Mi mujer se había puesto un vestido especial para esa noche. Estaba elegante y a la vez muy provocativa con aquel vestido rojo abierto casi hasta su trasero por la parte de la espalda y con trasparencias de infarto. La felicité por su elección especial y no me quiso decir lo que le había costado. Desde ese mismo momento noté a mi mujer especialmente excitada, como si ella supiese lo que iba a suceder. La sirvienta nos recibió y nos hizo pasar al salón debidamente decorado para ese día. Nos sirvieron una copa hasta la llegada de los anfitriones. Monica venía espectacular, con un vestido de noche elegante y ceñido a su precioso cuerpo, su larga melena rubia estaba ahora totalmente hacia un lado y me pareció una diosa cuando bajaba las escaleras. Al igual que yo Bruno tambien iba con pajarita y muy elegante.Todo fueron elogios y nos sentamos en la mesa. Bruno frente a mi mujer y yo frente a Monica, la cena fué maravillosa, muy apacible y de gran calidad, bebimos un excelente vino y despues de los postres tomamos unas copas. Nos fuimos a sentar escuchando música y con una luz tenue se empezó a desbordar la sensualidad que llenaba nuestros anhelos. Monica me invitó a bailar y Bruno hizo lo mismo con mi mujer. Aquello era como estar en una nube, por momentos dejé aparte complejos y me dediqué a admirar a la mujer que tenía entre mis brazos. Su olor su piel sus ojos el sentir sus pechos en mí, hacía que me embriagase por completo de aquello. Bea y Bruno parecían divertirse con algo que este le había contado. Seguimos bailando cambiando de pareja, de vez en cuando nos sentabamos y charlamos de cosas, aunque fué el sexo el centro de nuestros comentarios. Bruno y yo bebiamos un brandy buenisimo, mientras que las mujeres se dedicaban al excelente champan francés. Monica sacó a bailar a Bea y mientras Bruno y yo mirabamos haciendo comentarios de la belleza que había ante nuestros ojos vimos como las mujeres se deshinibian por completo y comenzaron a besarse. Bruno me miró sonriente,esperando una reacción, pero no lo hice, es como si supiese que aquella noche iba a pasar eso. No pasó de ahí la cosa, un simple beso en la boca,aunque eso si, duro lo suyo.Pasó el tiempo y ante mi sorpresa no sucedió nada. Insinuaciones, declaraciones,provacaciones ect…pero nada.A eso de las tres de la mañana nos fuimos a dormir, nos quedamos en su casa. Creo que ibamos los cuatro excitados, al menos yo iba muy caliente, por todo lo que se había hablado allí. Antes de acostarnos Monica llamó a mi mujer para enseñarle las nuevas plantas del invernadero. Yo me acosté,estaba un poco mareado del brandy. Me quedé dormido, algo me despertó. De pie al lado de mi cama estaba Bruno, con el dedo me indicó silencio y me dijo que me quería enseñar algo. Pregunté que era y el me dijo que era algo que había visto hoy pero que no lo había visto bien. Bruno llevaba una bata de seda china blanca, me puse la mia y le seguí. Bruno me llevó hasta la bliblioteca y cerró la puerta tras de mí. Se dirigió al amplio sofá que había junto a la ventana de donde entraba la luz de la luna llena que había esa noche. Se quedó de pie y me invitó a sentarme, frente a mí se quitó el cintillo de la bata y se la quitó. Bruno se quedó desnudo frente a mi y me dijo «no es esto lo que mirabas esta tarde en el gimnasio, ahora lo tienes para tí solo». No era capaz de tragar saliba me quedé sin habla, miré a Bruno que seguía tranquilo esperando. » no te preocupes, esto esta cerrado, además tu mujer duerme placidamente. Ni te has dado cuenta que no dormía en tu habitación». Miré el cuerpo de Bruno, era espectacular, su polla era enorme, sin mirarle la cogí con mi mano y me acerqué poco a poco hasta sacar la punta de mi lengua. Lamí la punta de su gran verga que iba aumentando de manera considerable. Me gustó el sabor y me dí cuenta que me estaba excitando cada vez mas. Su polla parecía no tener fin, seguía engordando y creciendo mientras mas la chupaba. Miré entonces a Bruno, este se había puesto las manos en la nuca entregandome todo su cuerpo. Comencé a tener un calor especial por todo mi cuerpo y dejé de mamarla un momento para quitarme la bata. Quedé desnudo y proseguí. Bruno jadeaba y me decía cosas. Mi polla parecía que iba a rebentar de gusto sin tocarme, le hice tal mamada que intentaba metermela entera pero era imposible. Agarré con fuerza sus muslos que notaban se tensaban cada vez mas y escupía y chupaba la verga hasta que noté que Bruno se iba a correr, por algun motivo no quise separarme y recibí su leche caliente y jugosa en mi boca, en mis labios y garganta. Me gustaba el sabor y seguí mamandola hasta que ante mi sorpresa comencé a correrme sin tocarme la polla para nada. Lejos de perder nuestra pasión me coloqué a cuatro patas y Bruno me hizo un beso negro que casi me hace irme otra vez, lo hacía con gran maestría a la vez que me acariciaba y pellizcaba los pezones. Pero lo que hizo fue meterme aquella enorme verga y follarme. Segun Bruno dice que grité como una puta en celo pero que estuviese tranquilo porque allí nadie nos oiría. Me corrí por segunda vez sin tocarme. Al cabo de unos minutos me sentí de nuevo excitado con el cuerpo de Bruno a mi lado caliente y suave. Hicimos un sesenta y nueve, pero mientras Bruno se dedicaba a mi culito yo lo hice con su polla. Quedamos exaustos y Bruno me invitó a ir con él. Fuimos hasta su habitación abrió la puerta y me enseño el espectaculo de Monica y Bea que dormían juntas desnudas y satisfechas después de una noche llena de sexo…..