-Ese tío es imbecil, se cree un crack y no sabe ni moverla.  -Dijo Fran en tono enfadado

La pelota puede ser pero otras cosas las mueve de maravilla. -Pensó Laura, su novia, senatada a su lado

Ambos estaban sentados en la grada del pequeño campo viendo jugar al equipo de Fran. Él estaba lesionado así que se lo perdía y por mucho que le jodiera, ya que se consideraba imprescindible para el equipo, sus compañeros iban empatando a 0 y el delantero era Ibra del que acababa de hablar. Laura sabía que Fran no soportaba a Ibra, él decía que por que era un chulo y un egoísta, pero ella sabía que no era así. Primero porque el egoísta y el fantasma era Fran, todos en el equipo lo decían. Y segundo porque ella sabía el motivo de aquella inquina, Fran estaba acomplejado por tener la polla pequeña e Ibra, el único negro del equipo, tenía una dotación muy grande. Laura ya se lo había oido comentar a la novia de otro compañero de Fran en alguna ocasión, y ahora desde luego ella podía confirmarlo.

-Mira que es malo, los mete de potra. -dijo Fran, después de Ibra fallara una ocasión

Laura apenas lo escuchaba, ya estaba harta de aquella actitud y además estaba distrida mirando a Ibra, mirando aquel cuerpo grande y musculoso en acción, era todo potencia y ella lo sabía muy bien,  mientras Fran se quejaba ella se excitaba viéndolo correr dejando atràs a los otros jugadores, que a su lado parecían niños y al recordar aquel cuerpo pegado al suyo, entre sus piernas y aquella enorme polla dentro de ella. Llevaba tiempo pensando en por que seguía con Fran, al principio le gustaba lo seguro y lanzado que era pero poco a poco se dió cuenta de que era todo fachada, mucho hablar pero todo se le iba por la boca. Era un fanfarrón, y además estaba el tema de su pequeña cosita. Al principio a ella no importó, estaba ilusionada con la relación y todo le parecía bien en Fran, pero con el tiempo el tema empezó a tener importancia. Fran se comportaba como un niño y para colmo tenía una picha como la de un niño.

-Otra que falla, es malo con ganas. Dijo Fran

Pero Laura ya no lo escuchaba, estaba recordando aquella primera vez con Ibra hacía alguna semana. Fué después de un entrenamiento, a las nueve de la noche, ella había ido a esperar a Fran como habían quedado, era viernes e irían a tomar algo así que lo esperó en la entrada principal pero había pasado media hora desde el final del entrenamiento y él seguía sin aparecer, pasó algún compañero pero él nada, lo llamó y èl no cogió. Al cabo de un rato ella ya estaba de los nervios, estaba harta de aquellas cosas así que sin pensar demasiado en que hacía se fué directa al vestuario, después de tanto rato supuso que todos habrían salido menos en señorito, que siempre tenía que ser el último, sin dudar cruzó la puerta preparada para abroncar a su novio pero el vestuario estaba vacío, entonces oyó que había alguien en la ducha, todavía en la ducha!! la iba a oir, se encaminó decidida hacia allí pero vez de a Fran se topó con Ibra duchándose, su primer instinto fué irse pero se quedó plantada mirándolo, tenía un cuerpazo atlético y musculado, y aquella polla, Laura nunca había al natural una tan grande, a su lado la de Fran era de bebé. Entonces él la vió, pareció sorprenderse pero no hizo ademán de taparse, ella se dió media vuelta y dijo en tono excusa:

– perdona, estaba buscando a Fran, habiamos quedado pero no salía y…..

– Fran se fué con otros a tomar unas cervezas, supongo que se olvidó de tí

– que se fué !!!!

Mientras decía eso volvió a girarse hacia él que seguía desnudo, ella sentía rabia hacia Fran por haberse olvidado de ella otra vez pero tambièn se sentía muy excitada por estar allí con ese hombre desnudo con su enorme polla colgando ante ella. Al principio  intentaba controlar su mirada pero no podía, sus ojos iban constantemente hacia aquel pollón. Ibra no parecía sorprendido e incluso sonreía un poco. Estaba tan cabreada con el señorito de Fran que se sentía autorizada a hacer lo que quisiera, se sentía más lanzada y segura que nunca así que ahora ya sin intentar dismular miró abiertamente la enorme verga de Ibra, y dijo:

-joder que pollón tienes

Él sonrió aún más abiertamente y la meneó un poco hacia los lados, ese movimiento la puso aún más cachonda y empezó a ecrcarse a él hasta que estuvo casi pegada, se la agarró y empezó a recorrerla con sus manos, mientras se besaban notaba como se iba poniendo dura y más dura y como crecía aún más mientras la agarraba con fuerza del culo. Entonces ella se separó un poco y agarrándosela de la punta tiró de ella y como si fuera la correa de un perro lo guió detràs de ella hasta un banco de madera en medio del vestuario, ella se sentó frente él…..

– Joder con el «negrito», no vale para nada.  dijo Fran

…..y se metió su polla en la boca. Ni se enteraba de lo que decía Fran, ahora solo podía recordar aquella noche en el vestuario que estaba debajo de ellos, nunca había tenido una polla tan gorda en la boca y le encantó tenerla tan llena, a su lado chupar la de Fran era como chuparse el pulgar, ella estaba tan cachonda que no se controlaba, chupaba aquel pollón extasiada mientras Ibra gemía de gusto un metro más arriba. Entonces, después de un rato, dejó de chupar y se levantó, iba a quitarse el vestido pero él no le dió tiempo y se lo arrancó sin miramientos, vvolvieron a besarse mientras se quitaba el sostén, tenía las tetas pequeñas pero muy puntiagudas, él la cogió por el culo, la levantó contra la pared y empezó a comerselas como si se muriese de hambre, después de un rato la dejó en el suelo y se puso de rodillas, le bajó el tanga de un tirón y empezo a lamerle el coño, ella separó las piernas para dejar que su lengua entrase mejor pero se sentía a punto de caer, le flaqueaban las piernas del gusto, entonces Ibra se levantó, volvió a agarrarla del culo y la levantó de nuevo pegada a la pared aunque esta vez menos que antes, ella lo besó y mordió su labio inferior, bajó la mano hasta agarrar su enorme polla y puso la punta en su coño….

-Vaya inútil, no la mete ni sin portero

……entonces él empujó y se la metió hasta el fondo. Mientras el señorito gritaba en la grada a su lado Laura casi estaba a punto de correrse recordando como Ibra se la follaba contra la pared, nunca había sentido una penetración tan honda, se sentía plena con ese pollón enorme dentro de ella, Ibra empezó a empujar una vez, y otra, y otra jadeando en su oreja mientras ella le mordía la oreja a él, no podía controlar lo que hacía, mordía, arañaba y gemía cada vez más alto, su cuerpo musculado la apretaba contra la pared y ella aullaba de gusto, nunca le habían echado un polvazo como ese y menos el inútil de Fran, Ibra clavaba sus dedos en su culo y seguía empujando, llenandola con su polla hasta que…..

Ibra se fué con potencia del defensa y empujó la pelota hasta el fondo de la red

…… ella se corrió soltando un aullido, no recordaba un orgasmo como aquel, tan salvaje nin repentino, gritó más que gemir clavando las uñas en la espalda de Ibra al mismo tiempo que él también se corría jadeando en su oreja, acababa de echar el mejor polvo de su vida y después de un año con Fran había sido como follar de nuevo por primera vez.

Ibra se quitó la camiseta para celebrar el gol dejando a la vista su torso musculoso, ella, en la grada, apretaba sus muslos mirando el cuerpo de Ibra y recordando lo que le había hecho sentir con su enorme polla negra a unos metros de aquella grada. Poco después el partido acabó, todos los jugadores irían a celebrar la victoria, incluso Fran, que felicitaría a Ibra simulando alegrarse por él, pero Ibra esa noche no iría de fiesta con el resto, diría que tenía un compromiso y se quedaría un rato más en las duchas y a Laura no le importaría que Fran volviera a irse con ellos y la dejara sola. O no tan sola.