Por
Mi amante italiano
Yo soy Paula tengo 46 años y estoy casada hace 22 con mi esposo el que todos conocen como el hombre perfecto el proveedor el buen padre pero si supieran la verdad. En la cama es un desastre un pesado que cree que con metermela dos minutos y acabarse ya cumplio. Yo me quedo alli tirada con las ganas con el cuerpo ardiente y el con ronquidos al minuto. Es horrible.
Pero bueno no quiero aburrirlos con mis penas. Les quiero contar lo que me paso con Alessandro que asi se llama el. El es el nuevo de marketing en la empresa donde trabajo hace tantos años. Es italiano de esos altos con unos ojos verdes que te traspasan y una sonrisa que me derrite. Tiene 29 años nada mas pero desde el primer dia que lo vi senti algo aqui en la boca del estomago como mariposas pero mas caliente. El es tan diferente a todos los hombres de aca tan educado tan galante sin ser pesado.
Todo empezo un viernes que tuvimos que quedarnos hasta tarde para terminar un proyecto urgente. Se fue quedando poca gente y al final en el departamento de servicio al cliente solo estabamos nosotros dos. Yo estaba en mi escritorio tratando de cerrar un reporte y el se acerco a preguntarme algo sobre los datos. Se inclino sobre mi hombro para ver mi pantalla y yo senti su calor su olor a una colonia suave pero con algo masculino que me mareo. No pude evitar sonrojarme y el se dio cuenta porque me miro con esa sonrisa picara que tiene.
Empezamos a hablar de cosas sin importancia y de repente hubo un silencio incomodo pero lleno de tension. El me miraba a los labios y yo no podia dejar de mirarle la boca. Hasta que de repente me dijo «Paula tu eres una mujer muy hermosa sabias?» y a mi se me salio el corazon por la boca. Ningun hombre me habia dicho algo asi en años. Mi esposo ni se acuerda de que tengo cuerpo.
No se como paso pero de repente estabamos besandonos alli mismo en mi escritorio. Fue un beso tan intenso tan lleno de hambre que me dejo sin aire. Sus manos en mi cara luego en mi cuello luego bajando por mi espalda. Yo gemia como una tonta no podia creer lo que estaba pasando. Despues de unos minutos el separo su boca de la mia y me susurro «Quiero hacerte el amor como te mereces» y esas palabras me derritieron toda.
Cerro con llave la puerta de la oficina y apago las luces principales dejando solo la lampara de mi escritorio. Me sento en mi silla giratoria y me puso de pie frente a el. Empezo a desabotonarme la blusa con una calma que me volvia loca. Cuando me la quito y vio mi sostén se le escapó un «madonna mia» que me hizo sentir la mujer mas deseada del mundo. Se quito su camisa y yo pude ver su torso por primera vez. Dios mio que cuerpo tiene, musculoso pero no exagerado, con un vello pectoral que me dio ganas de pasar los dedos por ahi.
Me bajo el sostén y cuando mis tetas quedaron libres el se quedo mirandolas como si fueran una obra de arte. «Perfette» murmuró y se inclino para chupar una. Fue una sensacion que no habia sentido nunca. La lengua caliente rodeando mi pezon los dientes mordisqueando suavemente. Yo me retorcia en la silla gimiendo su nombre. Con la otra mano masajeaba mi otra teta y yo sentia que me iba a venir solo con eso.
Despues se arrodillo frente a mi y me bajo la falda y las medias. Estaba en tanga una negra que me habia puesto esa mañana sin saber por que. El la miro y sonrio «Sapevo che saresti stata cosi sexy» me dijo y no entendi que significaba pero el tono me encanto. Empezo a besar mis muslos por encima de las medias y yo temblaba. Hasta que con sus dedos aparto la tela de la tanga y me miro alli. «Che bella» susurro y acerco su cara.
Cuando su boca toco mi clitoris pense que me moria. Nunca mi esposo me habia hecho eso y menos con tanta dedicacion. La lengua de Alessandro era magica daba vueltas y mas vueltas metia la punta adentro de mi chucha luego volvia al botoncito. Yo no podia dejar de gemir y de mover las caderas. Agarre su pelo y lo apretaba contra mi. El metio dos dedos dentro de mi y empezo a moverlos en ese punto que a mi me vuelve loca. La combinacion de su boca y sus dedos me llevo a un orgasmo tan fuerte que grite y casi me caigo de la silla. Temblé por varios minutos mientras el seguia chupandome suavemente.
Pero eso era solo el comienzo. El se levanto y yo vi por primera vez su pene. Mi esposo tiene uno normalito pero el de Alessandro era impresionante. Largo y grueso con las venas marcadas y la punta bien formada. Yo me quede mirandola con la boca abierta. «Ti piace?» me pregunto y yo solo pude asentir.
Puso condon que saco de su billetera con una rapidez que me dio risa. Me levante de la silla y me di la vuelta apoyandome en el escritorio. El se acerco detras de mi y empezo a frotar la punta de su verga en mi entrada que estaba mojadisima. «Sei cosi bagnata per me» me dijo al oido y el acento italiano me puso aun mas caliente.
Cuando empezo a metermela senti que me desgarraba pero de una manera rica. Era tan grande que me llenaba completamente. Cada centimetro que entraba me hacia gemir mas fuerte. Cuando estuvo todo dentro grito mi nombre y empezo a moverse. Al principio lento saboreando cada movimiento. Despues mas rapido. Yo tenia las manos apoyadas en el escritorio y los papeles se caian por todos lados pero no nos importaba.
El ritmo se volvio mas fuerte y salvaje. Sus manos agarraban mis caderas con fuerza y cada embestida era un golpe seco que hacia ruido. El sudor le corria por el pecho y me mojaba la espalda. Yo gemia como una loca diciendole cosas en español que el probablemente no entendia pero que le gustaban. «Asi papi dame toda esa verga rica» «llename esta chucha que tanto tiempo tuvo vacia».
Cambiamos de posicion varias veces. Una vez me puso sobre el escritorio boca arriba con las piernas abiertas y encima de mi. Otra me hizo sentar en el borde y el se arrodillo para chuparme otra vez los pechos mientras yo movia las caderas. Pero la mejor fue cuando me puso a cuatro patas en el piso y el detras mio. Desde ahi me daba tan profundo que sentia que me llegaba al alma. Ademas podia ver su reflejo en la pantalla de la computadora apagada. Ver su cara de placer mientras me cogia me excitaba aun mas.
Despues de como media hora yo ya habia tenido tres orgasmos y el seguia tan duro como al principio. Mi esposo nunca dura mas de cinco minutos. Finalmente el me dijo que se iba a venir y yo le dije que lo hiciera adentro que yo tomo pastillas. El grito algo en italiano y empezo a darme mas rapido y fuerte hasta que senti su cuerpo temblar y su verga palpitar dentro de mi. Fue tan intenso que yo tambien tuve otro orgasmo en ese momento.
Nos quedamos abrazados alli en el piso de la oficina sin poder hablar. Despues nos vestimos en silencio pero con sonrisas tontas en la cara. Desde ese dia nos vemos una o dos veces por semana. A veces en hoteles baratos otras veces en su departamento cuando su roomate no esta. Cada vez es mejor. El me ha enseñado tantas cosas que yo ni sabia que existian.
Mi esposo no sospecha nada. Cree que trabajo hasta tarde. Y la verdad yo me siento mal a veces pero cuando recuerdo lo que siento con Alessandro se me pasa. Tengo 46 años y por primera vez en mi vida se lo que es un buen polvo. No pienso renunciar a eso. Soy una mujer con necesidades y si mi marido no me las satisface pues alguien mas lo hara. Asi de simple. Perdon si ofendo a alguien pero es la verdad. Ahora entiendo por que las mujeres buscan amantes. No es solo por el sexo es por sentirse deseadas por sentirse vivas otra vez. Y Alessandro me hace sentir mas viva que nunca.
Recomendado 18+:
Chat 18+ cercano y sin líos. Únete gratis en segundos.


Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.