le pedí que me la pasara.

-Oye, no tienes porqué molestarte, mi intención no era decirte que eres una interesada simplemente que�-

-¡Calla, que sé que piensas eso! Pero sabes, no soy así, yo te quiero mucho, más de lo que te imaginas-

-Yo también te quiero y lo sabes hermosa-

-Entonces no vuelvas a decirme eso, que me dolió-

-Está bien, no volverá a pasar-

-Espérame tantito me llama mi mamá-

-Ok, te espero-

Sentí un alivio muy grande, pensé que la iba a perder. Se tardó como 5 minutos pero antes que hablara dije en voz muy baja -¿Cómo pensaría eso de ti si te amo?- No sé si lo oyó claramente o solo el final pero continuó.

-¿Disculpa?-

-¿Qué pasó?-

-Me dijiste algo-

-No para nada-

-Te escuché decir que me amabas-

-Ah, es que estaba traduciendo un texto en lo que esperaba y pues lo dije en voz alta perdón-

-No, tú dijiste que me amas-

-Te quiero mucho linda, lo sabes, no tengo porqué andar ocultándolo-

-Sabes, si no tuviera novio, si él no existiera, ¿pasaría algo entre nosotros?-

-Te quiero y no quisiera que por mi tuvieras problemas con tu novio.-

-Pero�-

-Pero, ya te tienes que ir a dormir, mañana nos vemos, platicamos y te digo lo que quieras ¿va?-

-Está bien, que descanses-

-igualmente-

Pufh! Casi me saca la verdad, esta noche dormí como angelito pensando en la posibilidad de que algo entre los dos pasara. Al día siguiente la encontré en los pasillos de la prepa y todo normal no saludamos y me dijo.

-Tenemos que hablar, te espero en el patio trasero en un rato-

Yo muy obediente fui y allí la encontré, tal hermosa como siempre.

-Aquí estoy, ¿de que querías hablar?-

-Ven, siéntate-

-Ok. Y bien�-

-Lo de ayer�-

-Oye, lo entiendo, no tienes porqué explicar nada, sé que tienes novio y lo respetaré-

-Pero lo que tú sientes, tampoco sería justo-

-Muchas cosas no son justas, y no por eso hay que dejarse ir-

-De acuerdo, pero tú querías decirme algo-

-Si, bueno� yo-

-Si�-

-No, nada importante-

-Dime-

En ese momento ya estábamos acostados en el pasto viéndonos cara a cara, cuando menos siento nuestras miradas se cruzaron como si fuera a durar eternamente esa mirada en mis ojos, y comenzó a besarme y a abrazarme por el cuello. Experimenté unas sensación increíble porque yo antes no había tenido novia y sólo uno que otro beso había dado. Sus labios carnosos pasaban por los míos, sentí el sabor de su labial rojo. Una verdadera delicia lo que sentía. Se apartó de mi y dijo:

-¿Ahora me dirás?-

Yo temblaba de la emoción, no sabía que decir ni que hacer.

-Te amo, te amo hermosa, desde que te conocí no he pensado en otra cosa que no seas tú-

Ella cerró los ojos y comenzó a llorar.

-No llores, perdón, sabia que no lo debía hacer-

-No es eso, me encantó este beso, pero tú sabes que mi novio, la escuela, mi familia-

En ese momento la abrasé y siguió llorando un rato. No sabía que hacer en serio. Le dije:

-Tranquila, no tienes porqué llorar, hay muchas personas que te aman y no nos gusta verte llorar así-

-Es que yo también te amo-

Me quedé petrificado con la respuesta. No sabía si saltar de alegría o llorar con ella porque sabía que nuestro amor sería imposible.

-ah� pero tu novio-

-Cállate, lo sé y por eso lloro-

-Sigue con él, yo te amaré aunque no seamos más que amigos, siempre estaré contigo no importa lo que pase-

-Sé que lo harás, pero tú… eres mucho para mí-

-Y tú para mi, pero no llores que me rompes el corazón-

-Está bien- se calmaba un poco- perdóname si me exalte-

-No te preocupes, ven vámonos que ya es tarde-

La acompañé a tomar el autobús y cuando nos despedimos me dio otro beso. Sólo sonreí y me limité a decirle �nos vemos mañana-. Estaba en una situación horrible, nos amábamos pero ella tenía novio, y muchas cosas en que pensar. Los días siguieron normales pero yo la notaba más distante y triste. Un día a la salida de nuestras clases la encontré y fuimos a platicar en un parque cercano.

-Oye sobre lo de la otra vez, me quedé pensando y�-

-No, discúlpame no debí haberte besado-

-No te preocupes entiendo que pudiste haberte sentido confundida-

-No, si te amo-

-Oye pero tu nov�-

-No importa, te amo más a ti-

-¿en serio, cuánto?-

-Júzgalo tú- En ese momento me besó y ni lo vi venir.

-Más de lo que imaginé-

-Ven, vámonos-

-¿Adónde?

-Tú ven-

Fuimos a la parada del autobús, en el camino nos besábamos como novios apasionados, platicábamos de cosas normales, la escuela, música etc. Fuimos a un centro comercial. Allí paseamos por todo el lugar y entramos a ver una película. Antes de entrar me dijo-Quiero que este día sea inolvidable para los dos- entre mi me pasaron muchas cosas pero no habría de ocurrir cosas mayores.

Entramos a ver la película y allí nos sentamos hasta a tras y como había poca gente, como 4 personas, nos empezamos a besar sin más, ella acariciaba mi espalda mientras yo le tocaba las piernas y le besaba el cuello, empezó a gemir a muy bajo volumen. Obvio no vimos la película pero no me importó. Nos besábamos sin importar nada, ni que nos sacaran del cine. Así nos las pasmos un buen rato casi al final de la película, salimos del cine y seguimos con la sesión de besos, abrazos y manoseos. Pero yo no quería sobrepasarme con ella, no quería que pensara que soy un pervertido así que solo la abrazaba con mucha pasión al igual que ella mi.

Ya se hacía de noche y su mamá le llamaba a cada rato y le deba largas para no regresar pero yo insistí en que regresara a su casa. En fin la llevé a su casa, que queda como a media hora de la mía, en su puerta nos despedimos con otro hermoso beso.

-Gracias por todo, eres muy lindo, espero que este día haya sido tan bello para ti como lo fue para mi-

-Cómo no lo sería estando con una chica tan hermosa-

-Gracias travieso, te quiero mucho, mañana nos vemos-

-Si preciosa, cuídate, sueñas con los angelitos-

-Prefiero soñar contigo-

Le planté otro gran beso. Ese día regresé a casa con una alegría inmensa, en casa se les hizo raro que llegara a la hora que llegué pero nada importante. Así seguimos muchos días, como novios pero sorpresa que me llevé unos días después. Un día coincidimos en salir temprano de la escuela y como casi diario fuimos a un parque cerca de allí, estábamos platicando, y en eso, nos quedamos acostados en el pasto, y como la primera vez, esa mirada y esa boca me cautivaron y de nuevo a entregarnos a la pasión. Yo no había intentado propasarme con ella pero la reacción natural de los hombres se presentaba en mí.

-Oye tengo que decirte algo-

-Si, dime que pasa-

-¿Sabes? A los pocos días que esto empezó, terminé con mi novio así que�-

-¿Porqué no me lo habías dicho antes?-

-Quería que fuera una sorpresa-

-Y valla que lo fue-

-¿Entonces�quisieras preguntarme algo?

-Claro que si hermosa ¿quieres ser mi novia?

-Si amor sabes que si-

-¡Amor! Te amo-

-Yo más-

A comparación de otras veces esta vez sentí algo diferente al besarla, era novio de una chica hermosa, de un cuerpo perfecto, era muy emocionante para mí esa situación. Los besos fueron subiendo de nivel y muy pronto los dos nos encontrábamos jadeando. Ella me dice -Ven, sígueme- y de la mano nos fuimos a un rincón del parque por donde casi no pasaba nadie y más porque aún era temprano y todos estaban en el trabajo o en la escuela. Al llegar me jaló hacia ella y caímos en una hierba suave, aventamos nuestras mochilas a un lado y comenzamos a besarnos.

Cual sería mi sorpresa que al estar cuerpo a cuerpo ella se sube sobre mí y abre sus piernas encajándolas en mi pene ya erecto, todo con ropa, y empezamos a movernos como si estuviéramos haciéndolo. Los gemidos ya no eran suaves sino que casi a gritos se movía y para que no nos dijeran algo los ahogaba con un beso de lengua. A pensar de que la tapaba, sus gemidos y los míos se oían. No pude aguantar y llevé mis manos a sus nalgas, tan hermosas, redondas y firmes pero a la vez suavecitas. Para mi buena suerte llevábamos, ambos, pantalones de tela suave no como la mezclilla, yo blanca y ella café, así que al estarle tocando sus nalgas sentía su calzón pequeño, pero no era tanga, y ella seguro que sentía mi pene que estaba a todo lo que da comprimiéndole su vagina y rosando sus labios vaginales. Así estuvimos un rato hasta que me dijo �Quiero más, ven- Me llevó a un lugar aún más solo de aquel parque, sin parar de gemir y sollozar.

Llegamos a la parte trasera de un edificio enorme que estaba cubierta de arbustos lo suficientemente grandes y estrechos como para que alguien nos pudiera ver. Al llegar, sin más, empezamos a besarnos, a tocarnos y esta vez llegó más lejos. Estando ella recargada en la pared, la tomé de sus nalgas y la levanté a la altura de mi pene. Al estar así se podía apreciar como mi pene había tomado un tamaño enorme, más del que tomaba cunado me masturbaba, nos veíamos con ojos de no poder creer lo que pasaba. La alejé un poco de mi y le empecé a tocar con la mano la parte del pantalón donde está su vulva, se siente una sensación hermosa, suave como la piel de un bebé, su suave ropa, su pantalón de tela y su calzón, la estuve frotando así mientras ella tocaba mis nalgas y nos seguíamos besando, no quise llegar a más y tócale su deliciosa vagina sin ropa, pero ella tomó una de mis manos y la condujo a una de sus riquísimas tetas, empecé a tocarla suavemente arriba de su blusa y cada vez a amentar el ritmo de los roces de nuestros genitales.

Después que ya la bajé de la pared donde la tenía sujeta le llevé mis dos manos a cada una de sus tetas, la miré como pidiéndole permiso de hacerle a un lado su blusa y brassier, ella con un gesto aceptó y le dejé al descubierto una a una sus tetas. Allí las tenía a todo su esplendor por primera vez, sus pezones eran rosados y medianos, de piel un poco más clara que su carita. Con una mano tocaba una de sus tetas y a la otra la lamía con mi lengua. Jugué con esa bolita que está en la punta mordiéndola suavemente, y pasándole saliva así como chupándola, luego cambio a tocar esa y lamer la otra.

Ya no podía más, esa situación me calentaba mucho y a ella también, no pude más y, después de como dos horas de estar fajando, me corrí en mis pantalones porque no quería sacarme mis genitales ya que lo consideraba una falta de respeto. Ella también tuvo un orgasmo, me pidió que saliera un momento para que se limpiara y no se notara en su pantalón, así lo hice todo feliz, cuando salí una chica pasaba por allí y se me quedó viendo extraño pero en ese momento no me importaba nada. Momentos después ella salía de detrás de esos arbustos y tomando mi mano la dirigió a su entrepierna y sentí como sólo la tela de su pantalón, separaba mis dedos de su vagina desnuda. Se había quitado su ropa interior, yo hice los mismo e intercambiamos prendas. Ya era tarde y tenía que ir a su casa, la acompañé y nos despedimos con un beso inocente.

Así pasaron varias veces, fajando en lugares solitarios, en ese mismo lugar, en la escuela cuando casi no había nadie o muy temprano, antes que llegaran la mayoría, en salones, en los jardines, en fin muchas veces lo hicimos pero siempre con ropa. Una noche que hablábamos por teléfono paso lo siguiente:

-Mi amor, te quiero, estos meses han sido maravillosos-

-Si, amor , lo sé, a tu lado-

-¡Hey! Y te haz vuelto un experto en los fajes-

-¡¿Con semejante hermosura, quien no mejora?!-

-jajaja hay amor…¿sabes, creo que ya es hora se subir de nivel?-

-¿A qué te refieres?-

-Tú sabes, cuando una mujer ama a un hombre�-

-Ay traviesa, claro. Me haría muy feliz-

-Tú me haces feliz, pero antes tengo que decirte algo-

-Si, dime.-

-Yo nunca� nunca he estado con nadie, soy virgen-

Casi me infarto cuando me dice eso, sería la primera vez para ambos.

-Entonces, seré yo quien te robe tu virginidad-

-Si, quiero que seas tú quien tenga ese tesoro mío-

-Te haré feliz amor-

-Lo haz hecho desde el primer día que te conocí-

Desde ese día no pensaba en otra cosa diferente a hacer el amor con mi novia. Habíamos acordado que fuera en sus días infértiles para no correr el resigo de un embarazo y hacerlo al natural. Llegado ese día todas las condiciones se dieron, la escuela suspendió sus actividades por un paro laboral de los señores de mantenimiento, en su casa, su mamá había llevado a sus padres a un paseo de 2 días y por lo tanto su casa estaría sola todo el día. Así que me llamó y me dijo que me esperaba en la parada del autobús y cuando llegué me esperaba con un beso. Nos subimos y cuando llegamos a su casa me pasó a la sala y ella se metió a su habitación.

Tardó un poco en salir mientras yo veía unos curiosos objetos que guardaba en su vitrina. De pronto salió con una vestimenta muy sexy, no sé como se llamen pero era de color rosa, una tela transparente, que cubría sus tetas, que se veían aún más grandes, y la parte del bikini porque lo demás solo eran unos hilos lo que la cubrían. Me hizo una señal con el dedo de que me acercara y yo voy hacia ella y la empiezo a besar, me besa como si fuera la última vez, sentí como nunca sus labios, su cuerpo, su olor.

La llevó a su habitación, cuando entro me llevo una gran sorpresa, la había decorado con tenues luces rojas, pétalos de rosas y sonaba una de nuestras canciones favoritas.

-Quiero que este día sea perfecto-

Pero algo me inquietaba, había una cámara de video apuntando hacia la cama.

-¿Y esa cámara?-

-Ya te dije, será inolvidable este día-

No lo podría creer, iba a hacer el amor con la chica de mis sueños e iba a tener con qué recordarlo. Todo empezó con un beso inocente y tierno. Poco a poco fui recostándola en su cama, en eso la cámara empezó a grabar. La abrace por su cuello mientras ella por mi espalda. Pase de su boca a su cuello, luego a sus orejas y finalmente fui bajando hasta sus tetas, aquel hermosos par de tetas, firmes, suaves y con ese sabor a miel. Ella iba desabrochando la camisa que llevaba hasta que me dejó desnudo del tórax. De mi parte le quité su pieza de ropa dejándola solo con su ropa interior. La música sonaba, podía empezar a oler su sudor, sentir su cuerpo y estremecerse por las caricias recibidas.

Despacio tomé con mis labios su brassier y se lo fui bajando hasta tener frente a mí ese par de tetas al desnudo. Empecé a besar sus pezones rosados y ella sólo gemía y gemía, después pasé a lamer toda su superficie. Me separó de ella me quitó los zapatos y bajó mis pantalones con mi bóxer, quedando al aire mi pene, mas erecto que nunca, parecía que explotaría, venoso y, aunque no sea de tamaño jumbo, lucia bastante grande, más que cuando fajábamos o me masturbaba. Ella se quedó boquiabierta de verlo salir de mi ropa, supongo porque no había visto uno antes. Ahora era mi turno de hacer lo propio, igual que su brassier, tomé su diminuta tanga en mis labios y fui descubriendo frente a mis ojos esa vulva que tanto anhelaba. Estaba rasurada, sin algún vello púbico, al igual que mi pene que lo había rasurado para la ocasión.

Para excitarla lo suficiente, para que no le doliera, le propuse hacer un 69 y aceptó, yo me acosté y ella se subió sobre mí, tenía su hermosa vagina a mi entera disposición, ella tomaba con torpeza mi pene, le daba lengüetazos y yo lo disfrutaba. Su vagina era succionada por mi boca y mi pene entraba en esa boquita tan deliciosa y era chupada por sus labios carnosos.

Después que ya estaba lubricada decidimos hacer un faje, obvio ahora sin ropa. Como si estuviéramos en el parque, la puse contra la pared y a tocar sus nalgas y sus tetas, me recosté en la cama y después la puse sobre mí, rosaba, ahora sin nada que los impidiera, su jugosa vagina con mi pene que estaba a reventar. Esto hizo que se lubricara más.

-¿Estás lista mi amor?-

-¡Si, hazlo ya!-

-Está bien-

La acomodé en una posición que había visto en internet para desvirgar, recostada al borde de la cama con sus piernas abiertas y sostenidas en mis hombros. La besé en sus labios y sus tetas una vez más y, con la misma cara que puse la vez que le pedí que si podía tocar sus tetas, le indiqué que lo haría. Comencé poniéndole la punta de mi pene en la entrada de su vagina. Con calma fui empujando, mientras ella hacia gestos de placer mezclado con dolor. Ya dentro la punta, sentí su himen, una vez más la miré y empuje con fuerza pero con cuidado. Ella soltó un gemido de placer muy fuerte � aaaaaaahh-.

Estando adentro espere un momento a que su vagina se adaptara a mi pene y poco a poco fui empezándome a mover. Sentía como sus paredes vaginales se contraían y deban la sensación que chupaban mi pene. Así la tenía, con la verga adentro, sus piernas abiertas recargadas en mis hombros y ella gimiendo a todo lo que su voz podía. De mi parte, la sensación era inigualable, mi pene siendo comido por esos labios carnosos, besando y lamiendo sus tetas. No podría haber algo mejor.

Así estuvimos como media hora cambiando de posición, lo hicimos de a perrito, recargados en la pared pero lo que mas me gustó fue sentarme en una silla, ella con mi verga clavada en su vagina de frente encima de mí, abrazados para sentir sus tetas y besándonos con mis manos tocando sus nalgas y empezando a tocar su ano. En esa posición acabé por primera vez, le dije-¿estás segura que acabe dentro de ti?- contestó- si quiero sentir tu semen corriendo en mis entrañas- Aceleró el ritmo, era fascinante ver saltar esas tetas, oírla gemir; y finalmente varios corros de semen se escapaban de mi pene, fue rico porque en ese momento ella estaba teniendo como su cuarto orgasmo. Después que acabé de sacar todo el líquido, la miré y nos quedamos así mientras mi pene se ponía flácido y la mezcla de sus jugos, mi semen y un poco de sangre salían de su vagina.

Después de que acabó eso, salió mi pene de su cansada vagina y para mi sorpresa lo empezó a chupar para quitarle el líquido, yo hice lo propio con su conchita y acabamos en otro 69.

Finalmente quiso bañarse, pero conmigo, accedí por su puesto. La llevé a la bañera cargándola, en lo que esperábamos que se llenara nos comíamos a besos. Nos metimos una vez que hubo suficiente agua. Nos bañamos mutuamente, pero esto aun no acababa, me dijo:

-Que rico hiciste el amor conmigo, gracias-

-Gracias a ti hermosa, eres lo máximo-

-Aun podemos continuar-

-mmm traviesa, claro que si-

Ahora la penetraba en la bañera debajo del agua, era una sensación hermosa como la primera vez.

-Ahora quiero que me penetres por mi culo-

-Está bien, pero segura, creo que duele-

-Confió en ti-

La penetré un poco más por la conchita, y con ayuda del agua su ano se dilató más y fui desvirgándola por su culo suavemente.

-Me duele-

-¿Quieres que pare?-

-No amor, sigue, penétrame duro ahhhhh-

En ese momento ya se la había metido toda, fue espectacular la vista, su vagina húmeda al aire, sus tetas brincando y ver como se perdía mi pene en sus nalgas fue lo mejor. Acabando de hacerlo y de bañarnos nos vestimos, me preparó algo de comer y nos sentamos a ver una película, me despedí de ella con un beso candente y agarrándole una nalga. Ella sonrió con una cara pícara. Llegué a casa cerca de las 11 pm, no podía quedarme porque en la mañana llegaría su familia.

Desde ese día nuestro amor siguió creciendo, éramos adictos a hacer al amor donde fuera, en la escuela, los salones vacíos, en los patios que nadie usaba, en parques. Sólo una vez nos atraparon en la escuela y eso porque una chics sospechaba y fue a decirles a las autoridades del plantel, nos regañaron pero los convencimos que no les dijeran a nuestras familias porque serían capaces de sacarnos de la escuela, nos amonestaron y nos hicieron prometer que no se repetiría, claro eso no fue así porque seguimos con nuestras aventuras algún tiempo.

Pasó como un año y poco a poco nuestra relación fue decayendo, ya no éramos las personas de las que nos habíamos enamorado, cada vez que hablábamos era para pelearnos y todo acabó muy mal pero aún la recuerdo con mucho cariño porque con ella descubrí el amor y los placeres carnales de esta vida.


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2 respuestas

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