Salimos de excursión a un lugar lejano y poco poblado y nos quedamos en una finca donde nos atendió un hombre negro. Apenas al verlo me excité mucho y no podía dejar de mirarlo, y el sintió lo mismo por mi, según me contó luego.

Nunca antes me sentí atraido por un hombre, pero este negro despertó en mi un lado oculto que no conocía. Tosí a propósito toda la noche y les dije a mis amigos que me sentía mal y me quedaría. Estaba asustado y muy excitado por lo que sentía, pero deseaba quedarme con él. Mis amigos partieron y supe que no los vería en 6 o 7 días. Al apenas irse el negro, cuyo nombre era José, me dijo: Voy a bañarme al río y me gustaría que me acompañaras. Accedí. Al llegar al río quedé impresionado por su belleza, era tibio, aguas muy cristalinas, posas profundas, y pequeñas cascadas. José se desnudó mientras yo lo miraba extasiado y muy excitado. Tenía un pene largo y grueso, y por primera vez en mi vida sentí deseos de besar y lujuriosamente el sexo de un hombre. José entró al agua y se acostó en ella dejandome disfrutarlo visualmente, entonces me dijo: Ven, desnúdate. Asentí y empecé a desnudarme dandole la espalda para ocultar mi excitación. Entonces me dijo: Tienes unas nalgas preciosas y se acercó. Lo miré y al ver su sexo erecto casi me desmayo del deseo y la excitación. José me haló hacia él y me hizo caer al agua, una vez allí me atrajo hacia él y me besó en la boca con deseo, sin que me opusiera. Pronto respondía sus besos y caricias y descubrí que era delicioso ser manoseado eroticamente por un hombre. José tomó mis manos sin dejar de besarme y me hizo agarrar su pene. Era enorme, duro, cálido, y su piel muy suave. Salió del agua y sentandose en una rocas de la orilla me atrajo y llevó mi boca a su pene. Fue la primera vez en mi vida que mamé un huevo, y al venirse me tomé hasta la última gota de su cálido Semen. Era caliento como amargo y salado, pero delicioso. En ese momento supe que sería su hembra.

Le dije a José que nunca antes había estado con otro hombre, y no sabía que me pasaba con él, pues no podía controlarme. José me dijo que él nunca había tenido relaciones con otro hombre, pero que yo tampoco lo era. Tu naciste para mí, me dijo y volvió a besarme.

No voy a contar como me dilató, pero si que al meterlo por primera vez en mi perdí la cabeza de lujuria y pasión, y eyaculé dos veces mientras me cogía, a pesar que al comienzo me dolió recibir aquellos 19 cm de huevo en mi ano.

Al eyacular me llevó a un lugar alto donde había un árbol con una rama curva muy baja, el se sentó allí y me dijo: Yo ya disfruté tu cuerpo a placer, ahora quiero que tu te goces mi huevo a tu gusto. El se sentó y yo cabalgué sobre él de frente hasta sentirlo eyacular, nos quedamos unidos besandonos yme pidió que lo hiciera de espaldas a él. Cabalgué y gemí ruidosamente de placer, yo solo veía la selva, y el disfrutaba mirando mi cuerpo dandole placer, al él acabar quería más y seguí moviendome con lujuria, entonces oí una voz que decía. Compadre, usted si sabe pasarla bien. En ese momento tuve el más incontrolable orgasmo de mi vida. Grité, jadeé, gemí, y chillé ruidosamente de placer sin poder controlarme. Al separarme estaba mareado y muy avergonzado. José me presentó a su amigo y me dijo: ellos también son amantes. Quedamos en vernos para cenar, pero antes José me montó 2 veces más, estaba ardiendo de deseo.

Esa noche mi amante me ofreció a su amigo, quien me montó 5 veces, quedé agotado y me fuí a dormir en la cama de José. El entró un poco más tarde y volvió a hacerme el amor diciendome cosas sucias y tiernas, al eyacular nos dormimos unidos.

Eran como las 4:30 am cuando me paré al baño y salí de la casa, estaba frío y la noche era oscura y estrellada. Cuando volvía a la casa, la pareja de Juan, el negro que me montó 5 veces, me pegó a la pared y deslizó su sexo en mi diciendome: Hoy me quedé sin mi ración de huevo por ti, pero como eres un glotón, te voy a llenar de leche. Ese chico negro me cogió 4 veces y me hizo mamarselo 2 veces, luego me llevó al río y allí me montó nuevamente. Al llegar a la casa eran las 8 am y él se fue a dormir con su novio. No volví a verlos, pero José me hizo el amor tantas veces que perdí la cuenta. Me fuí con mis amigos, pero ahora voy allí solo cada 2 fines de semana. Me depilé para José y visto provocativamente para él. Estoy enamorado perdidamente de mi negro a pesar de haberme ofrecido a su amigo el mismo día que rompió mi virilidad