Mi esposo estaba de trabajo y fuí una semana con dos amigas a la casa de una de ellas en un pueblito de la costa.

Pati y Martha son muy calientes y en la playa empezaron a coquetear con unos hombres negros. Yo me excité viendo a mis dos bellas amigas rubias buscando sexo con aquellos hombres rusticos. Al despedirse Pati dijo: Mira que macho tan bello, es perfecto, y Martha afirmó, ambos, vistes sus bultos. Entonces Pati me dijo: Jenny, una mujer no está completa hasta que un negro se ma meta, tienes que probar uno. Yo rei de su ocurrencia.

Esa noche empezaron a tomar, después de tres tragos empezaron a hablar de sexo y lo rico que era tirarse a un hombre bien dotado. Tocaron la puerta y Martha volvió con tres negros. Todas estábamos en bikini. Al presentarnos al tercer negro me sentí muy atraida por él, no era bello, pero si muy fuerte, oscuro, y viril. Vi sorprendida como Pati y Martha besaban t agarraban el pene de sus negros y me excité mucho. Allí, sin inhibiciones vi como se desnudaban mutuamente. El tercer negro se paró y yo hice lo mismo, entonces me beso y me sentí no solo muy excitada, sino como profundamente embelezada. Lo dejé desnudarme y al acostarme en el borde de la piscina le abrí mis piernas.

No estaba preparada para sentir su pene. Al empezar a penetrarme vi que era muy grueso, y fue entrando más, y más profundo cada vez, era enorme y no se como no me rasgo. Al metermelo todo tuve el orgasmo más intenso de mi vida y el empezó a cogerme. Una serie de orgasmos en cascada empezaron a explotar en mi cuerpo. Al él eyacular había tenido muchos orgasmos, estaba exhausta y agotada y empecé a llorar.

Jordan me montó toda la noche y nos dormimos unidos y abrazados. Al despertar supe lo que deseaba para el resto de mi vida.

Al volver a la ciudad ya estaba embarazada. Me fuí de casa y compré una casa en el pueblito donde vivo con Jordan. Ya tengo 7 meses de embarazo y soy la mujer más feliz de la Tierra