Era un día martes, hace un mes una de sus amigas, me la había presentado, su nombre al que preferí darle un seudónimo llamada Adriana, para aquel día fue simplemente de un dialogo risueño, risas de comentarios anecdóticos, y un poco de conocimiento propio y mutuamente personal cosas de estudios, tareas, profesores, hermanos, tíos y tías, etc, cerca de tres horas fue una conversación agradable, pero hasta el momento la química era lánguida, pero su simpatía apreciable y deseable, al cabo de los días, a veces me la encontraba cruzándonos de camino, intercambiábamos, saludos, y con marta aquella amiga, quien me la presento, era la ocasión apropiada para platicar con ella, luego de diez días, y de observarla en chores con sus contorneadas piernas, luego en Jinés con su culo dibujado como el más bello paisaje natural, su delineada figura esbelta, sus curvas y entradas desde las caderas, su cintura, sus senos, y su hermoso rostro, mi calentura agitaba de vez en cuando en mi órgano, de modo que desde lo más discreto se encendía mi deseo de poseerla, de tener y embestir ese cuerpo, de coronarla de una princesa a reina con mi largo cetro carnal, de llenarla de mi leche, con la mirada aunque un poco tímida, ella poco a poco lo fue notando, que estaba interesado en ella, de modo que de vez en cuando, jugaba prudentemente con su sonrisa coqueta, su mirada tierna, y sus leves contactos de su cuerpo hacia el mío, pero de allí, había un control, que no sobrepasaba del morbo ni del irrespeto, con la ayuda de Marta nuestra amiga y confidente, le insistí que por favor me ayudara para invitarla a disfrutar de un día de diversiones en el parque de juegos mecánicos de la ciudad, pues no soy un hombre prototipo de actor de cine, ni de bello parecer, mas bien, moreno, alto, esbelto, dotado, pero no muy atractivo ni agradable de la vista y comprensión libidinosa para las mujeres, a lo que ella me dijo ¡ lo intentare!, ¡ pero lo dudo! ¡Además Sebastián, aquí entre nos, tú no eres su tipo de hombre, y además me dijo que ha notado como la miras con un deseo, que a ella la estremece pero le agrada, antes ella te prefiere como un amigo, y no más de ahí! , al cabo de catorce días, de haberla conocido, fue propicio para observar un matiné en cartelera, y como me adecue al gusto de ella, Marta, me dijo que lo estaba pensando, y que aun no había aceptado salir conmigo, no fue más que Yo mismo a sumir, ser quien por mi boca la invitara no a los juegos mecánicos, sino a Cine, de lo cual Adriana acepto,, salimos, durante el recorrido, nuevamente practicamos, nos reímos, algunas veces nuestros cuerpos hacían contacto, y nuestras manos se unían, luego, le invite a un helado de chocolate por aquello que es neuro receptor, lo del chocolate, pues la quería activa y sensual, observaba como los demás hombres la miraban, ella llevaba una minifalda, una blusa, celeste, unas botas que la hacían lucir, esbelta y con distinción, desde la vista su contoneo y la armonía de su cuerpo, destellaba un aroma de pasión, de lo que yo percibía, en la fila del cine, varias veces mi polla desde mi pantalón allí desde esa cámara secreta rosaba su culito, al principio ella me miro, un poco seria, luego poco a poco se fue adaptando y lo tomo como algo normal, yo le tomaba sus caderas, y continuábamos desde allí conversando, de modo que mis roses en su culo, eran continuos pero al tanto de evitar que se enojara ò lo mal interpretara, en el cine, mi mano se poso, en sus hombros, la atención que le di, fue de lo mas servicial, y fue allí, donde ella me permitió darle un primer beso en su mejilla, mientras una de mis manos, tocaba una de sus piernas, de modo cauteloso, al cabo de cinco días, nuevamente la invite pero esta vez a comer un delicioso marisco en un restaurante, una comida inusual ò diferente a todas, ya que le explique en las conversaciones que cruzábamos, de manera repentina había contenido erótico y sensual, fue allí, donde le dije, que estaría encantado de poder beber de la miel de su cuerpo y del almíbar de su pasión, que ¡en un primer instante, no lo entendió¡, ¡vaya que casi me toca explicárselo con plastilina¡, ella se sonrojo, y me dijo que sí, me aceptaba la comida, allí en el restaurante fue de exquisita presentación, en una mesa romántica, ¡.. y todo lo que uno hace por comerse a una rica mujer, pero son hechos de romanticismos que valen la pena! Hablamos de sexo, de fantasías sexuales, luego, cambiábamos de temas acerca de la proyección de las metas de nuestras vidas, y nuevamente continuábamos hablando de sexo,, nuevamente la acompañe hasta su casa, y le dije que el fin de semana estaba libre, que si quería nuevamente salir conmigo, de lo que me dijo ¡encantada¡, luego de la tercer salida, y después de ocho días, Adriana me telefonea al celular que no podrá salir a la cita, porque estaría en la casa, por cuestión de sus padres,, entonces le dije que si podríamos vernos allí, nuevamente me indico ¡lo pensare y luego te digo¡, el sábado a eso de las 08:00 pm de la noche, me llama y me dice que pase por la casa, a lo que yo de forma candente, mi ser manifestaba el querer poseerla y hacerle el amor, hasta quedar fundido, en sus pliegues corporales e íntimos, quería tomarla, besarla, acariciarla, lamerla, chuparla, morderla, singarla con los dedos, hacerle en resumen de todo, fui a la tienda, compre dos cajas de anticonceptivos ò condones, luego me duche, hacia cerca de diez días que no me masturbaba, mi leche, estaba dispuesta para inundarla, para este momento; eran las 20:00 horas, me acerque a su casa, toque la puerta evitando el timbre, ella me abrió, de forma cautelosa y silenciosa, me dijo ¡entra con cuidado y no hagas ruido¡ ¡mis papas están en el segundo piso, viendo televisión, ven sentémonos en la cocina!, fue allí, donde al entrar, sin más tapujos, la abrase y sin mediar palabra alguna la bese, primero fue un beso, tierno, y luego, mi lengua poco a poco, fue ganando terreno en su boca de tal punto, que su lengua se enlazo con la mía, y continuamos allí en la puerta besándonos, hasta que ella me dijo ¡basta, aquí no vamos a la cocina¡, allí, en la cocina, mi enorme miembro de raíces africanas y descendencia monumental, palpitaba una de mis manos la tenia sujetada de la cintura, mi otra mano, la masajeaba lentamente sus senos, luego, lentamente, sus nalgas, en movimientos firmes y circulares, luego, le tome una de sus manos, y la lleve a mi enorme bulto, para que fueses perdiendo al llamado �tempano de hielo�, y entrara en confianza, ella lentamente comenzó a agarrarlo, me lo apretaba, y quería masturbarlo, mientras tanto, sin soltarla de las caderas, con mi mano picarda, comencé a acariciarle su genital femenino su pubis, desde la ropa, desde su mini falda, pues tenía un tipo de falda corta que no era falda como tal, lentamente comencé a introducir mi mano en su ropa interior, y a masajear, a jugar con sus labios mayores vaginales, y sin soltarla de las caderas, comenzó lentamente a hundir mi dedo corazón en su gruta, ella, inicio su acelerada respiración y en mi oído, me dijo ¡por favor que no nos oigan mis papas!, ¡yo le dije, vamos a otro lugar mas romántico y discreto! Ella me responde ¡no puedo salir, y mis hermanos están en el primer piso en las otras habitaciones!, le respondí, solo disfrutémonos, y gocemos este delicioso momento de placer, que tanto lo he esperado!, sin interrumpir, lentamente me baje el cierre, y saque mi enorme polla, de lo que ella, al observarla, dijo, uhh, Sebas!!! Que grande, es,, le respondí en tono de comedia ¡Fui dotado por la naturaleza para ser un semental de tipo familiar!, ella, lo tomo, y suavemente comenzó a masajearlo, luego, le dije ¡pruébalo! Y me dijo como ¡le respondí, con tu boquita!, y sin mediar palabra alguna se arrodillo, y lo llevo a la boca, iniciando la succión, con sus labios, sentía como su lengua, se movía alrededor de mi falo, le decía, ¿eso es todo tuyo!, ¿es mi homenaje de lujuria para ti mujer!, luego, lentamente, fue bañando mis bolas con su saliva femenina, mientras yo me senté en una silla, y lleve mi mano al interior de su ropa, fue donde lentamente humedecí mis dedos con mi saliva y procedí a introducirlo, de modo que su humedad, había permitido que un conjunto de dos dedos, comenzaran a jugar con su caliente raja, no solo fue eso, con mi segunda mano, pase a humedecerla y uno de mis dedos lubricados, me permitió poder jugar con su orificio anal, mientras que ella estaba concentrada chupando, succionando y disfrutando en su boca mi larga polla ò verga, lentamente, inicie a introducir mi dedo índice en su culito, hasta el punto que mi dedo desapareció en el interior de su culo, hasta el punto que después de unos dos minutos ella, me replico y me dijo ¡qué haces con mi culito! Yo le respondí ¡lo que nadie ha hecho! Y ella me hace una pregunta ¿y qué es lo que nadie ha hecho en mi culito? Y le respondí ¡amor es penetrarlo, como yo lo hare esta noche!, entonces ella continuo chupándome el pene, con más pasión, de modo, que le dije, cambiemos a hora y ponte tu para ya lamer tu conchita, ella se sentó en la silla y en le instruí en una posición que me permitiera lamer y jugar con su vulva, desde allí, comenzó a lamer, sus labios mayores y menores, luego su pubis, luego su ruta hacia el ano, y le preguntaba, ¡mami te gusta! Ella me respondía ¡sí!, ¡mami quieres que pare! Ella me respondía ¡no sigue!, luego con mis dedos al tiempo, lubricados en el interior de su vagina, con sus jugos íntimos, le introduje un dedo al tiempo, en el ano, y con mi lengua, en su clítoris, de modo, que ella, emanaba guturales y finos sonidos de placer, solo perceptibles a mis oídos, hasta el punto que introduje dos de mis dedos en su culo, hasta que estos desaparecieron, y sin parar con mi lengua y boca succionando su vagina, luego le dije, ¡ponte es cuatro, y levántame tu culo!, ella obedeció, y separe sus nalgas, y comencé a besarlas, y a lamerlas, de modo, que ella, me decía ¡ohhh, oh sigue,! Por favor, para y penétrame!, ¡ohh, que sensación tan deliciosa, penétrame!, entonces, le dije, ya estas lista para recibir mi polla en tu culo, pero antes, me comeré tu concha, ella me responde ¡soy tuya!, me senté y ella se fue sentando encima de enorme y dura verga, lentamente, mi pene fue accediendo en su vulva, y el jadeo se hizo, continuo, pero bajo, el sube y baja, observaba, su espalda, y mis manos jugaban con su culo, con sus senos, con sus caderas, luego, la cambie de posición y ella quedo de frente, desde donde mi lengua se entrelazo con la suya, y desde allí le decía, ¡de ahora en delante de quien será esto, así tengas otro novio! Y ella me respondía ¡tuya! así tenga otro novio! Y le preguntaba y si estas casada, de quien será esto ¡ella me respondía tuya, así este casada!, luego, tome un poco, de mantequilla, del refrigerador, y le dije, ponte con las piernas en alto, que penetrare, tu lindo culo, ¡Ella me miro, y me dijo, hazlo, suave que es mi primera vez!, yo le dije, lo hare para que te guste, y lo disfrutes, amor,, mi bella Adriana, fue allí, que le dije quiero ver tu culito antes de,,, entonces ella me lo mostro,, es un culo, hermoso, contorneado, suave, de nalgas macizas, con un agujero rosado, cerrado y pequeño, listo para ser devorado por mi enorme pene, luego ella levanto sus piernas y me ofreció su lindo agujero anal, yo ensalive la mantequilla, y la frote quitándome el condón, por aquello de lo natural, para el chiquito, lo lami, y lo chupe, introduciendo un dedo lubricado en mantequilla, que resbalo, hasta el fondo, luego introduje, dos dedos en su culito que resbalaron hasta el fondo, y sin mediar otra palabra, lentamente apunte, con mi pena, en su culito, y lo fui empujando, ya con mi pene lubricado de mantequilla, observe que su culito se iba adaptando a mi virilidad, le dije, a ella, mami, sepárate un poquito las nalguitas, ello, de inmediato lo hizo, con sus dos manos, separándose, sus dos nalguitas, y permitiendo que mi pene ingresara dentro de su culo, lentamente, sus ojos se cerraron y su boca, exclamo un dulce sonido de ¡ohhh! ¡Qué sensación tan rica!, Ohhh ¡, ohhh, y esto me animo a embestirla suavemente, al principio mi pene solo ingresaba hasta una tercera parte del tallo, con la lubricación de la mantequilla, pero con el bamboleo, lentamente su culo fue consumiendo parte de la totalidad de mi enorme pene, de tal forma, que una de mis manos me permitía jugar con su clítoris en esa posición e introducir mis dedos en su vagina, yo le decía ¡sientes a dos hombres al tiempo! Mi dulce niña ¡ella me decía, ¡siii, lo siento! ohh oh!, de modo, que después de 10 minutos de estarle dando con mi verga en su culo, la inunde con mi leche, de modo, que al retirarlo, un chorro considerable broto de su esfínter anal, luego, la tome, la bese apasionadamente, la levante, y le dije, amor estas deliciosa, mañana es domingo, que te parece si lo volvemos hacer,, ella me respondió ¡si pero ahora en otra parte!,, . Nos vestimos, y Salí de su casa con suma precaución de no hacer ningún ruido,,,