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Anónimo

junio 27, 2025

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Pagando una deuda al hombre que más odia mi esposo - Fiesta de despedida (con amigos)

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Finalmente estaba por terminar todo. Faltaba solo una semana para que llegara la quincena en la que mi marido le terminaría de pagar a Raúl el dinero que le debíamos. Ese martes después de limpiar y ser usada por Raúl como siempre, mientras me vestía para salir, me atreví a decirle con un tono de burla: «Recuerda… El sábado mi marido te va a mandar lo último del dinero y este próximo jueves, será la última vez que venga a tu casa. Así que ya se te acabó la diversión. ¿Entendiste?» Raúl, que aún estaba desnudo soltó una pequeña risa y dijo: «Si si, lo sé… Un trato es un trato Maribel. Ha sido un placer tenerte de puta todos estos meses. Pero no te preocupes, créeme que voy a disfrutar este jueves como nunca y se que tú también.» Sintiéndome nuevamente confiada de responderle dije: «Eres de verdad patético si crees que alguna vez disfruté de las cosas que me hacías». Pero burlándose Raúl replicó: «Si si, lo que digas Maribel, niegalo todo lo que quieras, pero ya verás, este jueves me aseguraré de que recibas más verga de la que recibirás de Luis por el resto de su vida».

Salí sintiéndome molesta. Tenía la intención de hacerlo enojar y terminó siendo al revés ya que por más que lo negara, había tenido el mayor número de orgasmos y los más intensos de toda mi vida en los últimos meses. Pero no me importó, el jueves sería el final de un capítulo semiamargo en mi vida y ya. Pero jamás pensé lo que realmente quiso decir con sus palabras. Aunque Raúl únicamente me compartió un par de veces con su amigo Mauricio, como acabo de mencionar en el relato anterior, a veces sus otros amigos lo llegaron a llamar mientras yo estaba en su casa e incluso mientras él me estaba usando. Raúl disfrutaba haciéndoles saber lo que me hacía con lujo de detalle. Algunos solo le respondían que le tenían envidia y otros sabiendo que estaban en altavoz se dirigían a mí y me decían «Que rico gimes puta! Se nota que te gusta más la verga de Raúl que la de tu marido» y otras cosas perversas y burlonas. Nunca me importó mucho ya que sabía que eran personas que no conocía y que nunca iba a conocer… O al menos eso pensé.

Llegó a la mañana del jueves. Me sentía nerviosa. Comencé a pensar en las cosas que Raúl posiblemente quisiera hacer conmigo por ser la última vez que iba a su casa. Al menos me había prometido borrar delante de mi todos los videos y fotos que me había tomado hasta ese momento en los que se viera mi cara. Así que, luego de darles de desayunar a mis hijos y despedirme de ellos y de mi marido con besos y abrazos, salí dispuesta a terminar con todo de una vez por todas. Al acercarme a su puerta, no me percaté de que había más carros estacionados en la calle que de costumbre. Al entrar escuché la voz de Raúl: «pasá Maribel, estamos en la sala». Estamos?? Pensé… E imaginé que había traído a su amigo Mauricio otra vez, pero al entrar, me encontré con un grupo de 5 hombres tomando cervezas y comiendo cacahuates y otras botanas. Pero lo que más me impactó, fue reconocer a más de un rostro en esa sala. «Ya llegó el alma de la fiesta amigos!» Gritó Raúl, haciéndome señas con la mano de qué pasara a saludar aún vestida. Después de tanto tiempo y de vivir tantas cosas, Raúl nuevamente logró ponerme en shock.

«Que… Que es esto?! Raúl ellos…» – «Ya, ya Maribel» dijo Raúl, «después de todo este tiempo, ¿todavía crees que te vas a librar con palabras? Es el cumpleaños de uno de mis amigos y decidí organizarle una fiesta el día de hoy. Mejor no perdamos tiempo y te presento a los muchachos, pero creo que ya conoces a algunos de ellos jeje» y casi como si pasara lista de asistencia, Raúl comenzó a nombrar y a presentarme a todos los que estaban en la sala: «Al Momo (su amigo Mauricio) ya lo conoces muuuy bien Maribel jaja» – «Qué gusto volverla a ver Maribel, ya extrañaba esa boquita suya» dijo Momo. Luego continuó Raúl: «Este es Marcos, a él solo lo conoces por voz, pero él ya tenía muchas ganas de conocerte». Marcos era un hombre alrededor de los 30s, era el más bajo de estatura, tenía un tatuaje que le cubría todo el brazo izquierdo, de tes morena y aspecto algo desaliñeado, barba sin bigote y aunque sin verse gordo se le notaba un cuerpo ancho, seguramente hacía pesas o algo así. «¿Esta es la señora que gime rico? Pues si tiene cuerpo de casada Jajaja» dijo Marcos.

Luego Raúl caminó hacia los otros dos que quedaban, los cuales me impactaron aún más. «Aqui al buen Tomás, creo que lo conoces muy bien Maribel jaja». Tomás era un vecino de la cuadra. Su esposa y yo a veces llegábamos a platicar cuando nos topábamos en la calle o en el mercado antes de que ella lo dejara por infiel y mi marido y él llegaron a platicar también en diferentes ocasiones a pesar de que no eran realmente amigos. Claramente era el mayor de todos ellos, posiblemente tenía la edad de mi marido y estaba en sus 50s. Con bigote y cabello rubio. «Woooow, en serio no me lo puedo creer. Señora Maribel, tan inocente y decente que se veía siempre usted». Y finalmente señaló a un chico que claramente era el más joven del grupo y que lamentablemente también reconocí inmediatamente. «Y acá está el cumpleañero… Gaelo… Creo que también ya se conocen ¿Verdad Maribel?». En efecto Gael era un chico tan solo unos cuantos años más grande que el mayor de mis hijos, que vivía unas casas de la nuestra. Cuando eran más pequeños incluso, solía jugar con mis hijos en la calle. Pero al entrar en la adolescencia tuve que prohibirle a mis hijos seguir juntándose con él, ya que era claro que el chico estaba en malos pasos y empezó a juntarse con los típicos malandros de la colonia. Si mis cuentas no fallan, el chico estaba cumpliendo 19 años en ese momento. «¡No mames! ¿La mamá del Pepe (mi hijo) es el la puta que te estás cogiendo Rulo?! ¡¿Sabes cuántas veces me la jalé imaginándome sus tetas?!» El resto del grupo comenzó a reírse a carcajadas, y Raúl dijo «Pues a partir de hoy ya no te las tendrás que imaginar Gaelo… Venga Maribel, queremos aprovechar el día». Y posicionándome justo en medio de la sala con ese grupo de hombres pervertidos sentados alrededor mío, Raúl me ordenó que me empezara a quitar la ropa como siempre lo había hecho, pero ahora lentamente y frente a todos ellos. Finalmente dcidí resignarme y no negarme a nada, me hice a la idea de que no tenia escapatoria y de que terminaría haciendo todo lo que esos mal nacidos quisieran así que era mejor hacerlo sin rechistar antes que arriesgarme a enfadarlos y que fuera peor.

Comencé desabrochándome la blusa y quitándome los pants que traía. Los comentarios de todos ellos no se hicieron de esperar: «Uuuuy quien la viera Sra Maribel , encuerandose para todo un grupo de amigos». – «Ufff de haber sabido que la mamá del Pepe era tan puta, me lo hubiera cogido hace años!». – «Mmmmh quíteselo todo que la queremos ver desnuda señora!!». Continúe quitándome los panties lentamente, mis nalgas desnudas ahora eran devoradas por las miradas de esos 5. «Ufffff, ya extrañaba esas nalgotas Maribel». – «Joder que culote!!!» – «Mmmh que ricas nalgas tiene la mujer de Luis». Y finalmente, Raúl me pidió que me pusiera de frente de Gael, como haciendole un regalo a él. Me desabroché mi brasier y lo dejé caer frente a las miradas de todos ellos pero especialmente ante los ojos de Gael, el chico que solía jugar con mis hijos y ahora iba a jugar con su madre de otra forma. «NO MAMES, NO MAMES, NO MAMES!!! QUE TETAS TAN RICAAAS!!!» Gritó el chico impactado, mientras se paraba del sillón y casi hipnotizado se abalanzó hacia mí para agarrarme las nalgas y especialmente los pechos y empezar a chuparlos como si su vida dependiera de ello.

«Aaah ayyy… Gael… Gaelito, tranquilo… ayy por favor, controlat… AYY!» Traté inútilmente de calmarlo y razonar con él pero era imposible. Ese chico me estaba chupando y mordiendo los pezones y apretándome las nalgas con un morbo y una fuerza imparables. «AAAH SEÑORA MARIBEL, QUE TETAS UFFF MMMMGHH MMMMMH QUE DELICIA!!» Los otros cuatro veían todo con morbo y riendo a carcajadas. «Se nota que es su primera madura». – «¿Qué esperabas bro? Nada como cogerte a la mamá de tus amigos por primera vez». – «Jajaja Feliz cumpleaños Gaelito!!» Gael solo me soltaba en momentos para empezar a quitarse algunas prendas de ropa hasta que en menos de un minuto quedó completamente desnudo. Mientras el resto de ellos veían también fueron quitándose la ropa. En un abrir y cerrar de ojos quedaron sin nada de ropa. Tantos años de matrimonio en los que únicamente le pertenecí a mi marido y solo estaba acostumbrada a ver su miembro y ahora estaba rodeada de cinco hombres completamente desnudos y duros como piedra, a punto de usarme a su antojo.

Los otros cuatro no tardaron en pegarse a nosotros. «No seas envidioso Gaelo, compartenos tu regalo» dijo Marco. «A ver, de rodillas Maribel, que tú vas a soplarle a las velitas jajajaja» me ordenó Raúl, «enséñale a mis amigos lo buena que eres con esa boquita». Me puse de rodillas y a unos centímetros de mi rostro tenía cinco vergas calientes, esperando su turno para ser complacidas por mi boca. «El cumpleañero va primero» dijo Momo. El pene de Gael reflejaba su edad. Tenía un aspecto joven y más aún que no tenía ni un solo vello. Seguramente se había rasurado para la ocasión. Admito que se veía muy bien para su edad. A pesar de su corta edad, le ganaba en tamaño a mi marido sin ser demasiado grande. Apenas abrí un poco la boca y la emoción de Gael se hizo notar nuevamente, metiéndome casi todo su miembro a la boca de un solo movimiento. «AAAAAAHH NO MAMEEES SIIIIII. ME LA ESTÁ MAMANDO LA MAMÁ DEL PEPE WEY! ES UN PUTO SUEÑOOOO UFFFFF». Sin darme mucha oportunidad de acostumbrarme, Gael me agarró del cabello y jalándome con fuerza me empezó a coger la boca. «MMMMGHH GGH AGGH GGKH GGKH GGH GGH!!» Eran los únicos sonidos que podía hacer. «SIII SIII CHUPA PUTA, CHUPAAAA!!»

«No sé olvide de nosotros Señora Maribel» dijo Tomás, dándome golpecitos con su miembro en mi cara. El miembro de Tomás era el más parecido al de mi marido, en tamaño y grosor. Me saqué el pene de Gael y enseguida me metí la de Tomás a la boca. «Uuuuy así que así la chupa la esposita de Luis, Ufff». – «Usa tus manos con el resto puta!» Dijo Raúl. Mientras chupaba el miembro de uno de ellos, masturbaba a otros dos. Comencé a alternar entre cada verga cada uno o dos minutos. «Uuuf nada como un sabor familiar¿verdad Maribel?» Dijo Raúl cuando me metí su miembro a la boca. «Siiiii, como extrañaba tu boquita Maribel, Ufff» dijo Momo cuando fué su turno. «Aaaaaah que buen anfitrión eres Rulo, chelas, botana y mamadas! Jajaja» dijo Marcos que tenía un miembro súper grueso como el de Momo, solo un poco más chico. «Voy yo!!! Voy yo!! Necesito venirme en su boca!!!» Gritó Gael luego de un rato, haciéndome engullir todo su miembro una vez más, pero esta vez agarrándome de los costados de mi cabeza y subiendo la pierna, apoyando su rodilla en mi hombro, embistiéndome la cara y bombeando violentamente mi boca con su miembro. «SIII MARIBEL SIIII… AAAAH SIIIIIII!!!» Clavándomela toda, Gael se vino a chorros dentro de mi boca haciéndome tragar mientras los otros lo animaban y se reían. «Eso Gaelo, ESO!!» – «Ufff llénale la boca de leche Gaelo». – «Ufffff ¡¿A qué sabe la leche del amigo de tus hijos Maribel?! Jajajajaja».

Sacándomela de golpe apenas pude dar unos cuantos respiros, cuando Marcos me agarró fuerte del cabello para llevar su miembro a mi boca una vez más «¡¡Aún no acabas puta!!» – «NO, NO… ESPERA, DAME DOS MINUTGGGGHHHHH MMMMHHH MMMH MMH GGH GGH GGH». – «Ssshhh, uuufff cállate putita, para esto sirve tu boca, ¿entiendo?». Dijo Marcos que claramente era el más agresivo y dominante del grupo, aún más que Raúl, quién no quiso quedarse atrás y poniendose al lado de Marco forzó su miembro en mi boca también. «Vamos Maribel, abre más grande, si te entran las dos!!!! Ufff siiii». Una vez más no pude evitar pensar en mi pobre marido. No le había hecho más que uno o dos orales en toda nuestra vida de casados y ahora yi tenía dos vergas dentro de la boca al mismo tiempo. «Subanla al sillón para mínimo empezar a reventarle el coño!» Dijo Momo ya desesperado por su turno.

Me acostaron en el sillón boca arriba. Marcos seguía penetrandome la boca y Raúl se había hecho para atrás para platicar con Gael que se recuperaba en otro sillón. «Te gustó tu regalo Gaelo?!» – «Ufff Rulo, me cumpliste una de mis mayores fantasías brother. Ni con toda la mota del mundo te lo voy a poder pagar». – «Calma que apenas empezamos con ella bro.» Momo estaba acomodándome para penetrarme en posición misionera cuando el señor Tomás lo detuvo. «Espera espera, antes de que le metas la verga Mauricio». – «¿Que pasó Don Tomás? ¿Que no ve que estoy que reviento?». – «Yo igual, pero desde que conocí a Luis y a su mujer tenía ganas de hacerle esto». El señor Tomás me abrió las piernas dejando mi parte más íntima completamente expuesta frente a él. «Uuuuuuy siiii, que cosita tan rica Maribel». Dijo justo antes de hundir su cara entre mis piernas y comerme la concha como estoy seguro que ni siquiera su esposa lo dejaba hacerlo. Si mi boca no estuviese siendo violentamente violada por la verga de Marcos, habría empezado a gemir de placer. Su bigote agregaba una sensación de cosquilleo que hacía que temblarán mis piernas. Me lamió y metió su lengua por varios minutos. Incluso Marcos se vino dentro de mi boca en el transcurso.

En cuanto el señor Tomás se hizo a un lado, Momo no perdió el tiempo, se me lanzó encima y me penetró chupándome los pechos en el proceso. Con mi boca finalmente libre, empecé a gemir como loca. «AAAH AAAAH AAYY AAAH AAAAH AHH AYY AAAH AAH». – «Ufff gime mejor en vivo la señora jeje» dijo Marcos mientras se tomaba una cerveza junto con Gael y Raúl. Poniendo su cerveza a un lado, Raúl le dijo a su amigo, «Ya te la sabes Momo, jeje» e igual que la primera vez, Momo siguió cogiéndome por el coño mientras Raúl se cogía mi ano violentamente. Pero ahora, en esa posición, el señor Tomás se subió al sillón y poniéndose en frente, me tomó del cabello y metió su miembro a mi boca. Estaba siendo penetrada por tres vergas al mismo tiempo. Mi culo, mi concha y mi boca completamente llenas. Jamás hubiera pensado en estar en esa posición. En esos momentos tuve el primer orgasmo intenso del día.

El señor Tomás, se corrió en mi boca a los pocos minutos, pero Raúl y Momo continuaron penetrándome por algunos minutos más hasta que finalmente Momo se corrió dentro de mí, sorprendiendo a Gael. «Wow!! ¿Te corriste dentro de ella? ¿Así sin condón wey?!» – «Calma Gaelo, esta putita ya no se puede embarazar y antes de empezar a frecuentar a Raúl… de verdad era una señora decente. Está limpiecita». – «Ufff lastima, moría de ganas por dejar a la casadita preñada para que se quede con un buen recuerdo de nosotros jaja» dijo el perverso de Marcos. Raúl no tardó en venirse en mi ano y apartarse para darle paso a sus amigos nuevamente. «Uff, ¿Quién está listo para darle más verga?» Dijo Raúl recuperando su aliento. «Yo ya estoy!!» Dijo Gael lleno de emoción. «Yo necesito un par de minutos más… empieza y yo te alcanzo» dijo Marcos después.

Claramente yo ya no era una persona para ellos, era un juguete sexual con el que se iban a divertir por horas. Algo que fué aún más evidente cuando me paré del sillón con las piernas temblando aún. Le rogué a Gael que por favor me diera unos minutos para reponerme, pero sin responderme me tomó de los hombros y me empujó hacia la cocina. «Wow, a dónde la llevas Gaelo?!» Le gritó Momo. «La última vez que estuve en su casa estaba chavito y sus hijos me invitaron a comer y cuando ví a esta puta en la cocina me imaginé cogiéndomela ahí mismo. Quiero revivir esa fantasía». Les digo a los demás que solo se reían.

Una vez en la cocina me empujó contra el fregadero haciéndome apoyar mis manos en la encimera. “Ay Gael, que…que estás haciendo, por favor la menos déjame…” – “Te voy a follar puta, no sabes cuánto tiempo he estado deseando esto. Hubierass sido más amable conmigo cuando era amigo de tus hijos». Tomo su miembro que ya está duro nuevamente y lo golpeo varias veces contra mis nalgas. Pronto comencé a sentir su glande avanzar entre mis labios vaginales. La fue metiendo poco a poco hasta que sus caderas chocaron violentamente con mis nalgas. “Tome verga señora, siiiii hasta los huevos!! Woooow!! su coño se siente mejor de lo que imaginaba!!”. Me sujetó las caderas y saco su miembro para luego volverla a hundir de un solo golpe embistiendome con fuerza. «AAAAH GAEL!! POR FA… AAAHHH!! AYYY AAAH AAH AAH AYY AYY AHH!!» – “SIIIII, te voy a reventar el coño Maribel. Mira que puta eres, aquí follando con un amigo de tu hijo, ufff ojalá el Pepe pudiera verla así conmigo”. Comenzó a bombear como un salvaje, levantándome del suelo con cada embestida. «Siiii siii, Te voy a llenar el coño de leche!!!”. Nada mas decir esto comenzó a darme con mas fuerza como si le fuera la vida en ello, por suerte no aguanto mas que unos minutos así, yo ni siquiera trate de pedirle que no se corriera en mi coño, sabia que no serviría de nada. «Aaaaaaaahhhrrgg, siii, tómala, tómala toda!!! Te voy a preñar, quiero darle un hermanito a Pepe!!!!» Gael parecían estar obsesionado con darle un hermano a mi hijo, aunque sabía que no podía embarazarme lo repitió varias veces durante el día.

Marcos me tomó en seguida y me llevó a empujones al cuarto de Raúl. Me arrojó en la cama y me separó las nalgas. «Ufff al menos este culito se ve un poco menos usado que tú coño puta». Y sin importarle que Raúl me haya penetrado el ano hace unos minutos llevó, su lengua a mi culo y comenzó a lamer por todos lados, para después forzar su miembro grueso en mi ano, haciéndome gritar de placer y dolor y propiciándome una serie de nalgadas y azotes mientras me insultaba y se burlaba de mi marido y mis hijos.

El resto se unieron a nosotros en el cuarto de Raúl y uno tras otro, continuaron usándome por horas. En la cama, contra la pared, sobre los muebles del cuarto y finalmente, en el suelo. A veces uno por uno, a veces entre dos y a veces entre tres. A veces usaban mis pechos para darse placer, a veces mi boca y casi todo el tiempo mi concha y mi ano. Incluso en cierto momento Raúl y Gael me metieron ambos del miembro en mi concha al mismo tiempo, mientras el señor Tomás ahogaba mis gritos con su miembro en mi boca. No sé de dónde sacaba Gael tanta energía. El resto tenían que hacer pausas cada vez más largas dejándome respirar un poco de vez en cuando. Al final del día sus amigos se despidieron y felicitaron a Raúl por una fiesta inolvidable mientras a mí me decían cosas como «salúdeme a Luis». O «Luego le doy las gracias al Pepe por dejarme usar a la puta de su mami».

Raúl finalmente se sentó frente a mí mientras yo seguía tumbada en el suelo tratando de recuperarme un poco. Tomó su celular y mostrándome la pantalla vi cómo borró los videos y las fotos que prometió. Casi una hora después logré salir de su casa y llegar a la mía, donde mis hijos y mi marido me esperaban preguntándose por qué había tardado tanto. Después de inventarme una excusa cualquiera, subí directamente a darme el baño caliente más largo que he tomado en mi vida y un par de horas después recibí un último mensaje de Raúl en mi teléfono. Una imagen de mis nalgas llenas de semen de los 5, una foto que seguramente tomaron cuando caí al piso y que decía «Hasta siempre Maribel, fue todo un placer».

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