Por

Anónimo

enero 17, 2014

5921 Vistas

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Mi verdadera esposa

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Hace una semana que descubrí que mi esposa me es infiel. Yo

tengo 29 años y ella 24. Nos casamos hace apenas diez meses. Ella es de tez

clara cabello castaño claro, ojos color café claro, su busto es talla 34b, y sus

piernas son su mejor atractivo, siempre que usa minifaldas llama la atención de

todos los que la ven, para colmo y por si fuera poco, siempre, desde que la

conocí se depila perfectamente su conchita, sus labios vaginales en color rosado

 

se tornan rojizos cuando se excita.

Desde que éramos novios yo sospechaba que ella tenía alguna

aventura, pero no quise aceptarlo. Una vez que nos casamos su actitud, fue un

poco más descarada, pero siempre sin poder comprobarle nada. Llegaba yo del

trabajo y ella se encontraba muy arreglada, según para que saliéramos, pero

había detalles que me indicaban que ya había salido. Aunque siempre vistió y

viste de manera sexy y sensual, en ocasiones la encontraba vestida de manera muy

atrevida para estar sola en la casa, siempre según ella con el pretexto de que

era por mi y para mi.

Pero resulta que hace tres semanas tuvimos una reunión en la

oficina, y a la mera hora decidí no asistir ya que era algo informal y para

cuestiones muy distintas a lo laboral.

Era viernes, y por lo mismo de la reunión el trabajo termino

a las dos de la tarde, siendo las seis lo mas temprano que puedo salir de

trabajar, pues bien resulta que aprovechando que iba a tener toda la tarde libre

decidí ir a mi casa con mi esposa y sacarla a bailar o a cenar, a algún lugar.

Grande fue mi sorpresa cuando al llegar a casa mi esposa no se encontraba, así

que sometido por mis celos y mis dudas decidí dejar el carro a unas cuadras de

la casa en un centro comercial cercano, y regrese de inmediato a la casa para

esperar a que llegara mi esposa. La ventana de nuestra recamar da a la calle y

esta en el segundo piso. Desde ahí podría ver perfectamente cuando llegara�

Llego pasadas las cuatro de la tarde, a bordo de un carro muy

lujoso, antes de que se bajara pude observar claramente como una mano del hombre

que manejaba el carro estaba sobre sus piernas y la minifalda que llevaba puesta

estaba tan arriba que parecía que no traía falda, se podía apreciar

perfectamente su tanga blanca. Se despidieron durante unos cinco minutos, en los

cuales, intercambiaron demasiadas caricias y besos para una despedida.

Finalmente ella bajo del carro, traía puesta una blusa de botones completamente

abierta, dejando ver su bra de media copa de encaje blanco, su minifalda era una

de las mas cortas que tiene, y que normalmente no le gusta usar (según) cuando

salimos. Entro a la casa no sin antes volver a despedir al hombre del carro

aquel. Cuando entro a la recamar no supo que hacer ni que decir, se quedo parada

y yo pienso que casi se infarta. Solo atine a pedirle una explicación, le pedí

que me dijera que estaba pasando, le pedí que me contara que había pasado�

Se sentó en la cama, con la mirada en el piso me contó:

Se llama Miguel, lo conocí por Internet, llevo saliendo con

el tres meses, todos los viernes. Pasa por mí en la esquina y me deja como viste

en la puerta de la casa. En cuanto me recoge en la esquina vamos a un motel de

paso, que esta como a veinte minutos de aquí. Siempre le gusta que lleve

minifalda y blusas que se abotonen, le fascina que use juegos de lencería,

muchos de los cuales el mismo me ha regalado y yo te he dicho que los compro.

Para cuando vamos llegando al motel yo ya llevo la blusa

abierta y por lo general dos o tres de sus dedos dentro de mi concha. Mete el

carro y mientras el paga, yo preparo el jacuzzi, me quito la ropa y me quedo

únicamente con el juego de lencería, al llegar él a la habitación lo desnudo, se

mete al jacuzzi y yo bailo mientras me termino de desnudar. En el jacuzzi, nos

acariciamos, y el me hace llegar al orgasmo con sus dedos.

Descansamos un rato y nos damos una ducha ligera, mientras me

termino de secar, el se recuesta en la cama, siempre le gusta que llegue a

gatas, y así le comienzo a chupar su pene, que es un poco mas grande que el

tuyo, pero mucho mas grueso, (le pedí que me contara, pero no con detalles),

depende como este de animo; termina en mi boca, yo debo enseñarle el semen en mi

boca, y le gusta ver como me lo trago. Si no termina en mi boca, me sube a la

cama y así en cuatro, en posición de perrito me penetra, por momentos de manera

lenta y pausada y por momentos de manera brusca y rápida, así estamos hasta que

termina y me llena mi conchita con su leche, nunca uso condón, Miguel esta

vasectomizado, así que no te preocupes (como si eso importara) después

descansamos, y dependiendo de si tenemos hambre o sed, yo me visto, aunque me

pide que solo abroche un botón de la blusa, y hace que baje a la recepción a

pedir algo de comer o beber, (así con la blusa abierta, sin bra, vaya que es

toda una zorra).

Regreso a la habitación, en ocasiones me encuentro parejas u

hombres solo que me ven como voy semidesnuda por lo pasillos del motel. Comemos

y descansamos un rato; nos acariciamos y besamos, hasta que finalmente vuelvo a

terminar mamando ese pedazo de carne que tanto me gusta. Nuevamente hacemos el

amor, en varias posiciones, aunque a él siempre le gusta poseerme por atrás, ya

sea en la posición de perrito o parados, pero siempre el atrás. Después nos

vestimos y me trae de regreso a la casa.

No lo podía creer, ahí estaba mi mujer, con la blusa abierta,

su respiración agitada, sus senos apretados en esa media copa tan sensual de

encaje, baje la vista y vi su tanga húmeda, sería semen aún, del hombre

aquel?????

No supe que decir ni que hacer, solo atine a salirme de la

casa, irónicamente fui por el auto y me fui a un hotel. Ya en la habitación,

recordé todas las palabras de mi mujer, y tuve una erección como nunca.

Regrese al siguiente día y hablamos por más de cuatro horas,

en donde termino por confesarme muchas infidelidades, de novios y ya de casados,

lo que provoco que hiciéramos el amor en la sala.

Ahora soy un esposo sumiso, que acepta que su mujer le sea

infiel.

Espero comentarios de esposos en la misma situación.


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2 respuestas

  1. nindery

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