septiembre 26, 2025

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Cuando ella conoce al macho alpha negro (8)

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Enmanuel estaba entre las piernas de mi mujer comiéndola el coño, la tenia con las piernas para arriba dándole lamidas desde el coxis hasta el clítoris.

Mi mujer le agarraba la cabeza con fuerza, se corría.

De pronto él paró con gesto raro. Metió dos dedos en lo profundo de su vagina, los miró y se los llevo a ella a la boca y mientras ella los chupaba la dijo serio:

– ¿Esto es leche? Tu coño esta muy rico y hoy sabe diferente.

– ¿Te llenado algún macho de leche mientras dormía?

Mirian con carita de niña buena y jugando chupándole los dedos a él respondió:

 

– No podía dormir y al levantarme al bacon tu tío se acercó a mi y no pude decirle que no, no quería despertarte.

Enmanuel la retiró la mano, se levantó airado, cogió de un cajón unas cuerdas y ató a Mirian a la cama, con los brazos y las piernas en cruz, al borde, quedando bien expuesto su coñito.

Miró hacia donde yo estaba y boceo:

– Pasa julio, parece que tu puta mujer blanca, no ha tenido bastante que folla sin mí con mi tío.

Se fue para el cuarto del tío y vino con él, se venían riendo, el tío le contaba con detalles por los gestos como se la había comido y follado con todo detalle.

Enmanuel me ordeno:

– Ponte a comerla el coño y el culo, métela bien la lengua y déjala bien limpia que vamos a dar el desayuno a esta puta, que no se corra y la saco sangre de las tetas.

Me arrodillé y empecé mi labor, ellos se pusieron de rodillas con las pollas en la mano para que Mirian les diera lengua, la hacían comerles los huevos y los culos, la atragantaban y agarraban del cuelo y los pezones. Mi mujer lubricaba como una fuente, estaba haciendo terribles esfuerzos por no correrse. En uno de mis fugaces encuentros con los ojos de ella, me miro, como suplicándome que no me esmerara mucho o se correría sin remedio y así hice, baje la intensidad de mi comida de coño.

Emanuel estaba ya a tope, su tío no llevaba a ponerse del todo.

Enmanuel llamó a Jenifer, que subió rapidísimo. A las palabras de este, se desnudó por completo.

Estaba bastante buena delgadita, pero todo muy buen puesto, poquito pecho, poquito culo, muy marcada.

Se puso detrás del tío y abrazándole empezó a comerle el cuello y besarle por todas partes. Le cogió la polla y con ella castigaba a Mirian dándole pollazos y metiéndosela en la boca. Enmanuel reía y la alentaba a maltratar a mi mujer.

Jenifer jugaba con sus dedos en el culo del viejo mientras le chupeteaba todo y le pajeaba, a lo que el pollon empezó a responder.

Mirian estaba a dos mil por hora. Yo dejé de tocarla porque se correría a la mínima.

Enmanuel se dio cuenta. Y me ordeno quitarme y mirar el espectáculo.

Le indico al tío y este se puso en mi lugar, pero a para follarse a mi mujer.

Se la clavo del tirón, Jenifer seguía detrás de el diciéndole cosas y comiéndole cuello y boca.

Enmanuel seguía en la boca de mi mujer y con sus tetitas y cuello.

– Ya Princesa, eres libre de correrte

Y con un tirón de pezón más fuerte de lo normal, mi mujer dijo un siii que se debió oír en toda Almería.

El tío bombeaba como un toro, entraba y salía con todo, el sudor le caía a chorros encima de mi mujer, estaban empando el suelo entre corridas de mi mujer y sudor del cerdo.

El tío se agarró fuerte a las tetitas de mi mujer tirando de ellas al ritmo de la follada.

Enmanuel se levantó, apartó al tío que se estaba a punto de correr, haciéndole un gesto de tranquilo.

Ocupo el puesto del tío, y la embistió hasta lo más hondo, dándole pollazos como un toro desbocado. Mirian no paraba de gritar y correrse.

Enmanuel salió de mi mujer y se puso de pie. Agarro a Jenifer del pelo y la sentó de rodillas empujándola hacia en coño de mi mujer.

Esta sabia bien lo que la tocaba, lamia y comía el coño de Mirian como una verdadera aspiradora con su enorme lengua entrando en todos los rincones, recreándose en el agujerito del culo.

Era una verdadera profesional, Mi mujer se moría del gusto.

Mirándome y guiñándome un ojo Enmanuel de dijo:

– Desata a mi puta que la vamos a dar de mamar.

La quite las cuerdas, la ayude a ponerse de rodillas delante de ellos y se puso a mamar y compartir pollas con Jenifer.

Enmanuel agarró la cabeza de Mirian para dirigirla a su polla mientras Jenifer también se la comía, y buscó el encuentro de las bocas de ellas.

Mirian reticente dudando, era la primera vez que besaba y que se lo había comido una mujer, pero la entrega de Jenifer hizo que Mirian doblegara y se entregara a un beso maravilloso con lenguas desbocadas.

Enmanuel y su tío se retiraron un poco para disfrutar del espectáculo y volvió a mirarme guiñándome de nuevo como diciendo, esto no te lo esperabas eh?

Y diciendo algo en su idioma a Jenifer, esta dio una vuelta de tuerca y empezó a desenfrenarse con Mirian metiéndola mano por todos los lados y llevando a mi mujer de nuevo a uno de sus terribles orgasmos mientras la sacudían espasmos por todo el cuerpo, que la dejaron sentada completamente apoyada en la cama para recuperarse.

Enmanuel levantó a Jenifer, la subió a la cama en cuatro.

Alzo a mi mujer y besándola apasionadamente la dijo:

– Prepara a Jenifer para tu marido y cómeselo bien.

Acerco por el cuello a Mirian hasta el culo de Jenifer, se lo abrió y la ordeno:

– Cómelo bien todo y mete tu lengua dentro.

Mi mujer sujetó los cachetitos de Jenifer y empezó a comérselo

Esta al sentir la lengua de Mirian, empezó a suspirar profundamente.

Mirian se recreaba, quería que le gustara y metiendo su cabeza la lamia el coñito también.

Yo estaba que reventaba, quería follarmela ya.

Enmanuel se dio cuenta:

– Quita princesa, ayuda a tu marido. Ordeno.

Me acerque hacia Jenifer, Mirian me cogió la polla con una mano y con la otra la cabeza para besarme apasionadamente. Guio mi polla al culito estrecho de Jenifer y agarrándome de la cacha del culo, me dijo:

– Gózalo mi amor disfruta tanto como yo lo estoy haciendo.

Y me clave con ansia en le interior de la criada. Bobeaba despacio, no quería correrme, quería disfrutarlo.

Enmanuel subió a Mirian a la cama en cuatro también. A mi lado.

Agarro a Jenifer conmigo dentro y la puso agachada, mientras yo la daba, a comer el culo de mirian y las pollas de ellos.

Azotaban a mi mujer y la escupían en el culo mientras Jenifer recogía sus babas y las metía con la lengua en el culo y el coño de mi mujer.

El tío aguantaba el tipo, Enmanuel se puso en posición y empezó a perforar el culo de Mirian, se le enterró entera.

No pude mas y me corrí en el culo de Jenifer.

Enmanuel y el tío rieron.

– Si te pones otra vez y Jenifer esta libre, Follala. Me dijo Enmanuel.

El tío le dio a mamar a la criada mientras Enmanuel bombeaba a mi mujer y agarrándola fuerte del pelo grito:

– Toma tu leche de buenos días princesa

Y bramando y gritando se vacío dentro de mi mujer.

Mirian al notar que se salía se tiró al suelo y se la agarró para limpiarla. Pero Enmanuel respondió con una bofetada, diciendo:

– ahora no toca, no te la voy a dar por puta y haber follado sin mí,

– Vamos tío dala.

La puso de rodillas en el suelo con la cabeza contra la cama y el culo en pompa, abierto emanando semen y fluidos.

El tío agarro el monstruo y se clavó entero, a pesar de lo dilatado y aunque Enmanuel tenia mas polla, la gordura del tío era superior y la dilataba aún más.

Mirian mordía las sabanas aguantando los envites del viejo.

Jenifer estaba de rodillas limpiando la polla de su jefe, haciendo un excelente trabajo, me indicó que me acercara y así hice. Ella automáticamente engullo también mi polla.

Mirian gemía y medio sollozaba, la estaba reventando, se recreaba sacándola entera y contemplando como se lo estaba poniendo.

En un envite la levanto en vilo, de pie con el pollon hasta el fondo.

Mirian engancho sus piernas por detrás del negrazo, tenia que arquear mucho la espalada por el barrigón lo que hacia que el pollon la entrara hasta el alma y tuviera que exponer su pubis hacia adelante.

Enmanuel aprovecho y puso a Jenifer de rodillas a comer el coño de Mirian.

Esta usaba sus manos y mordía el clítoris de mi mujer, que empezó a gritar como una loca, le venía uno de los intensos al sentirse llena por detrás y comida y castigada por delante.

El viejo se abrazo a Mirian muy fuerte y como una muñeca la embistió con todas sus fuerzas, la estaba llenando el culo de leche.

Jenifer acelero su mano y mi mujer se convirtió de nuevo en fuente al pajearla de esa manera, notando como el viejo la llenaba con sus embestidas

Mirian poso sus pies en le suelo, el pollon se salió como un resorte, cayendo al suelo restos de leche y flujos.

Jenifer abrazo a Mirian agarrándola del culo y la arreo otro morreo de infarto.

Enmanuel río la actuación de la chica, yo me quede un poco flipado, pero me encantó.

El viejo se retiro a su cuarto a ducharse, Enmanuel mando a Jenifer a preparar la mesa para desayunar, aunque ya eran las 11:30 y cogió a mi mujer de la cintura y la digo:

– Vamos a ducharnos y refrescarnos que nos queda todo el día.

– Julio tu como en tu casa y Jenifer si tu mujer te deja cuando quieras.

Miré a Mirian que me guiño un ojo en asentimiento y me fui a ducharme.

Miré para atrás y vi como se besaban mientras se dirigían a la ducha.

Estaba algo turbado, lo estaba gozando y mi mujer mas aun, pero en el fondo estaba un poco asustado.

Me duché tranquilamente y bajé para el salón. Estaban Enmanuel y mi mujer en la piscina dándose un baño en plan tranquilo.

Salieron al verme, Mirian estaba espectacular, con el pelazo mojado, en pelotas, se la notaban los golpes y azotes y la irritación vaginal, me gustaba verla así.

El todo marcado delgado fibroso, con el pollon colgando.

Nos sentamos a la mesa, hablado del tiempo política etc., cosas normales.

Jenifer montó la mesa, iba solo con el delantal.

Sacaron bastante comida. Enmanuel comentó:

– Hacemos desayuno comida por que como os tenéis que ir pronto, que me ha comentado Mirian, así aprovechamos más la siesta.

Efectivamente no quería salir para Madrid a las tantas el lunes teníamos jaleo y no deberíamos estar destruidos por el fin de semana y el viaje.

Apareció el tío, también en bolas con esos huevazos y el pollote colgando.

A Mirian se le fueron los ojos de deseo hacia el viejo sin que Enmanuel se diera cuenta, pero él si lo noto y la hizo un giño fugaz de ojo.

Yo conozco bien a mi mujer y aunque Enmanuel era el plato principal, el viejo la debió de hacer vibrar mas intensamente en sus corridas al no ser tan largo y ser algo más gordo el pollon.

Nos pusimos a comer, entre risas y tonterías, ellos hablaban abiertamente ya en ingles al darse cuenta que mi mujer era bilingüe también.

Yo no las pillaba todas, pero la conversación estaba empezando a girar en torno al sexo.

Tomamos bastante champan, Mirian estaba ya desbocada.

Junto al postre ellos tomaron un licor de su tierra, que acompañaron con una viagra cada uno.

Seguimos charlando mientras Jenifer recogía la mesa. Nos levantamos y nos fuimos a la zona chill out con los colchones en el suelo.

En el paseo la llevaban de la cintura, metiéndola mano y jugando con ella.

Pusieron a Mirian en el centro de rodillas, Enmanuel mandó algo a Jenifer, que apareció con unas vendas.

Ato las manos de mi mujer atrás y la vendó los ojos, Ella estaba sumisa absoluta muy excitada con todo y con el alcohol más.

Me dijo que me acercara y así hice, la empezamos a poner las pollas en la boca y mi mujer alternaba chupando, ya estamos los tres en forma. Mirian hacia lo que podía.

Jenifer se acercó por detrás de mi mujer y con un bote de ungüento, tipo crema transparente, empezó a masajearla por todo el cuerpo, tetitas, espalda, piernas, pies, culo, coño… todo. Recreándose con sus dedos en el maltratado ano de mi mujer y en su vagina.

Mirian estaba de nuevo como un volcán, babeaba buscando nuestras pollas, quería empezar a correrse ya.

Enmanuel nos aparto de la boca de Mirian. La puso la cara contra el suelo y la abrió de piernas, dejando ofrecido su culo y coño en pompa.

Le hizo un gesto a Jenifer, que acelero sus masajes íntimos a mi mujer. Esta empezaba a chorrear. Apartó a Jenifer y se la clavo del tirón por el coño.

Mi mujer gritó muy fuerte al sentir el pollazo, y Enmanuel hizo otro gesto a Jenifer que sacó de uno de los cajones una bola para la boca, que esta hábilmente la colocó.

Verla así, vendada sin ver, sin poder gritar, ofrecida a esta gente, nunca lo hubiera imaginado.

Enmanuel siguió arreándola duro, se salió y cedió el sitio a su tío, que sin dudarlo la empotro de un pollazo.

Mirian se corría irremediablemente cayéndole flujo y sudor por las piernas hasta el suelo,

Ellos disfrutaban abusándola y usándola, ella sintiéndose usada y yo viéndolo.

Estuvieron un rato así, cambiándose, riendo mientras la follaban, la metían dedos en el culo, la hacia a Jenifer seguir echándola crema, por todas partes.

Enmanuel ordeno algo a Jenifer, que cogió a mi mujer del brazo y la levantó.

Mando a su tío tumbarse en el suelo boca arriba. Jenifer ayudo a Mirian, poco a poco a ponerse encima del tío clavándosela hasta estar completamente sentada.

Mi mujer empezó a botar quería seguir corriéndose, se frotaba toda clavada para adelante y detrás con ansia, daba angustia oírla respirar con eso en la boca.

El tío abrazo a mi mujer atrayéndola hacia él, Mirian sabía lo que venía, se hizo un silencio en sus jadeos, y empezó con un leve lloriqueo, se mal entendía un despacio por favor despacio.

Jenifer agarro la polla de su jefe dándole crema. Este apunto el capullo al culo de mi mujer y muy lentamente, pero sin parar se la enterró entera.

Se quedaron unos segundos clavados los dos hablando y sorprendidos a la vez que contentos de estar follandome a mi mujer.

Y con ritmo empezaron uno-otro, uno otro, Mirian gritaba con la bola puesta y todo.

Ellos seguían dándola, yo estaba que me corría sin tocarme mirando muy de cerca todo, viendo como entraban y salían esas pollas del interior de mi preciosa y frágil mujer y como ella babeaba por la boca con la bola y como sus flujos emanaban de su coño.

Enmanuel se salió, no quería correrse aún. Mirian noto el alivio y la vez la sensación de vacío que la dejo y aprovecho para aumentar el ritmo encima del viejo. Este no pudo evitarlo mi mujer como loca cabalgándole y el viejo exploto gritando y bramando dentro de mi mujer.

Con ansia la quito la bola y apoyada en su pecho la beso con pasión a lo que mi mujer respondió como buena zorra agradecida.

Enmanuel la desclavo agarrándola del brazo y poniéndola de nuevo de rodillas, al salirse caían restos de semen y flujo en el barrigón del viejo. Este tenia la polla super hinchada con unas venas terribles.

Se incorporó y la dio la polla a mamar y limpiar, cosa que mi mujer hizo con espero.

El tío incorporó a mi mujer la abrazo y la beso apasionadamente, diciéndola algo al oído a lo que mi mujer asintió y dio un pico.

Se retiró hacia el interior de la casa.

Estaba claro que ya no podía ni quería más sexo por hoy.

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