Después de esa infidelidad de parte suya no sabía cómo sentirme. Me alejé un par de días, ella me buscó por todos lados y decidí perdonarla. En las cogidas posteriores dejamos de lado las morbosidades de su parte, quizá la culpa le pegó y dejó de contarme como había sido cogida antes de mi. Incluso ella me decía que le contara más sobre cómo me había cogida a otras y eso hice, le conté como me la habían chupado otras morras, al parecer eso la excitaba de forma diferente, como si guardar un rencor cada historia que le decía. De igual forma terminaba siempre arriba de mí temblando y diciendo cuánto le gustaba cogerme.

Tiempo después fuimos a un cotorreo, ahí conocí a su amiga Ángela con la que me puso el cuerno. Dios santo, que rica estaba, alta, delgada, tatuada, ojos de color, simplemente quedé tonto al verla. Es de esas mujeres que sabe lo buena que está y se pone la ropa más chiquita posible para que termines solo de imaginar como tiene la pussy y el culo. Ahí entendí porque mi novia se dejó coger por ella e inmediatamente después pensé “si quiere volver a coger con ella no puedo negarme”