Una noche estaba triste y aburrida en casa, mirando una película con mi esposo. Yo me sentía algo triste porque mi compañero, con el que follaba en el trabajo, había renunciado. Y aunque antes de ir a la cama tomé una ducha con mi esposo y él me cogió hasta corrernos los dos, yo seguía pensando que ahora todas mis jornadas laborales iban a ser aburridas.

En ese momento me llega un mensaje de mi compañera de que íbamos a festejar el cumpleaños de otro colega y habían alquilado un lugar cerca con pileta para pasar el rato, e iban a invitar al reemplazo de mi ex compañero.

Me pareció buena idea así que me cambié, me puse la bikini debajo de la ropa, besé a mi esposo y fui al lugar. 

Llegué al lugar, tomé unas cervezas y después de un rato llegó el nuevo. Cuando nos saludamos sentí su perfume y eso fue suficiente para que me excitara un poco, así que le invité unas bebidas y charlamos. A simple vista estaba muy bueno, no sé si era el alcohol o si yo soy muy adicta al sexo que ya me lo imaginaba sin ropa y yo besándolo por todas partes. 

Aproveche el momento para sacarme la ropa y quedarme en bikini, me agaché a dejar mi vaso sabiendo que él estaba detrás mío. Y me metí a la pileta. Todos se metieron conmigo también, mi nuevo compañero al lado mío, y sin querer moví mi mano debajo del agua y toque su pene. Eso me calentó, porque cuando nadie miraba me apretó las nalgas muy fuerte. 

Así que entendimos las señales y nos despedimos del grupo, el se ofreció a llevarme a mi casa en frente de todos y en su auto de camino a su casa no me aguanté, mientras el manejaba empecé a acariciarle la verga, cuando ya estaba muy dura se la chupé y fui haciéndole una mamada hasta que se corrió en mi boca y me lo tragué todo. Disfruté mucho ese momento pero tuve que pedirle para estacionar e ir a los asientos de atrás para que pudiera cogerme, sino no podía volver a mi casa. Estábamos muy calientes así que aceptó el segundo polvo. Me agarró de las caderas, me sentó arriba de su pija y empezamos a coger muy duro. Me daba nalgadas, me agarraba del pelo y tiraba muy fuerte como yo se lo pedía y como me encanta. Ya con la concha llena de leche pude volver a mi casa y darme una ducha, esta vez sola, para ir a hacer cucharita con mi esposo y dormir. ❤️